Malta en un viaje en clave aventurera
Practicar r¨¢pel en los acantilados de Xaqqa, ir en kayak hasta la impresionante Gruta Azul o navegar en velero hasta Gozo son algunas de las actividades que ofrece el archipi¨¦lago mediterr¨¢neo
Malta se puede visitar de muchas formas. Se puede navegar en velero para descubrir sus islas desde el mar; recorrer sus templos megal¨ªticos, m¨¢s antiguos que Stonehenge o las pir¨¢mides de Egipto; seguir los pasos de todas las pel¨ªculas que se han rodado aqu¨ª...
Malta se puede visitar de muchas formas. Se puede navegar en velero para descubrir sus islas desde el mar; recorrer sus templos megal¨ªticos, m¨¢s antiguos que Stonehenge o las pir¨¢mides de Egipto; seguir los pasos de todas las pel¨ªculas que se han rodado aqu¨ª, o pasear por sus tres ciudades principales. Pero hay otra faceta m¨¢s desconocida de estas peque?as islas, la aventurera: escalar frente al mar, hacer r¨¢pel, v¨ªa ferrata, canoa, esn¨®rquel, buceo o interminables rutas de senderismo son algunas de las actividades para los que vienen aqu¨ª buscando otro tipo de turismo.
Vamos campo a trav¨¦s siguiendo a Massimiliano Scarabosio, un italiano natural de la ciudad italiana de Asti, que lleva en Malta cuatro a?os y trabaja para Mcadventure. ?l carga en sus bolsas todos los utensilios necesarios para el r¨¢pel. Caminamos hasta que termina la tierra y comienzan los acantilados de Xaqqa. Es tan abrupta la ca¨ªda que hay que mirar un par de veces las dos cuerdas que nos sostienen y hacer un acto de fe para comenzar un descenso tan pronunciado. Seg¨²n se gana confianza se puede disfrutar mejor del paisaje, un barranco verde con mar de fondo. Una vez abajo, un empinado sendero lleva a una peque?a cala donde nos podemos decantar por el coastering ¡ªuna ruta por los acantilados que mezcla la escalada en roca, saltos y nado¡ª o seguir a pie.
Desde este punto parte un trekking que sigue la l¨ªnea de la costa y que llega hasta la famosa Gruta Azul. En el camino esperan muchas paradas interesantes y siempre con la compa?¨ªa de la isla de Filfla de fondo; este islote se encuentra a cinco kil¨®metros de la costa y es todo ¨¦l un acantilado de 60 metros. Las rocas que vemos desprendidas son producto de los aviones de la armada Brit¨¢nica que utiliz¨® la isla para sus pr¨¢cticas de tiro hasta 1971. Fue en 1980 cuando se convirti¨® en reserva de aves y hoy cuenta hasta con un caracol y lagartija end¨¦micos.
A mitad de camino nos topamos con Mnajdra y Triq ?a?ar Qim, dos de los m¨¢s de 30 templos megal¨ªticos con m¨¢s de 5.000 a?os de antig¨¹edad que tiene esta peque?a isla. Estos templos, seg¨²n cuenta la gu¨ªa Mayca De Antonio, han dado pie a un sinf¨ªn de teor¨ªas sobre el uso que se les daba a los mismos y la sociedad que los habitaba. En principio se pensaba que eran lugares de culto, pero las teor¨ªas han ido evolucionando y ahora se cree que eran espacios multiusos. Por los restos encontrados, que se pueden ver en el Museo Arqueol¨®gico de Malta, en La Valeta, se piensa que eran sociedades no patriarcales, sin mucha distinci¨®n entre clases y socialmente muy organizadas. Tambi¨¦n se cree que Malta pudo haber sido un centro de peregrinaje importante. Un dato curioso es la ausencia de restos de metales, algo considerado totalmente premeditado, ya que s¨ª que se han encontrado piedras importadas, como puede ser la obsidiana que ven¨ªa de Sicilia u otras provenientes del sur de Italia. En cualquier caso, un halo de misterio cubre siempre estas impresionantes construcciones para las que a¨²n no est¨¢ resuelto el misterio de c¨®mo fueron transportadas y levantadas las enormes piedras que las forman.
Continuamos camino hasta la impresionante Gruta Azul, y aqu¨ª desandamos el camino, esta vez a golpe de remo en kayak. A lo lejos, en tierra se ve la torre de Tal-?amrija, que congrega cada tarde a gente que viene a ver caer el sol. Desde el mar, contemplamos ahora la orilla de cerca, llena de arcos como el de G?ar ?anex y cuevas como la impresionante G?ar Ta¡¯ Lawdu. El punto de vista que ten¨ªamos desde tierra es tan diferente que parece que estemos en otro lugar de la isla. Hoy el viento est¨¢ a nuestro favor y en cada impulso de remo se avanza con facilidad y es de agradecer, porque esta luz del atardecer que ilumina la tierra, y que hace que todo sea tan m¨¢gico, se acabar¨¢ pronto. Exhaustos del largo d¨ªa, nos vemos ya contemplando el mar, vino en mano, desde uno de los bares de la escalinata de la calle Triq San Gwann en La Valeta, con el fuerte de San ?ngel al otro lado del agua, que ya se ha tornado completamente negra.
Comienza un nuevo d¨ªa y con ¨¦l una nueva aventura. Esta vez en el valle de Wied il Ghasel, en Mosta. Massimiliano Scarabosio nos gu¨ªa de nuevo en un sencillo paseo entre ¨¢rboles y matorrales hasta una de las paredes donde se encuentran la v¨ªa ferrata. Nos detenemos ante una pared completamente vertical y vamos ascendiendo con el arn¨¦s monta?a arriba, anclando y desanclando los mosquetones a la pared, a la altura de los nidos. En un momento dado se termina el camino y salvamos el precipicio entre monta?a y monta?a volando en la tirolina.
El calor comienza a apretar y nos dirigimos al mar para navegar en velero hasta una de las mejores localizaciones de la zona para hacer esn¨®rquel, la Laguna de Cristal (Crystal Lagoon), que se encuentra entre la peque?a isla de Comino y el islote de Cominotto. Es un lugar perfecto para principiantes y para todas las ¨¦pocas del a?o, ya que las aguas de Malta rara vez bajan de 15 grados en invierno. Si se busca algo m¨¢s de aventura, se puede investigar las llamadas Cuevas de Comino o Cuevas de Ghemieri, unas 10 grutas de lo m¨¢s variado tanto en paisaje como a lo que en vida submarina se refiere. Aptas tambi¨¦n para el esn¨®rquel, si nos atrevemos con el buceo las disfrutaremos mucho m¨¢s. En cuanto a buceo se refiere, Malta tiene muchas posibilidades ya que existen muchos centros tanto en la isla principal como en Gozo que preparan excursiones para visitar los barcos, pecios y aviones hundidos en sus aguas de todas las ¨¦pocas.
Continuamos la excursi¨®n en el velero para llegar Gozo, donde nos acercaremos a la poblaci¨®n de Nadur para visitar la cueva de Tal-Mixta. A esta incre¨ªble cavidad se accede en un corto paseo desde la zona de parking y tras atravesar un peque?o t¨²nel natural en la roca. Despu¨¦s, lo que aguarda es una vista impresionante sobre Ramla, una de las pocas playas de arena de la isla.
Durante los meses de primavera y oto?o, Gozo es ideal para practicar senderismo, hay una ruta circular que sigue casi en su totalidad la costa y que rodea la isla en 52 kil¨®metros ¡ªse puede realizar tranquilamente en unos cuatro d¨ªas¡ª. Si tan solo se quiere dar un paseo, una de las zonas m¨¢s curiosas son las salinas Xwejni, que se pueden recorrer partiendo de la bah¨ªa del mismo nombre, donde se alza la gran roca que se reconoce por ser una de las im¨¢genes emblem¨¢ticas de la isla. Terminan las salinas y un poco m¨¢s all¨¢ est¨¢ la ventana de Wied il-Miela?, un arco de piedra con una vista impresionante desde todas las perspectivas posibles. Se puede bajar por unas escaleras para observar la ventana de frente a la altura del mar y no es dif¨ªcil toparse con alg¨²n grupo escalando por uno de sus lados.
Y de nuevo en velero, de vuelta a la isla de Malta, con las islas de Comino, Cominoto a un lado y Gozo frente a nosotros, que van desapareciendo junto con la luz del d¨ªa, nos despedimos de estas islas a las que tendremos que volver pronto porque sabemos que a¨²n ha quedado mucho m¨¢s por explorar.
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