De vender ropa a ser abanderado del dise?o afrofuturista
Mac Collins, de 27 a?os, sintetiza su doble herencia en el afrofuturismo. Sus piezas hablan de la vida sin prisas del Caribe de sus abuelos y del Reino Unido actual.
No ha estado ¡°todav¨ªa¡±, dice, en Jamaica, de donde emigraron sus abuelos. El dise?ador Mac Collins (Nottingham, 27 a?os) ha defendido, en el Madrid Design Festival, que ¨¦l representa el nuevo rostro del Reino Unido, con ra¨ªces africanas pasadas por el Caribe. Se define como ¡°absolutamente brit¨¢nico, en una Gran Breta?a distinta, eso s¨ª. M¨¢s grande y m¨¢s compleja¡±. Explica que hoy el Reino Unido est...
No ha estado ¡°todav¨ªa¡±, dice, en Jamaica, de donde emigraron sus abuelos. El dise?ador Mac Collins (Nottingham, 27 a?os) ha defendido, en el Madrid Design Festival, que ¨¦l representa el nuevo rostro del Reino Unido, con ra¨ªces africanas pasadas por el Caribe. Se define como ¡°absolutamente brit¨¢nico, en una Gran Breta?a distinta, eso s¨ª. M¨¢s grande y m¨¢s compleja¡±. Explica que hoy el Reino Unido est¨¢ formado por gente como ¨¦l ¡°con dos herencias: soy a la vez blanco y negro. Y eso es algo precioso: no tener que elegir¡±. ?Son agentes de cambio? ¡°Eso espero, nuestros trabajos nos est¨¢n cambiando. Hoy podemos ser creativos¡±.
Su abuela paterna lleg¨® de Jamaica para trabajar en una f¨¢brica. Los otros abuelos ¡°cambiaban tanto de trabajo que no sabr¨ªa decir a qu¨¦ se dedicaban¡±. Su padre es guardia de seguridad. Y ¨¦l es el peque?o despu¨¦s de seis hermanas. Es tambi¨¦n el ¨²nico artista de la familia. ¡°No tuve que luchar por el cari?o de nadie¡±, bromea, ¡°pero cuando era joven tem¨ªa que mi familia no se tomara mi profesi¨®n en serio¡±.
Lo primero que dise?¨®, como trabajo de fin de curso, fue un trono. ¡°Mi butaca Iklwa es a la vez reivindicativa de otras culturas, no occidentales, y tradicional: no se puede hacer vanguardia sin historia, no se puede romper lo que no se ha construido¡±. Es cierto que la silla-trono no parece del siglo XXI. Tiene la calidad de los dise?os que quedan fuera del tiempo. ¡°Vivimos en un mundo tan intangible que necesitaba hacer algo con las manos. A medida que vaya ganando confianza, igual me interesa m¨¢s la abstracci¨®n. Pero soy un perfeccionista: no puedo hacer abstracci¨®n sin conocer la figuraci¨®n¡±.
Collins pas¨® de pintar por la calle, siendo un adolescente, a trabajar en tres dimensiones en la Universidad de Northumbria, donde se gradu¨® en 2018. ¡°Como grafitero pintaba paisajes, un lugar donde ir¡±. En realidad, la butaca Iklwa tambi¨¦n es un lugar. ¡°Fue un profesor el que me dio el empuj¨®n. Me dijo que ten¨ªa talento y deb¨ªa esforzarme. Y lo cre¨ª¡±. Poco despu¨¦s de graduarse, el Design Museum le encarg¨® otra butaca y la empresa brit¨¢nica Benchmark las puso en producci¨®n. Son piezas artesanas, cl¨¢sicas y rompedoras a la vez que le han dado un empuj¨®n profesional: ¡°Pas¨¦ de tener un trabajo vendiendo ropa todo el d¨ªa a poder permitirme trabajar solo media jornada. Para m¨ª, ganarme la vida es b¨¢sico. No solo mantenerme, ser capaz de ayudar a otras personas¡±.
Asegura que quiere contribuir a construir una nueva cultura material. Su butaca Domin¨® ¡ªexpuesta en la Side Gallery de Barcelona¡ª hace referencia a la vida sin prisas del Caribe que sus abuelos trajeron al Reino Unido: el tiempo empleado en perder el tiempo, en jugar y en estar con amigos que la sociedad posindustrial de consumo parece considerar in¨²til. Collins escribi¨® una tesis sobre creadores negros. ¡°Necesitaba conocer otras historias¡±. Y calific¨® su propio trabajo de afrofuturism. ¡°Ten¨ªa necesidad de explorar mi historia¡±. Hoy vive en Newcastle. ?Londres es demasiado caro para los j¨®venes dise?adores? ¡°Es eso y son mis amigos, mi familia y mi distancia. Ya veremos qu¨¦ ocurre en el futuro¡±.