Plegarias modernas
?Qu¨¦ esperamos del m¨®vil para que no seamos capaces de despegar nuestra mirada de ¨¦l? He aqu¨ª un t¨®tem de bolsillo, un objeto sagrado m¨¢s grande por lo que simboliza que por lo que parece. Hubo una ¨¦poca en la que no era raro que algunos viajeros rezaran el rosario en el metro. Recuerdo haber mirado a los devotos con un respeto enorme porque ten¨ªa mucho m¨¦rito comunicarse con la divinidad desde las entra?as de la ciudad, desde sus intestinos. Yo no cre¨ªa en Dios, pero cre¨ªa en los que cre¨ªan en ¨¦l. Ve¨ªa c¨®mo pasaban las cuentas con los dedos al tiempo de mover liger¨ªsimamente los labios y me preguntaban si rezar¨ªan tambi¨¦n por m¨ª. Hay gente que reza por sus padres, por sus hijos o por s¨ª mismos, y gente que reza por la humanidad, de la que formo parte. La ¨²ltima vez que me confes¨¦ le dije al cura que aquella era mi despedida, pues me hab¨ªa vuelto ateo.
¡ªRezar¨¦ por ti ¡ªme dijo.
Ignoro si lo hizo. Ignoro tambi¨¦n si debo a sus oraciones las cosas buenas que me han sucedido a lo largo de la vida. Tal vez s¨ª. Tiendo a atribuir lo bueno a la suerte, que no deja de ser una potencia superior, y lo malo a m¨ª mismo. S¨®lo soy responsable de las cat¨¢strofes.
?Acaso ese empleo obsesivo de los m¨®viles no constituye un modo de plegaria? De plegaria laica, si ustedes lo prefieren, que espera una respuesta en forma de wasap, de correo electr¨®nico, de buena nueva fabulosa. Desde el m¨®vil puedes averiguar si te ha tocado la loter¨ªa o si te han ingresado la n¨®mina en la cuenta, pero tambi¨¦n si tu madre, gracias a Dios, ha salido de la UCI. El m¨®vil lo sabe todo. Encomend¨¦monos a ¨¦l.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.