Bosques prehist¨®ricos y pueblos blancos en la sierra de las Nieves
Paisajes de pinsapos que alcanzan los 500 a?os en el entorno del futuro parque nacional malague?o
Encontrar un buitre leonado posado en la rama de un viejo pinsapo puede parecer una feliz coincidencia. Ajustar la visi¨®n y descubrir que son decenas de ellos, casi un milagro. Ocurre en un lugar de la provincia de M¨¢laga: la sierra de las Nieves, donde residen grandes poblaciones de la enorme ave carro?era y se ubica uno de los mayores bosques del mundo del abeto prehist¨®rico. Escondida a espaldas de la Costa del Sol, la comarca est¨¢ formada por nueve municipios que han sabido cuidar de su entorno. Como premio, un ¨¢rea de 23.000 hect¨¢reas de naturaleza soberbia que est¨¢ en proceso de ser declarado el decimosexto de los parques nacionales de Espa?a.
¡°Estamos muy orgullosos del reconocimiento¡±, subraya Fernando R¨ªos, agente forestal que trabaja en la zona desde la d¨¦cada de 1990. Al volante de un viejo Land Rover, recorre diariamente buena parte de este espacio natural, donde igual hace un seguimiento de los nidos de ¨¢guilas perdiceras que vigila el buen descorche de los alcornoques. Conoce cada rinc¨®n del todav¨ªa parque natural. Uno de sus parajes preferidos es el puerto del Saucillo. Se accede f¨¢cilmente en veh¨ªculo y regala unas preciosas vistas panor¨¢micas que alcanzan la bah¨ªa de M¨¢laga. Tambi¨¦n es el punto de partida de numerosas rutas senderistas. Unas suponen un tranquilo paseo, como la que lleva hasta la cueva del Agua. Otras se alargan toda la jornada y llegan a una de las cumbres m¨¢s altas de la provincia, La Torrecilla (1.919 metros de altura). Todas atraviesan espl¨¦ndidas ca?adas con densos pinsapares con ejemplares que alcanzan los 500 a?os.
A los pies del bosque se despliega Yunquera. La localidad pose¨ªa anta?o una potente industria textil; hoy sus habitantes se reinventan anhelando un turismo creciente. Tambi¨¦n hay quien elabora quesos con leche de cabra malague?a y familias que producen mosto casero. El m¨¢s conocido se puede probar en la bodega El Porf¨ªn, una antigua cuadra con b¨®vedas de estilo dieciochesco descubierta por casualidad cuando se pretend¨ªan reforzar los cimientos de una vivienda.
La carretera A-366 se olvida de las rectas para llegar a Tolox. Su germen hist¨®rico es el barrio del castillo, y sus se?as, las fachadas blancas y macetas de colores. Tambi¨¦n sus estrech¨ªsimas callejuelas. Cerca del Ayuntamiento, varios grafitis colorean muros con estampas inspiradas en la vida cotidiana local. Son numerosos los arroyos que rodean el pueblo o lo atraviesan, como hace el r¨ªo Caballos. Seguir su ribera tiene doble recompensa: un ba?o en el Charco de la Virgen (una poza con un gran salto de agua) y la espectacular imagen que ofrece La Reg¨ªa, cascada con una ca¨ªda superior a 50 metros.
La aceituna alore?a
El ejercicio requiere reponer energ¨ªas, y en eso Tolox no escatima. La Alberca ofrece platos locales como el gazpachuelo o la sopa tolita. La Lola se inspira en las ra¨ªces para ir un paso m¨¢s all¨¢. ¡°El nombre es un homenaje a esas mujeres que han dado tanto a la cocina andaluza¡±, explica el chef Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez. No muy lejos del pueblo est¨¢ el hotel Cerro de Hijar, con jacuzzi exterior y vistas a media comarca.
Otra de las estrellas de la sierra de las Nieves es la aceituna alore?a. ¡°La ¨²nica de Andaluc¨ªa con denominaci¨®n de origen¡±, subraya Jos¨¦ Chaves, vecino de Alozaina, min¨²scula poblaci¨®n que se desparrama por una loma rodeada de olivares. Ejerce como cicer¨®n, mostrando los rincones de la localidad, como el torre¨®n de Mar¨ªa Sagredo, y ofreciendo rutas por el entorno para recordar las viejas costumbres del campo, como recoger aceitunas y ali?arlas a la antigua usanza: con romero, hinojo, ajo y pimiento rojo.
Los olivos centenarios son comunes en estas tierras que adem¨¢s ofrecen un clima al que se adaptan bien los cactus. M¨¢s de 10.000 ejemplares se dan cita en el jard¨ªn bot¨¢nico Mora i Bravard, a las afueras de Casarabonela. Este es uno de los municipios que mejor conserva su entramado urbano de origen ¨¢rabe. Est¨¢ coronado por el castillo de Qasr Bunayra. Hoy en ruinas, en el siglo X fue centro de operaciones del rebelde Umar Ben Hafsun ¡ªque puso al califato cordob¨¦s contra las cuerdas¡ª y, m¨¢s tarde, una fortaleza relevante del Reino de Granada. A sus pies, el molino de los Mizos es el lugar perfecto para conocer las tradiciones de la comarca. Su interior huele a aceite. Y las distintas estancias est¨¢n repletas de aperos y objetos de labranza tradicionales.
Entre los utensilios agr¨ªcolas se encuentran los capachos de esparto, utilizados tradicionalmente para prensar las aceitunas. Ahora, cada 12 de diciembre son protagonistas de la procesi¨®n de la Virgen de los Rondeles. Una celebraci¨®n donde los penitentes sustituyen las velas por los capachos incendiados en llamas para iluminar las calles. A¨²n queda sierra de las Nieves por descubrir.
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