Los ¨²ltimos pescadores del mar Menor
Despu¨¦s de la mortandad masiva de peces en la mayor laguna salada de Europa, la Cofrad¨ªa de Pescadores de San Pedro del Pinatar vive sus peores a?os. Su forma de pescar, completamente artesanal, no solo es un modo de vida, sino tambi¨¦n patrimonio cultural que, ahora, se encuentra en peligro de extinci¨®n.
¡ªEs el peor momento de la historia.
¡ªYo no he visto a?o peor que este. ?T¨² has visto uno peor?
¡ªPor lo menos en venta, el peor de los ¨²ltimos 12.
¡ªMalo no, muy malo.
¡ª?Y qu¨¦ hacemos?
¡ªLo que estamos haciendo estos a?os es morirnos de hambre.
Han pasado unas horas desde que Jos¨¦ Blaya, patr¨®n mayor de la Cofrad¨ªa de Pescadores de San Pedro del Pinatar (Murcia), saliera a faenar al alba. Ahora que el sol empieza a calentar y su barco ya ha vuelto a puerto, se re¨²ne en el des...
¡ªEs el peor momento de la historia.
¡ªYo no he visto a?o peor que este. ?T¨² has visto uno peor?
¡ªPor lo menos en venta, el peor de los ¨²ltimos 12.
¡ªMalo no, muy malo.
¡ª?Y qu¨¦ hacemos?
¡ªLo que estamos haciendo estos a?os es morirnos de hambre.
Han pasado unas horas desde que Jos¨¦ Blaya, patr¨®n mayor de la Cofrad¨ªa de Pescadores de San Pedro del Pinatar (Murcia), saliera a faenar al alba. Ahora que el sol empieza a calentar y su barco ya ha vuelto a puerto, se re¨²ne en el despacho con el secretario de la cofrad¨ªa, Carlos Salas, para planear una reuni¨®n con el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigaci¨®n y Mar Menor, Juan Mar¨ªa V¨¢zquez Rojas. Blaya es pescador pero tiene la personalidad de un pol¨ªtico. De madrugada levanta las redes, despu¨¦s atiende a sus compa?eros pescadores, se re¨²ne con autoridades, supervisa el funcionamiento de las dos lonjas de la cofrad¨ªa, la de San Pedro y la de Lo Pag¨¢n, y, mientras tanto, es consciente de que le ha tocado asumir la direcci¨®n de la cofrad¨ªa cuando el mar Menor empieza a convertirse en un enfermo cr¨®nico vigilado y siempre en peligro.
¡°Es una vida dura esta¡±, dir¨¢ antes en su barco. Blaya, sexta generaci¨®n de pescadores del mar Menor, tiene medido el alcance de esa dureza. Los a?os malos de pesca, los madrugones, la inestabilidad. No saber si hoy llevar¨¢s dinero a casa, ni si ma?ana o esta semana. ¡°El que nace en el mar, se queda en el mar. No sabe ser otra cosa. El mar me ha dado lo mejor y lo peor de mi vida¡±. Lo mejor: una profesi¨®n, el amor, una esposa hija de pescadores. Lo peor: dos hermanos muertos en un temporal. Y, ahora, 2024, el peor a?o hist¨®rico para la pesca despu¨¦s de un 2023 muy malo. Y as¨ª, desde el despacho de la cofrad¨ªa m¨¢s antigua de la Regi¨®n de Murcia (131 a?os), Blaya o El Mini, como le conocen los pescadores, sabe que no puede multiplicar los peces pero s¨ª que su responsabilidad es conseguir trabajo para todos los pescadores.
¡°Con la anoxia [el nombre cient¨ªfico para la falta de ox¨ªgeno en el agua] hemos perdido a la dorada, que era el 90% de lo que se tra¨ªa a la lonja de San Pedro. Hemos perdido el langostino. El a?o pasado pr¨¢cticamente no se pesc¨® nada. Lo que hemos pescado esta ma?ana no da ni para cubrir el gasoil que hemos gastado. Estamos pidiendo ayuda¡ Los pescadores no pueden llegar a fin de mes¡±. Justo en ese momento, como invocada por las palabras de Blaya, entra en el despacho una de las trabajadoras de la cofrad¨ªa. Que esta ma?ana ha llamado fulanito y tambi¨¦n menganito. ?l le dice que d¨¦ la orden de emitirles un pago. Cuando se va, Blaya se vuelve para decir: ¡°Es para pagar a los m¨¢s necesitados porque no pueden aguantar otra semana sin cobrar. Es un problema tanto para los pescadores como para la cofrad¨ªa porque si no ingresamos no podemos mantener la lonja abierta¡±. La cofrad¨ªa tiene un gasto mensual de 40.000 euros. Para poder hacerle frente, tienen que facturar medio mill¨®n de euros. ¡°No estamos haciendo ni la mitad. Estamos arruinados. Cada d¨ªa que abrimos la persiana, perdemos dinero¡±.
La situaci¨®n que los pescadores califican de catastr¨®fica empez¨® hace cinco a?os, cuando una dana arras¨® en 2019 todo el litoral del mar Menor y dej¨® im¨¢genes de inundaciones b¨ªblicas. El agua se llev¨® por delante casas, muebles, coches, y en algunos pueblos, como en Los Alc¨¢zares, la riada tuvo m¨¢s de un metro de altura. La lluvia arrastr¨® limo de los campos agr¨ªcolas y convirti¨® la laguna salada de 170 kil¨®metros cuadrados en una balsa de agua del color del barro. Dos a?os despu¨¦s, el 15 de agosto de 2021 y durante los siguientes seis d¨ªas, el mar amaneci¨® cubierto por un manto de peces de todos los tama?os que boqueaban hasta asfixiarse. Se retiraron casi cinco toneladas de peces muertos y las larvas de algunos peces, como la dorada, murieron por culpa de la anoxia. ¡°Ahora tardar¨¢n entre tres y cuatro a?os en recuperarse¡±, asegura Blaya. Y mientras los peces no llegan, la lonja comienza a cubrirse con un manto de decadencia propio de los lugares que tuvieron un pasado mejor.
¡°Esto es un berenjenal. Todos los d¨ªas pa na¡±. El pescador que se presenta como Pati?o, porque as¨ª es como le conocen en el mar, habla solo mientras extiende sus redes de pesca al sol en una de las pasarelas del puerto de Lo Pag¨¢n. Su barco, que se llama Pepe I, balancea sus seis metros de eslora en el agua mientras ¨¦l hace en silencio. Acostumbrado a salir a pescar solo, hoy a las 6.00 estaba ya recogiendo las redes que llevaban seis d¨ªas caladas mar adentro. A las 11.30 ha vuelto a puerto con una captura total de siete doradas. ¡°Antes volv¨ªa con unos 100 kilos de doradas. Unos d¨ªas m¨¢s, otros menos, pero nunca como ahora. Lo ¨²nico que hay son anguilas y nos proh¨ªben pescarlas. Las restricciones a la anguila no tienen l¨®gica porque hay muchas¡±. Las restricciones de las que habla Pati?o sobre la anguila las ha puesto el Gobierno de la Regi¨®n de Murcia en consonancia con las directivas europeas de protecci¨®n a la especie. Desde hace tres a?os, la anguila solo puede pescarse durante dos meses y medio al a?o y en un cupo de 25 toneladas por temporada, algo que los pescadores no entienden porque, justifican, es una de las especies m¨¢s abundantes del mar Menor.
Pati?o, hijo y nieto de pescadores, ser¨¢ la ¨²ltima generaci¨®n de su familia que se dedique al mar. Su hijo es mec¨¢nico y su hija est¨¢ estudiando Magisterio. ¡°Si esto sigue as¨ª, la pesca en el mar Menor se acaba. La soluci¨®n ser¨ªa darle un paro al mar de un a?o o al menos seis meses. As¨ª da tiempo a que la laguna se recupere¡±, argumenta. ¡°El mar Menor no puede soportar la flota que tiene ni la situaci¨®n actual. La pesca que se ha estado haciendo de forma hist¨®rica ya no volver¨¢¡±, sostiene por su lado Pedro Garc¨ªa, director de la Asociaci¨®n de Naturalistas del Sureste (ANSE). Del mar Menor se llevan sacando peces desde hace milenios. Ya los primeros pobladores de la zona pagaban a Asdr¨²bal, el fundador de Cartago Nova en 227 antes de Cristo, sus tributos en pescado salado y los romanos se llevaban tinajas llenas de garum de la zona. Por eso hablar de dejar de pescar supone tambi¨¦n hablar de terminar con un arte tradicional, una p¨¦rdida cultural. Adem¨¢s, sin salir a faenar no hay capturas y sin capturas no hay dinero que llevar a casa. Tampoco hay muchas m¨¢s opciones qued¨¢ndose en tierra. La pesca es uno de los oficios que siguen transmiti¨¦ndose de padres a hijos y la del mar Menor, de artes tradicionales en las que todo se hace a mano y en barcas de no m¨¢s de seis metros de largo, tiene la particularidad de ser un mundo que sigue estando en manos de los locales. Si el campo de Murcia se trabaja con mano de obra mayoritariamente inmigrante e industrias pesqueras como la gallega han incorporado a j¨®venes senegaleses a sus tripulaciones, no es el caso de la del mar Menor, en la que, adem¨¢s, ya no hay relevo generacional porque la pesca ya no se considera una salida laboral con futuro. Hoy, la cofrad¨ªa de San Pedro del Pinatar cuenta con 78 embarcaciones de las que salen a faenar 55 a diario. De los 129 pescadores censados, solo 8 son de la nueva generaci¨®n.
¡ªAl principio quer¨ªa estudiar la carrera de Educaci¨®n F¨ªsica, pero por una cosa o por otra, al final dije: Yo me saco los cursos y me voy a pescar. Desde peque?a iba a ayudar a mi padre y esto es lo que a m¨ª me gusta y lo que s¨¦ hacer. Estar all¨ª, sentir el frescor, el aroma, es maravilloso, no s¨¦ explicarlo¡
¡ªTan maravilloso no es, que no te enga?e. Es duro, y con los impedimentos que nos ponen, lo hacen m¨¢s duro a¨²n. Que si hay tantos metros de agua no puedes pescar, que aqu¨ª no puedes navegar, que cada vez pagamos m¨¢s de aut¨®nomo, de los seguros. Todo va subiendo.
Yessica Mart¨ªnez lleva seis a?os pescando aunque solo tiene 23. Su novio, Jose Gonz¨¢lez, tiene 27. Entre los dos suman la misma edad que tiene su barco: un viejo ejemplar de cuatro metros de largo y motor ensordecedor en el que salen cada ma?ana. Yessica, con voz suave y una cara que le hace parecer a¨²n m¨¢s joven de lo que es, asegura que, de momento, la pesca les da de comer. Al igual que ella con Jose, sus padres tambi¨¦n han salido siempre a pescar los dos juntos. A Jose lo llaman El Hormigoneras porque, durante la explosi¨®n tur¨ªstica de la costa murciana, su padre trabaj¨® en una obra. A ella, Larguita porque su padre es el Largo. Se conocieron en la lonja de Lo Pag¨¢n, la misma en la que ahora venden su g¨¦nero. ¡°Yo ven¨ªa con mi padre con cuatro o cinco cajas de pescado y ella con el suyo, que tiene un barco grande, llegaba con sus 50 cajas¡±, recuerda Jose con una sonrisa socarrona. Los dos tienen a¨²n el buen ¨¢nimo y optimismo de los que no est¨¢n quemados por el trabajo. Hoy Yessica lleva una ampolla en el dedo. Otros d¨ªas, callos, ronchas, la piel escamosa e hinchada por el fr¨ªo de la primera hora de la ma?ana. Tambi¨¦n dolor de lumbares por levantar cajas llenas de pescado. ¡°Estamos ahorrando para un barco que tiene su maquinita para subir las cajas¡±. Un barco grande con el que tambi¨¦n podr¨¢n salir a lo que llaman el mar Mayor, el Mediterr¨¢neo. Sus padres ya pescan all¨ª. Las capturas son m¨¢s grandes y los beneficios tambi¨¦n. Y en un momento de agon¨ªa como el que est¨¢ viviendo el mar Menor, la soluci¨®n que solo unos pocos pueden permitirse.
¡°Lo que no puedes hacer es querer que todo vaya bien sin hacer nada. Sin poner un duro. Quieres ganar dinero pero no quieres cuidar. ?l¡±, dice Jose se?alando al mar, ¡°se ha curado y ha seguido para adelante. Se ha regenerado como ha podido. Pero el d¨ªa que reviente, nosotros no lo habremos impedido porque no hacemos nada¡±. Despu¨¦s de que se aprobara el trasvase Tajo-Segura en 1979, la superficie de regad¨ªo pas¨® en la Regi¨®n de 25.000 a m¨¢s de 40.000. Proliferaron los pozos ilegales y el acu¨ªfero cuaternario del Campo de Cartagena, una bolsa de agua subterr¨¢nea, empez¨® a crecer por toda el agua filtrada de los campos. En 2016, la mayor laguna salada de Europa colaps¨® por primera vez. El agua de los campos, llena de nitratos, entraba en el mar como si discurriera por un embudo. Los nutrientes llevaron a un proceso de eutrofizaci¨®n que dej¨® el agua turbia y verde primero y el desbordamiento del acu¨ªfero despu¨¦s, que en los ¨²ltimos a?os ha dejado una mancha blanca en el mar. Luego vino la dana de 2019. Despu¨¦s, la gran mortandad de peces de 2021. Ese a?o, los pescadores tuvieron un par¨®n de varios meses en los que la Consejer¨ªa de Pesca de la Regi¨®n de Murcia se hizo cargo de los gastos de la cofrad¨ªa a trav¨¦s de subvenciones. Cuando volvieron a pescar, nadie quer¨ªa el pescado del mar Menor. ¡°Lo vend¨ªamos regalado, y sigue habiendo gente que no se f¨ªa del pescado de aqu¨ª¡±.
Aunque el pescado est¨¦ bien. Los an¨¢lisis cient¨ªficos que se han realizado hasta la fecha para determinar la calidad de los peces confirman que est¨¢n en ¨®ptimas condiciones. La dorada del mar Menor se vende tres veces m¨¢s cara que la de piscifactor¨ªas y restaurantes hist¨®ricos como el Venezuela sirven pescado que compran en la misma lonja de manos de los pescadores a solo 400 metros de su puerta. El problema no son los peces, sino la falta de ellos. Y Jose tambi¨¦n lo dice: ¡°Somos demasiados pescadores para lo castigado que est¨¢ el mar¡±. Lo que no dice, aunque queda impl¨ªcito, es que, si fueran menos, los que quedaran vivir¨ªan quiz¨¢ no muy bien pero s¨ª mejor.
¡°Lo que yo no voy a consentir es que los trabajos que vengan no sean para los pescadores, que se est¨¢n muriendo de hambre, sino para una empresa millonaria¡±. A los trabajos a los que se refiere Blaya y que podr¨ªa solucionar la papeleta al menos durante las temporadas de menos pesca son los de limpieza de la laguna. Quitar la ova, eliminar las algas invasoras, poner redes. Trabajos de mantenimiento del mar Menor que dar¨ªan un salario durante al menos unos ocho meses al a?o a los pescadores. ¡°Este trabajo siempre lo ha hecho el sector pesquero con una empresa subcontratada, pero este a?o no nos han llamado. Por eso estamos muy cabreados¡±, explica el patr¨®n mayor. Hasta ahora, de la limpieza del mar se ocupaba Tragsa, una empresa p¨²blica que recib¨ªa el encargo del Gobierno regional y que empleaba a los pescadores de la cofrad¨ªa por su conocimiento de la laguna. Hasta que este a?o decidieron no llamar m¨¢s a la cofrad¨ªa. Los pescadores se quedaron sin la subcontrataci¨®n y Tragsa trajo a jornaleros de zonas como Calasparra, municipio interior del noroeste de la Regi¨®n a 110 kil¨®metros del mar Menor. Con un presupuesto de 7,4 millones de euros para la retirada de biomasa, les dieron un contrato del 15 de febrero al 15 de noviembre. Para Blaya, era responsabilidad del consejero del mar Menor que Tragsa contratara este a?o a los pescadores. Para el consejero, la contrataci¨®n reca¨ªa ¨²nicamente en Tragsa. ¡°Nosotros lo que les solicitamos es que tengan limpio el tema de la biomasa en la orilla y en el interior, y ellos ya se ponen en contacto con quien creen que son necesarios para poderles ayudar¡±, justifica.
Pero las labores de limpieza anuales no solucionan la contaminaci¨®n del mar, solo alivian los s¨ªntomas. Mientras tanto, la ley de protecci¨®n del mar Menor aprobada hace cuatro a?os est¨¢ siendo revisada por petici¨®n de Vox, que comparte el gobierno con el PP en Murcia. Gracias a la ley actual se han cerrado m¨¢s de 8.000 hect¨¢reas de cultivo que se alimentaban con riego ilegal, pero en la nueva reforma, el partido de ultraderecha exige derogar puntos como la limitaci¨®n de actividad agr¨ªcola en las franjas m¨¢s cercanas al litoral o la medici¨®n de nitratos.
La subasta en la lonja ya ha terminado. Este d¨ªa de marzo en el que el sol calienta m¨¢s de lo normal para la fecha, se han subastado un total de 37 cajas de pescado cuando, seg¨²n Blaya, lo normal habr¨ªan sido unas 200. Afuera, un grupo de pescadores jubilados se sientan en los bancos como lagartos al sol. Pedro, El Churrero, porque su madre regentaba una churrer¨ªa, ha pescado 43 a?os de su vida porque su padre era pescador y su abuelo tambi¨¦n. Hoy tiene 73 a?os y su hijo es enfermero. ¡°Hubo buenos a?os en los que empez¨® a pescar hasta la gente de tierra¡±, dice con las manos apoyadas en el bast¨®n. Alguien recuerda que esos a?os el mar no ten¨ªa algas, con el fondo arenoso, gris, un mar de arena. Entonces no hab¨ªa fango porque no hab¨ªa una sobreabundancia de nitratos provenientes de los campos que ahora son de regad¨ªo, pero nunca debieron dejar de ser de secano. Entonces tampoco hab¨ªa turistas y La Manga ten¨ªa dunas de arena en vez de hoteles. Entonces parec¨ªa buena idea ser pescador. Entonces hab¨ªa peces.