Bolivia en 10 experiencias inolvidables
De la bella ciudad de Sucre al desierto blanco de Uyuni y los nevados de la Cordillera Real, una ruta imprescindible por el pa¨ªs andino

Bolivia reserva un reto para los viajeros que la visitan casi en cada rinc¨®n del pa¨ªs. Picos de 6.000 metros en los Andes; algunas de las carreteras m¨¢s peligrosas del mundo; abismos perfectos para sobrevolar el parapente; densas selvas repletas de animales ex¨®ticos, o salares y altiplanos desoladores que requieren aclimatarse previamente para ser explorados.
Cada segundo de cada d¨ªa puede convertirse en una aventura en Bolivia, y la primera ser¨¢ superar el soroche (mal de altura). Despu¨¦s ya estaremos preparados para lanzarnos a recorrer el pa¨ªs: de los Andes al borde del Amazonas, las excursiones siguen antiguas rutas incas y descubren una biodiversidad que deja anonadado al viajero en las traves¨ªas fluviales por el gran r¨ªo de Sudam¨¦rica.
Lo mejor de Bolivia es que todav¨ªa resulta un pa¨ªs en estado casi natural ¨Cmucho menos visitado que sus vecinos¨C, es la naci¨®n m¨¢s ind¨ªgena de Latinoam¨¦rica y una de las m¨¢s desconcertantes: conserva su originalidad y una riqueza cultural, hist¨®rica y espiritual asombrosas. Aqu¨ª sobreviven todav¨ªa culturas amenazadas e idiomas que podr¨ªan desaparecer en las pr¨®ximas d¨¦cadas, y los bolivianos mantienen tradiciones y creencias que se remontan a los d¨ªas de los reyes incas y los sacerdotes cosm¨®logos de Tiahuanaco. Lo descubrimos a trav¨¦s de 10 experiencias viajeras imprescindibles¡

1 Contemplar el Salar de Uyuni
Escenario estrella de cualquier viaje a Bolivia, este paisaje que parece de otro mundo asegura fotos originales y una de las estampas m¨¢s curiosas e impresionantes que se pueden ver en nuestro planeta. Ubicado en el extremo suroeste del pa¨ªs, Uyuni es el mayor salar del mundo (12.106 kil¨®metros cuadrados) y dibuja un desolador paisaje des¨¦rtico a 3.653 metros de altitud. Cuando est¨¢ seco transmite el vac¨ªo m¨¢s absoluto: cielo azul y suelo blanco. En la ¨¦poca de lluvias, cuando acumula cierto caudal de agua, la superficie refleja las nubes y el cielo del Altiplano como si fuese un espejo, y el horizonte desaparece; un momento m¨¢gico.
La inmensidad, austeridad y perfecci¨®n cristalina del salar resultan sorprendentes. Aunque un viaje de 3-4 d¨ªas en jeep por la salina puede no resultar c¨®modo ¨Cel fr¨ªo es intenso¨C, siempre merece siempre la pena. El cementerio de trenes, las salinas de Cochani y el hotel de sal y la espectacular isla de Incahuasi (m¨¢s conocida como isla del Pescado), en el coraz¨®n de este desierto blanco, son algunas de sus visitas imprescindibles. Y si hay tiempo para m¨¢s no faltan atractivos: la zona de g¨¦iseres Sol de ma?ana, con pozas de aguas termales y fumarolas sulfurosas; las termas de Polques, la laguna verde, pueblos fantasmas como Pulacayo¡

2 Navegar en el lago Titicaca
El lago Titicaca, una enorme masa de agua de 8.400 kil¨®metros cuadrados a 3.808 metros de altitud entre Bolivia y Per¨², invita a surcar sus aguas. Por ejemplo, hasta la boliviana isla del Sol, considerada el lugar donde naci¨® la civilizaci¨®n inca. Entorno a este inmenso lago, todo pasa a un segundo plano: desde los poblados aimaras hasta las cumbres heladas de la Cordillera Real. Su singularidad y energ¨ªa hacen que no se pueda apertar la vista del agua.
En la isla se pueden recorrer caminos incas olvidados para llegar hasta peque?os yacimientos arqueol¨®gicos, ensenadas solitarias y comunidades ind¨ªgenas intactas. Despu¨¦s de explorarla conviene quedarse a dormir, al menos una noche, para contemplar la puesta del sol desde lo alto de un cerro con una cerveza en la mano. Y al d¨ªa siguiente, conviene no perderse tampoco el amanecer, un momento m¨¢gico. El lago posee un magnetismo y una energ¨ªa especiales, y de hecho algunos sostienen que aqu¨ª se encontraba la m¨ªtica Atl¨¢ntida.

3 Viajar a la ¨¦poca preincaica en Tiahuanaco
El principal yacimiento arqueol¨®gico de Bolivia se puede visitar en una excursi¨®n desde La Paz. Aunque no es demasiado impresionante, invita a dejar volar la imaginaci¨®n a partir de buenas informaciones sobre la historia del lugar. Pese a carecer de la magia y el prestigio de otras ruinas como Machu Picchu o Tikal, este yacimiento preincaico tiene su atractivo. Especialmente durante el solsticio de invierno, cuando acoge una celebraci¨®n masiva (citas que se repiten en solsticio estival y los equinoccios).
El museo del sitio arqueol¨®gico arroja luz sobre c¨®mo era la vida en este centro religioso y astron¨®mico. Tiahuanaco es un buen sitio para empezar la odisea andina, y aunque a¨²n se sabe poco del pueblo que levant¨® este centro ceremonial a unos kil¨®metros al sur del lago Titicaca hace m¨¢s de un milenio, su religi¨®n tuvo una gran influencia en el amplio territorio que posteriormente cubrir¨ªa el imperio inca.

4 Explorar Madidi y Ambor¨®
Entre las carreteras antigua y nueva que conducen a Cochabamba, se encuentra una de las zonas protegidas con mayor biodiversidad y, por suerte, m¨¢s accesibles de Bolivia: el parque nacional de Ambor¨®, donde el r¨ªo Amazonas riega el polvoriento Chaco y las t¨®rridas tierras bajas se encuentran con la refrescante serran¨ªa. El paisaje, la fauna y la ayuda de las agencias locales lo convierten en un territorio a explorar, partiendo del pueblo de Buena Vista. El parque tiene dos zonas muy diferentes: la norte, amaz¨®nica y m¨¢s c¨¢lida, y la sur, con temperaturas m¨¢s frescas.
El otro gran parque nacional del pa¨ªs es Madidi, uno de los ecosistemas m¨¢s intactos de Sudam¨¦rica, con h¨¢bitats tan distintos como la selva tropical envuelta en nieblas de las llanuras y picos andinos de 5.500 metros. La diversidad de fauna y flora amaz¨®nicas de este para¨ªso incluye el 44% de todos los mam¨ªferos del Nuevo Mundo, el 38% de los anfibios neotropicales, casi mil tipos de aves diferentes y m¨¢s especies amenazadas que ning¨²n otro lugar del planeta. Es dif¨ªcil visitar el parque de forma independiente; lo mejor es hacerlo acompa?ado de un gu¨ªa autorizado desde San Buenaventura, o con alg¨²n proyecto comunitario: hay varios programas de ecoturismo que incluyen alojamiento en caba?as y el acompa?amiento de las comunidades locales, que sin duda son los gu¨ªas de naturaleza m¨¢s capacitados de la zona.
sadirilodge.com | sanmigueldelbala.com | calalan.com

5 Descubrir la historia de Chiquitania
Desde finales del siglo XVII, los jesu¨ªtas fundaron reducciones en las tierras bajas del este de Bolivia. Levantaron iglesias, crearon granjas e instruyeron a los indigenas en agricultura, m¨²sica y t¨¦cnicas artesanales a cambio de su conversi¨®n y su trabajo. Hoy se conservan estos enclaves barrocos y coloniales, en mejor o peor estado, e invitan a una ruta muy especial desde Santa Cruz por la llamada Chiquitania.
Este Circuito de las Misiones Jesu¨ªticas pasa por la m¨¢s antigua de todas, la de San Xavier (1691), la de San Ignacio de Velasco, que era el coraz¨®n comercial, y por la de San Jos¨¦ de Chiquitos, que mantiene ¨Crestaurada casi por completo¨C la ¨²nica iglesia de piedra de la regi¨®n. Aqu¨ª la vida giraba en torno a estos templos, verdaderas catedrales construidas con adobe y madera, y pintadas en el primitivo barroco ind¨ªgena. La m¨²sica renacentista y barroca sigue viva en la regi¨®n, con orquestas, conservatorios y casi diez mil partituras de m¨²sica de la ¨¦poca que se interpretan todav¨ªa en los festivales de m¨²sica que se celebran, cada dos a?os, en agosto.
Un consejo: si se realiza el circuito en transporte p¨²blico es mejor empezar en San Jos¨¦ de Chiquitos y seguir en sentido contrario a las agujas del reloj, ya que se sincronizan mejor los horarios.

6 Visitar Sucre, la bella
Todos dicen que Sucre es la ciudad m¨¢s bonita de Bolivia. Resplandeciendo bajo el sol andino, es la cuna de la naci¨®n y una mezcla heter¨®clita de lo viejo y lo nuevo; uno puede pasar los d¨ªas recorriendo edificios hist¨®ricos y museos, y las noches disfrutando de su famosa vida nocturna.
Aqu¨ª fue donde se proclam¨® la independencia del pa¨ªs, y aunque la sede del Gobierno y del Tesoro es La Paz, la constituci¨®n boliviana reconoce a Sucre como capital de la naci¨®n. Todo esto lo explican muy bien en la Casa de la Libertad, donde se firm¨® en 1825 la declaraci¨®n de independencia.
Ubicada en un valle rodeado de monta?as bajas y de clima suave, la catedral es el centro de todo y su campanario icono de la ciudad. Es del siglo XVI y combina renacimiento y barroco. Gracias a un estricto control urban¨ªstico, la ciudad ha conservado gran parte de su arquitectura colonial, con edificios encalados y bellos patios. En los alrededores, se pueden visitar pueblos como Tarabuco, famoso por sus textiles y por un mercado dominical lleno de colorido local, o encontrarse con el mundo quechua en la cordillera de los Frailes, en la que viven los jalq¡¯a.

7 De compras (y curanderos) en La Paz
Los mercados de La Paz son tan demenciales, pintorescos, ca¨®ticos y extraordinarios que uno termina por pasar al menos unas cuantas tardes deambulando de puesto en puesto. Hay secciones de comida, de brujer¨ªa, secciones donde comprar c¨¢maras robadas, de pipas y poliestireno ¨Ccon las formas y colores m¨¢s inveros¨ªmiles¨C y puestos de frutas, flores y pescados que provocan una sobrecarga olfativa. Entre los mercados, el m¨¢s curioso es el de la Hechicer¨ªa, en el que m¨¢s que art¨ªculos de brujer¨ªa, se pueden ver hierbas medicinales y remedios populares, adem¨¢s de alg¨²n ingrediente menos ortodoxo destinado a invocar a los esp¨ªritus aimaras.
La Paz es una ciudad que parece reinventarse a cada instante ¨Cpeatones, bocinas, furgonetas, bailes callejeros¡¨C, con un prodigioso metro-telef¨¦rico entre las nubes que lleva, en un abrir y cerrar de ojos, desde el municipio de El Alto a las profundidades de la Zona Sur, mientras nuevos hoteles de dise?o surgen en el Altiplano. La Paz puede sorprender y horrorizar a la vez. Los viajeros suelen parar poco tiempo, pero hay rincones que merecen la pena como el Museo de Arte Contempor¨¢neo Plaza, instalado en el edificio m¨¢s interesante de la ciudad, una mansi¨®n restaurada del siglo XIX con vidrieras de Eiffel, o la impresionante catedral situada sorprendentemente en una empinada ladera.

8 Senderismo en la Cordillera Real
Se pueden seguir los pasos de los incas por las muchas rutas que zigzaguean desde los Andes hasta la cuenca del Amazonas, atravesando la Cordillera Real, al norte de La Paz. Estas caminatas, de entre 4 y 14 d¨ªas, no son sencillas, pero cada paso (y cada ampolla) merecen la pena. Por el camino surge la oportunidad de comer junto a familias ind¨ªgenas, refrescarse en cascadas y conectar con la Pachamama (Madre Tierra) en lo m¨¢s profundo de su verde reino. Desde La Paz, muchas agencias organizan rutas y escaladas de diferentes dificultades a sus picos. Por ejemplo, ascensos para monta?eros con poca experiencia (entre 2 y 3 d¨ªas) al cercano Huayna Potos¨ª (6.088 metros) o, para los m¨¢s expertos, escaladas al monte Illimani (6.462 metros) en salidas de 4 o 5 d¨ªas. Hacia el sur, tambi¨¦n se pueden contratar ascensos al Sajama (6.542 metros) o al volc¨¢n Parinacota. Para excursiones de un d¨ªa por libre, se puede ir al valle de la Luna, el valle de las ?nimas o a la Muela del Diablo. Con gu¨ªas y m¨¢s tiempo, se puede llegar hasta el valle de Hampaturi o al parque nacional Cotapata.

9 Rodearse de plata en Potos¨ª
Es la ciudad m¨¢s alta del mundo, asentada sobre una tierra cargada de la plata que financi¨® el imperio espa?ol durante siglos; un hallazgo que compens¨® no dar nunca con el mito El Dorado. La ciudad fue fundada en 1545, en cuanto de descubri¨® el mineral, y aunque las minas son hoy casi improductivas y la ciudad padece un largo declive econ¨®mico, los restos de su opulento pasado pueden verse a¨²n en los resquebrajados ladrillos de las casas e iglesias del per¨ªodo colonial.
El museo m¨¢s famoso de Potos¨ª, la Casa de la Moneda, ofrece una visi¨®n fascinante del auge y ca¨ªda de una ciudad que anta?o se describi¨® a s¨ª misma como la envidia de los reyes. Construida originalmente en 1572, en el mismo lugar que hoy ocupa la Casa de Justicia, a esta primera sede la sustituy¨® una segunda de mayor tama?o y lujo. La visita se completa con la exhibici¨®n de los antiguos ingenios que se usaban para separar la plata del mineral extra¨ªdo en el Cerro Rico, algunos de los cuales datan de 1570 y funcionaron hasta mediados del siglo XIX. Tambi¨¦n est¨¢n en Potos¨ª el convento m¨¢s antiguo de Bolivia (el de San Francisco), o la catedral, de exterior renacentista y con una decoraci¨®n interior de las m¨¢s exquisitas en Potos¨ª.

10 Tres novedades: Samaipata, Tupiza y Tarija
Junto a los destinos m¨¢s o menos cl¨¢sicos de Bolivia, tres localidades que empiezan a figurar en los circuitos de viajeros independientes. El primero, Samaipata, en los alrededores de Santa Cruz, un adormecido pueblo ¨Cahora muy cosmopolita¨C que se ha convertido en uno de los principales puntos de la llamada Ruta del Gringo, al este de Bolivia. Mientras conserva su relajado ambiente de pueblo de monta?a, recibe cada vez m¨¢s visitantes (y m¨¢s restaurantes de calidad) en sus calles, atra¨ªdos por las cercanas y m¨ªsticas ruinas preincaicas de El Fuerte, as¨ª como las excursiones de un d¨ªa a parajes cercanos de extraordinaria belleza natural.
Tupiza, al sur, parece salida de las p¨¢ginas de una novela del Salvaje Oeste; un entorno de quebradas que invita a contemplar la puesta del sol sobre la silla de montar, bicicleta de monta?a, a pie o en todoterreno. Desde la ciudad se puede emprender una excursi¨®n al desierto y los cerros multicolores que la rodean, entre aldeas mineras y el pueblo donde algunas teor¨ªas ubican la muerte de los m¨ªticos forajidos Butch Cassidy y Sundance Kid, San Vicente.
Por ¨²ltimo, Tarija, cerca de la frontera con Argentina, invita a disfrutar del vino procedente de los vi?edos m¨¢s altos del mundo. Aunque casi no se exportan, los vinos de Tarija, producidos en un clima similar al mediterr¨¢neo, a altitudes de hasta 2.400 metros, se venden en toda Bolivia y han recibido elogios internacionales por su sabor fresco y arom¨¢tico. Ya sea tinto, rosado o blanco, lo m¨¢s probable es que uno quede gratamente sorprendido por su calidad y termine llev¨¢ndose una o dos botellas.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa Sudam¨¦rica para mochileros de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
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