Un viaje por Islandia tras las leyendas que inspiraron ¡®Juegos de tronos¡¯

Cada a?o Islandia recibe a m¨¢s visitantes (en 2017 fueron casi 2,2 millones), atra¨ªdos por su sol de medianoche y sus auroras boreales, sus espectaculares cascadas y glaciares, sus fiordos y bah¨ªas surcados por ballenas, sus imponentes acantilados de columnas bas¨¢lticas, sus p¨¢ramos de lava petrificada, g¨¦iseres y pozas de lodo hirviendo en llanuras heridas por una treintena de volcanes activos cubiertos de nieves eternas. Una naturaleza desbordante a la que se ha unido el ¨¦xito de series televisivas como Vikingos y Juego de tronos, rodadas en estas tierras.

Lo que es quiz¨¢ menos conocido es que los guiones de estas producciones hunden sus ra¨ªces en la literatura medieval islandesa, la misma que influy¨® en las del norte europeo y que cautiv¨® a autores como Borges, Tolkien, Carlyle y Tennyson. De su mano vamos a recorrer la isla y quiz¨¢ nos ayude a comprender la idiosincrasia de un pueblo de solo 339.000 habitantes, a caballo entre la modernidad y el atavismo.

Reikiavik

La capital de Islandia fue uno de los primeros asentamientos vikingos. Seg¨²n el Landn¨¢mab¨®k (Libro del asentamiento), del siglo XII, all¨ª llev¨® en 871 el destino a Ing¨®lfur Arnarson, que estaba huyendo del rey noruego Harald. En su inmensa bah¨ªa destaca el Harpa, del estudio Henning Larsen Architects, un impresionante auditorio que mira al animado centro urbano de casas de madera de colores sobre el que emerge la iglesia de Hallgr¨ªmskirkja. Comer resulta bastante caro, lo m¨¢s asequible son las brochetas de pescado o la sopa de langosta del restaurante Saegreifinn, en el puerto. Enfrente est¨¢ el Reykjavik Fish, donde degustar fish and chips, alg¨²n postre con skyr, el yogur local, y una excelente cerveza IPA por 45 euros.

El oeste, fiordos y pozas

Tras acercarnos al Blue Lagoon (la Laguna Azul) para un relajante ba?o en sus aguas sil¨ªcicas de tonos turquesa (obligatorio ducharse desnudo y con jab¨®n antes), nos dirigimos al norte, a Hvalfj?rdur, el llamado fiordo de las ballenas, tierra del vikingo H?rdur y sus secuaces, que viv¨ªan del robo, como cuenta la Saga de los habitantes de H¨®lmr. En la ciudad de Borgarnes se desarrolla una de las sagas islandesas m¨¢s populares, la de Egil (atribuida a Snorri St¨²rluson). Todo el pueblo est¨¢ lleno de se?ales que indican los lugares de desventuras del poco agraciado y col¨¦rico escaldo (poeta) Egil Skallagr¨ªmsson, quien con siete a?os ya mat¨® de un hachazo a otro ni?o. Una nieta de Egil, la Hermosa Helga, ser¨¢ disputada por dos escaldos en la Saga de Gunnlaugs ormstungu.

Recorremos la pen¨ªnsula Snaefells?nes, zona doblemente venerada ya que aqu¨ª dice la leyenda que se apareci¨® la Virgen y adem¨¢s cuenta con la protecci¨®n de Bardar, el trol de la Saga de Bardar Snaefells¨¢ss. Se le recuerda con una estatua en Arnarstapi, cerca de unos bonitos acantilados donde el mar esculpe la lava de forma caprichosa. Otro de los hitos de esta pen¨ªnsula es el volc¨¢n Snaefellsj?kull, acceso que us¨® Julio Verne en su Viaje al centro de la Tierra y que tambi¨¦n inspir¨® la obra del ¨²nico premio Nobel de Literatura island¨¦s, Halld¨®r Laxness.

En Breidafj?rdur transcurre otra de las sagas m¨¢s populares, Laxdaela, en la que Kjartan y Bolli rompen su amistad tr¨¢gicamente por el amor de la bella Gudr¨²n. Est¨¢ enterrada en la iglesia de Stykkish¨®lmur, desde donde se asciende al Helgafell o monte santo. Residencia del dios Thor, seg¨²n el Landn¨¢mab¨®k, hab¨ªa que ir lavado y all¨ª no se pod¨ªa ¡°matar ni animal ni persona¡±. En el Altafjord se desarrolla otra de las sagas m¨¢s populares, ?Eyrbyggja, que narra la rivalidad a muerte entre dos godi (jefes locales).

Salimos de la pen¨ªnsula, pasamos por la granja Erpsstadir a degustar un skyrkonfekt, skyr con chocolate blanco, y seguimos a Eiriksstadir, las ruinas de la casa de Erik el Rojo, quien descubri¨® Groenlandia y lleg¨® a Vinland (Am¨¦rica) en el a?o 1000, seg¨²n la Saga de Erik el Rojo. La pr¨®xima parada es Reykholt, donde tuvo su granja fortificada el escaldo m¨¢s famoso, Snorri St¨²rluson. Solo queda su poza de aguas termales junto al centro de estudios medievales Snorrastofa. Aqu¨ª escribi¨® algunos de los principales libros de la literatura escandinava medieval, como Edda Menor y Heimskringla, y fue asesinado en 1241 por los leales al rey de Noruega. Pertenec¨ªa al poderoso clan Sturlung, que domin¨® Islandia hasta la guerra civil del siglo XII, como cuenta la Saga Sturlunga, una especie de Juego de tronos de la ¨¦poca.

Tras pasar por las cascadas de Hraunfossar y Barnafoss, nos dirigimos al enclave de Thingvellir, explanada donde se aprecia c¨®mo la isla se est¨¢ partiendo al separarse las placas tect¨®nicas de Europa y Am¨¦rica dos cent¨ªmetros al a?o. Seg¨²n el Libro de los islandeses, del siglo XII, all¨ª se reun¨ªan los 39 godi electos en el Althing, el primer Parlamento del mundo del que hay constancia escrita. Los godi arbitraban en litigios, de tierras normalmente, no siempre f¨¢ciles de resolver cuando, como cuenta la Saga de Thorgils y Haflidi, se presentaban ambos litigantes escoltados por 940 y 1.440 hombres armados, respectivamente. El Althing aprobaba leyes e impart¨ªa justicia: hasta el siglo XVII se ejecutaba aqu¨ª a los hombres por decapitaci¨®n o ahorcamiento, a las mujeres por ahogamiento en el r¨ªo ?xar¨¢ y en la hoguera a los acusados de brujer¨ªa. Muchas de las condenas eran por incesto y adulterio. Como cuentan las sagas Nial y Sturlunga, el Althing fue el centro vital de la isla: durante las dos semanas de reuniones se contaban sagas al borde del fuego y hab¨ªa luchas entre guerreros.

Rumbo al norte

Estamos en el llamado Tri¨¢ngulo de Oro, donde podemos visitar Geysir, que ha dado nombre a los g¨¦iseres. Su hermano, el de Strokkur, est¨¢ rodeado de pozas de aguas sulfurosas hirviendo y lanza entre cada 5 y 10 minutos con estruendo una monumental columna de agua de 50 metros seguido del ¡°?Oh!¡± de los all¨ª congregados. Cerca se halla tambi¨¦n Gullfoss, una de las m¨¢s espectaculares cascadas, que precipita en dos saltos las aguas del r¨ªo Hvit¨¢ en un estrecho ca?¨®n, levantando un roc¨ªo que cae sobre los visitantes.

Seg¨²n el Libro del Asentamiento, Hrafna-Fl¨®ki, el vikingo noruego que descubri¨® Islandia hacia el a?o 865 siguiendo a uno de sus cuervos, acu?¨® el nombre de ¡°¨ªsland¡±, isla de hielo, cuando vio los icebergs del ?safj?rdur. Para¨ªso de focas, zorros ¨¢rticos y ¨¢guilas ¡ªy de dragones contra los que lucha el h¨¦roe de la Saga de Gull-Th¨®rir¡ª, los fiordos septentrionales pudieron ser una isla si la trol Kerling hubiera logrado abrir una zanja por Drangsnes y no quedar petrificada al salir el sol en el pe?asco que lleva su nombre.

La pen¨ªnsula de Vatnsnes fue feudo de los Vatnsdaelir, cuya historia narra la Saga Vatnsdaela. Las dos pen¨ªnsulas monta?osas que envuelven el Skagafj?rdur, adem¨¢s de por su belleza y los troles que seg¨²n la leyenda las habitaron, son conocidas por ser escenario de sagas como Heid¨¢rviga, quiz¨¢ la m¨¢s antigua, y Grettir, una de las m¨¢s populares. En la isla de Drangey se refugiaron Grettir y su hermano Illugi, y all¨ª murieron a manos de sus perseguidores. Frente a la isla, en Reykir, se halla Grettislaug, popular ba?o termal en el que todo el mundo sabe que se recuper¨® Grettir cuando nad¨® los siete kil¨®metros de aguas g¨¦lidas que hay desde la isla. Tradici¨®n que se sigue repitiendo hoy.

De Akureyri a Egilsstadir

Seguimos hacia Akureyri, la segunda urbe de Islandia. Rodeada de monta?as nevadas, es una coqueta ciudad de multicolores casas de madera, animado centro y sem¨¢foros de luz roja en forma de coraz¨®n. Entre las sagas que tienen lugar en la zona destaca Svarfdoela, donde se prodigan las luchas entre vikingos y berseker, guerreros de fuerza sobrehumana al vestirse con pieles de oso similares a los wendols de El guerrero n¨²mero 13.

Camino del volc¨¢nico lago Myvatn, para¨ªso de centenares de especies de aves, pasamos por la impresionante Godafoss, la catarata de los dioses que debe su nombre a que el godi Thorgeir lanz¨® all¨ª sus deidades paganas al cristianizarse la isla. Podemos relajarnos en los ba?os termales de Jardbodin, mientras desde sus aguas turquesa disfrutamos de un paisaje semilunar que la NASA us¨® para entrenar a sus tripulaciones. Cerca se halla el volc¨¢n Krafla, los milenarios campos de lava negra de Dimmuborgir y las fumarolas y pozas de barro hirviendo de Hverir, un espectral paisaje ocre y gris de un intenso olor a azufre.

Nos dirigimos a H¨²sav¨ªk, puerto privilegiado para avistar ballenas desde pesqueros o lanchas r¨¢pidas. Si el mar est¨¢ picado, estas son las m¨¢s adecuadas para quien busque emociones fuertes. Es interesante su peque?o museo de la ballena, cercano a los animados bares del puerto. La pesca de ballenas est¨¢ unida a la historia de Islandia. La mencionan 17 sagas, como Grettir, donde dos hermanos luchan a muerte por la carne de uno de estos cet¨¢ceos.

Seguimos hacia el profundo ca?¨®n de ?sbyrgi, formado seg¨²n la leyenda por una pisada de Sleipnir, el caballo de ocho patas del dios Od¨ªn. Cerca est¨¢n las impresionantes cascadas de Dettifoss y Selfoss, cuyos saltos de agua provocan nubes que se ven a larga distancia. A la localidad de Egilsstadir podemos ir por la Ring Road (la carretera circular) o bordeando la deshabitada costa norte pasando por ?xarfj?rdur, donde transcurre la Saga de Finnbogi el Fuerte, el rechazado hijo de madre violada que llegar¨¢ a Constantinopla. En Hraunhafnartangi mataron a Thorgeir H¨¢varsson, ¡°el que nada tem¨ªa¡±, h¨¦roe de la Saga de los F¨®stbroedra. Y en Vopna?fj?rdur se dice que vivi¨® un temible drag¨®n. Por la desolada Egilsstadir pasa el r¨ªo Lagarflj¨®t, que en su parte alta forma un lago, al pie de las cascadas Hengifoss y Litlanesfoss, en el que al parecer vive Lagar?flj¨®tsomur, un monstruo serpenteante. Quien quiera ver aves se puede acercar a Bakkagerdi, en el Borgarfj?rdur Eystri, y subir a la roca de ?lfaborg, donde dicen que viven elfos con su reina, Borghildur.

Este y sureste

Seguimos hacia el sur bordeando los fiordos, donde se pueden ver cisnes en aguas marinas en varias localidades: Seydisfj?rdur ¡ªuna de las m¨¢s bellas y animadas¡ª, Reydarfj?rdur, Eskifj?rdur, Nordfj?rdur, F¨¢skr¨²dsfj?rdur¡­ La especialidad de la granja Berunes son las sveitasnakk, rodajas de nabo a modo de patatas fritas. De las sagas que tienen lugar entre Vopnafj?rdur y Reydafj?rdur cabe destacar Hrafnkell, en la que este godi consigue vencer a sus enemigos gan¨¢ndose el apoyo de su comunidad; mientras que en Vapfirdinga las luchas por el poder entre dos godi seguir¨¢ entre sus descendientes.

En el pueblo de H?fn parte la ruta del sur, la m¨¢s tur¨ªstica y concurrida de la isla. Transita entre el mar y los verdes prados que van bordeando el glaciar Vatnaj?kull, el m¨¢s grande de Europa, surcado de enormes grietas y espectaculares cuevas que se pueden visitar con gu¨ªa. Seguimos hacia J?kuls¨¢rl¨®n, un impactante lago de color azul blanquecino en el que flotan los icebergs desprendidos del glaciar que siguen su ruta hacia el cercano mar. Cerca se halla el lago Fjalls¨¢rl¨®n, donde muere el Fjallsj?kull, de cuya lengua, que se ve en toda su inmensidad, se van desprendiendo bloques de hielo con secos chasquidos.

Sur y vuelta a Reikiavik

En direcci¨®n a la capital vemos las emblem¨¢ticas cascadas de Svartifoss, flanqueada por columnas hexagonales de basalto, y Sk¨®gafoss, con su salto de agua de 60 metros que empapa a todo visitante. Y la larga playa de arena negra de Reynisfjara, bajo un enorme farall¨®n de columnas bas¨¢lticas poblado de frailecillos. En el bar del aparcamiento se puede degustar el famoso cordero island¨¦s por unos 20 euros; suele costar el doble en otros lugares.

En Hvolsv?llur, un peque?o museo recuerda que en esta regi¨®n transcurre la popular Saga de Nial. Cuenta el tr¨¢gico enfrentamiento entre las familias de Nial y Gunnar, vecinos y amigos hasta que discuten sus mujeres. Nial y su familia mueren quemados en su casa; Gunnar, en el contraataque: se rompe su arco y su mujer, en venganza por una pelea anterior, se niega a hacerle una cuerda nueva con su pelo. Indefenso, muere. Todo muy Juego de tronos.

Desde Hella se puede acceder al m¨¢s famoso y m¨¢s activo volc¨¢n, Hekla. Durante siglos se crey¨® que era la puerta del infierno. Al norte de Selfoss, donde vivi¨® el ajedrecista Bob?by Fischer, est¨¢ el cr¨¢ter del Kerid cubierto de aguas turquesas. Seguimos a Hveragerdi a ver sus pozas de barro hirviendo y darnos un relajante ba?o en las aguas calientes del r¨ªo Reykjadalur. Ya de vuelta en Reikiavik, disfrutaremos de su noche comprobando que la violencia que destilan las sagas se qued¨® en el pasado. Islandia es uno de los pa¨ªses m¨¢s seguros del mundo para viajar. Con permiso de sus volcanes.

Manuel Florent¨ªn es editor y autor del ensayo La unidad europea. Historia de un sue?o.