24 horas en Malm?, joven y multicultural
Entregada a la nueva cocina n¨®rdica, la ciudad sueca combina a la perfecci¨®n con una visita a Copenhague, a 40 minutos en tren por el puente de Oresund
Como el grifo, ese ser mitol¨®gico mitad ¨¢guila mitad le¨®n, Malm? es una y varias. La criatura, que es uno de los s¨ªmbolos de la ciudad, aparece hasta en las alcantarillas de esta urbe que es la tercera de Suecia y se ha convertido en la elegida por j¨®venes e inmigrantes: la edad promedio de sus 316.000 habitantes es de 36 a?os y un tercio han nacido en el extranjero, aunque muchos ya tienen nacionalidad sueca. Playas de aguas heladas, c¨¢lidos caf¨¦s, parques con huertos cooperativos, castillos del siglo XV y el edificio m¨¢s alto de Escandinavia le dan forma a la ciudad del sur del pa¨ªs, a apenas 40 minutos en tren desde Copenhague a trav¨¦s del puente de Oresund (y a 24 minutos desde Kastrup, el aeropuerto de la capital danesa).
9.00 Caf¨¦ sueco y kanelbulle
En las (cuando menos) frescas ma?anas escandinavas es buena idea empezar el d¨ªa en uno de los tantos caf¨¦s de Malm?. Lilla Kafferosteriet (1) es el lugar para probar los kanelbulle o bollos de canela suecos. Ojo: muchas tiendas solo aceptan pagos con tarjetas de cr¨¦dito. Ahora s¨ª, a pasear por el casco antiguo, fundado en siglo XIII. La Stortorget (2), o plaza Mayor, est¨¢ a cinco minutos andando desde la estaci¨®n central de trenes y autobuses. All¨ª comienza la principal calle comercial de la ciudad, S?dergatan (3) ¡ªpara organizar bien el d¨ªa hay que tener claro que las tiendas cierran alrededor de las seis de la tarde¡ª. A cien metros est¨¢ Lilla Torg (4), una plaza m¨¢s peque?a, coqueta y muy animada. En el centro tambi¨¦n se erige la iglesia de San Pedro (5), que en 2019 cumple 700 a?os.
11.00 Paseo entre tumbas y libros
Al final de S?dergatan, el visitante se topar¨¢ en medio de la ciudad con el antiguo cementerio de Malm? (6). Ver¨¢ a la gente atravesarlo en bicicleta o con su perro, aunque no est¨¢ permitido. A metros de all¨ª encontrar¨¢ la Biblioteca de Malm? (7), cuyo edificio m¨¢s moderno fue proyectado por el arquitecto dan¨¦s Henning Larsen. El acceso es libre y all¨ª uno puede tomar cualquier libro ¡ªlos hay en mucho idiomas¡ª y sentarse a leer frente a un enorme ventanal. ?Por qu¨¦ no alquilar una bicicleta para seguir el recorrido? Aunque el tiempo puede ser cambiante, no hay que dejarse amedrentar por la lluvia (?los locales no lo hacen!). La tarjeta Malm? by Bike tiene dos opciones: alquiler por 24 o 48 horas, por 80 o 165 coronas suecas (unos 7,50 o 15,30 euros), respectivamente.
13.00 Dos barrios
Malm? fue una importante ciudad industrial del norte de Europa hasta la d¨¦cada de 1970 y resurgi¨®, entre otras cosas, gracias a la inauguraci¨®n en el a?o 2000 del gran puente de Oresund, un proyecto mastod¨®ntico del arquitecto dan¨¦s George K. S. Rotne y la firma de ingenier¨ªa COWI que conect¨® Malm? con Copenhague, Suecia con Dinamarca, en una combinaci¨®n de puente, isla artificial y t¨²nel submarino. M¨¢s de 20.000 veh¨ªculos lo utilizan a diario y, sumando los pasajeros de los trenes, m¨¢s de 230 millones de personas lo han cruzado desde su inauguraci¨®n. Las mejores vistas del puente se tienen desde V?stra Hamnen (8), un antiguo puerto industrial reconvertido en el barrio m¨¢s moderno y sostenible de Malm?, con tiendas y restaurantes. All¨ª se encuentra tambi¨¦n el Turning Torso (9) (Lilla Varvsgatan, 14), un esbelto rascacielos proyectado por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava que gira sobre s¨ª mismo. Es el edificio residencial m¨¢s alto de Escandinavia (190 metros), pero lamentablemente no cuenta con mirador de acceso libre (solo entre julio y agosto se organizan visitas puntuales del interior por 18 euros).
Otro barrio para visitar a la hora del almuerzo es el multi¨¦tnico M?llevangen o M?llan (10). All¨ª encontrar¨¢ el ecl¨¦ctico Folkets Park (11), que re¨²ne un parque de atracciones, lugares para conciertos, restaurantes y hasta un peque?o zoo.
15.00 Fikka en un huerto org¨¢nico
Desde all¨ª es f¨¢cil llegar al Slottstr?dgarden (12), un huerto cooperativo con un peque?o restaurante en el interior de un invernadero. Es un buen momento para hacer lo que en Suecia llaman ?fikka, una pausa para un dulce y un caf¨¦. Los suecos son unos de los mayores consumidores de esta bebida en el mundo (un ranking que encabeza por cierto un pa¨ªs n¨®rdico: Finlandia), y lo beben suave y en tazas grandes. Una sugerencia para acompa?arlo: las chokladboll o bolas de chocolate. Cerca del Slottstr?dgarden se encuentra el complejo de museos de Malm?hus (13), el castillo de Malm?. En el edificio renacentista se exhibe, entre otras cosas, uno de los pocos autobuses blancos que se conservan, los veh¨ªculos que us¨® la Cruz Roja sueca para rescatar a prisioneros de los campos de concentraci¨®n nazi a finales de la Segunda Guerra Mundial. Otro museo interesante en la ciudad es el Moderna Museet (14), de arte contempor¨¢neo, que tiene entrada gratuita y est¨¢ al otro lado del centro hist¨®rico.
17.00 Playas escandinavas y sauna
Malm? cuenta con varias zonas de ba?o a un paso del centro. La mejor opci¨®n es visitarlas en los meses de verano, cuando la temperatura del agua del mar B¨¢ltico puede alcanzar los 20 grados. Son la playa de Ribersborg (15), de arena y aguas poco profundas, y dos zonas con plataformas de madera y aguas profundas para nadar en V?stra Hamnen: Scaniabadet (16) y Sundspromenaden (17). En Ribers?borg hay una casa de ba?o del siglo XIX con saunas para hombres y para mujeres con piscinas naturales donde est¨¢ permitido ba?arse desnudo todo el a?o.
20.00 Petanca y cerveza
La nueva gastronom¨ªa n¨®rdica ha tomado impulso en los ¨²ltimos a?os y apuesta por volver a las ra¨ªces de las recetas escandinavas. ?Vale la pena probarla! El restaurante Riket (18) ofrece platos elaborados con productos locales y de estaci¨®n y una importante carta de vinos (abre de martes a s¨¢bados). Far i Hatten (19) re¨²ne en su men¨² una gran variedad de pizzas y c¨®cteles (de martes a domingos). La propuesta m¨¢s divertida para acabar el recorrido por Malm? la tiene Boulebar (20), antiguas caballerizas donde ahora se puede jugar a la petanca y beber cerveza. Eso s¨ª, la cerveza en Suecia es cara: lo normal es que el precio var¨ªe entre cinco y nueve euros.
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