Vincci Selecci¨®n Posada del Patio, noche junto al r¨ªo en el centro de M¨¢laga

M¨¢laga necesitaba ese soplo de eternidad que ahora tiene y llena sus calles de palmas ingr¨¢vidas, jardines tropicales, j¨®venes f¨²lgidos y¡­ hoteles con calidad de ¡°p¨¢jaro suspenso que nunca arriba¡±, como dec¨ªa el poeta Vicente Aleixandre. Se podr¨¢ decir todo lo que se quiera, en poes¨ªa y en prosa, pero la ciudad ha vuelto a sus d¨ªas alegres con un turismo muse¨ªstico y gastron¨®mico de calidad europea, tras el par¨¦ntesis de la pandemia. A la Posada del Patio lleg¨® el restauro de la mano de Alejandra Pombo, una interiorista divertida que puso golondrinas a volar por las paredes y ornamentos de rafia a modo de palmeras en el desierto, inspirada quiz¨¢ en la enso?aci¨®n de los patios morunos descendidos desde la alcazaba. Solo por verlos en el apergolamiento de la recepci¨®n se justifica aqu¨ª un mostrador para recibir turistas.

Este hotel de la cadena Vincci, localizado frente al r¨ªo Guadalmedina y cerca del Museo Thyssen, es respetuoso con la estructura heredada de una mansi¨®n residencial de principios del siglo XX unida a la ¨²ltima posada que quedaba en el barrio. Rayanas a la fachada se aparecen, visibles a trav¨¦s de un suelo de cristal, los restos de la muralla ¨¢rabe, una antigua tener¨ªa y la escollera del puerto romano, que hasta aqu¨ª llegaba el mar. Las dependencias m¨¢s augustas, no exentas de colorido decorativo, se suceden en torno al luminoso patio: la biblioteca, La Taberna, el desayunado, el restaurante Entremuros.

La azotea deja un m¨ªnimo espacio para una piscina de verano, muy a gusto de la clientela internacional. Si se coloca uno en el lado del salvavidas atisba la torre de la catedral (solo posee una). De sus amplios salones no cabe insistir en estos tiempos de covid. Permanecen, l¨®gicamente, en desuso.

En cambio, las habitaciones s¨ª que han ganado en estilo con esos cabeceros estampados de palmas en diferentes tonalidades y esos espejos de evocaci¨®n art d¨¦co. Incluso la j¨²nior suite exhibe una mayor frescura y perfume. Algunas ofrecen balc¨®n. Otras, una peque?a terraza donde hacerse servir el desayuno sobre una escueta mesa playera. Aqu¨ª el servicio de habitaciones se prolonga a¨²n hasta la madrugada a causa de las restricciones por la pandemia. Su plena disposici¨®n a resolver los inconvenientes del hu¨¦sped queda reconocida por los muchos halagos que recibe en las redes sociales.