En casa de Nicoletta Negrini, la embajadora de la cocina italiana en Espa?a
Heredera de la familia que invent¨® la mortadela con trufa, se instal¨® en Madrid a finales de los noventa. La empresaria ha sido incluida en la lista de las 100 mujeres m¨¢s influyentes del pa¨ªs
La primera vez que Nicoletta Negrini estuvo en Espa?a fue en 1986. Ten¨ªa veintipocos a?os y vino como Sophia Loren en aquella pel¨ªcula de Mario Monicelli llamada Mortadella, con una enorme debajo del brazo. Literalmente. ¡°Pero con mortadella con doble ele, a la italiana¡±, recuerda. La misi¨®n que le hab¨ªa encomendado su padre, fundador junto a su abuelo en 1955 de la f¨¢brica de embutidos Negrini, era desembarcar en el mercado espa?ol. ¡°Yo estaba reci¨¦n li...
La primera vez que Nicoletta Negrini estuvo en Espa?a fue en 1986. Ten¨ªa veintipocos a?os y vino como Sophia Loren en aquella pel¨ªcula de Mario Monicelli llamada Mortadella, con una enorme debajo del brazo. Literalmente. ¡°Pero con mortadella con doble ele, a la italiana¡±, recuerda. La misi¨®n que le hab¨ªa encomendado su padre, fundador junto a su abuelo en 1955 de la f¨¢brica de embutidos Negrini, era desembarcar en el mercado espa?ol. ¡°Yo estaba reci¨¦n licenciada cum laude en Econom¨ªa y Comercio y mi padre decidi¨® que era la persona adecuada para abrir este mercado: me gustaba mucho veranear en las islas Baleares y sab¨ªa cuatro palabras de espa?ol¡±, recuerda entre risas. Lo que se encontr¨® fue un desconocimiento absoluto de la gastronom¨ªa de su pa¨ªs. ¡°Hab¨ªa un solo restaurante italiano en todo Madrid¡±, recuerda. ¡°Para los espa?oles, la mortadela era una salchicha rosa con muchos colorantes. ?Grasa pintada de pink!¡±.
Le cost¨® no poco introducir el producto y hacer pedagog¨ªa. Recuerda que, en aquellos albores tratando de dar a conocer sus or¨ªgenes culinarios, la llamaron, horrorizados, desde un prestigioso restaurante: hab¨ªan recibido una bolsa con algo flotando. Era mozzarella, claro, pero en aquel momento por aqu¨ª solo se hab¨ªa visto en barra. Para tratar de romper tanto prejuicio, a Negrini se le ocurri¨® la feliz idea por la que es reconocida hoy internacionalmente: ¡°No se entend¨ªa que nuestra mortadela costara cuatro o cinco veces m¨¢s que cualquier otra. ?Pero es que est¨¢ hecha con carne magra de cerdo! ?Es de alt¨ªsima calidad! As¨ª que decid¨ª meterle trufa. Nadie echar¨ªa a perder un producto tan caro como la trufa si no fuera en otro igual de exquisito¡±. El resultado funcion¨® tan bien que hoy Nicoletta Negrini es considerada embajadora oficiosa de Italia en Espa?a. ¡°El embajador italiano siempre me dice que la verdadera diplom¨¢tica soy yo, que ellos duran cuatro a?os, pero que yo me quedo¡±.
Negrini se instal¨® definitivamente en Madrid a finales de los noventa. Por el camino ha abierto la Academia del Gusto, una escuela de cocina italiana con una tienda gourmet, santo y se?a de lo italiano en Madrid. Y, desde hace un par de a?os, vive en esta casa, frente al Retiro, en la que es vecina (puerta con puerta) de su ¨ªntima amiga la arquitecta e interiorista tambi¨¦n italiana Teresa Sapey, responsable en ¨²ltima instancia de que Nicoletta se mudara de su piso de Gran V¨ªa. ¡°Ella quer¨ªa un ¨¢tico con terraza, pero le cambi¨¦ la terraza por las vistas¡±, dice Sapey. ¡°Tener el Retiro casi como jard¨ªn particular no tiene precio. Y desde aqu¨ª, disfrutamos de la sinfon¨ªa de colores de los cambios de estaci¨®n¡±. El proyecto de interiorismo fue realizado por las dos amigas. Negrini quer¨ªa una casa atemporal, nada pretenciosa, elegante y con colores naturales. Pero, sobre todo, una casa que transmitiera paz y que hablara de su historia. Por eso, las alfombras tienen estampados tortellinis o la receta de la mamma. Por eso, una de las obras que preside el sal¨®n, de Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia, cuenta el proceso de fabricaci¨®n de la mortadela. Por eso, una de las piezas que reciben al visitante es una imponente cortadora de embutido. ¡°Las colecciono¡±, confiesa la empresaria. Pero su uso no es meramente ornamental. Si hay algo que le guste a esta italiana nacida en Bolonia es recibir en casa, cocinar para los amigos y ?darle uso a la cortadora!