Investigaci¨®n y desarrollo del placer en una f¨¢brica de juguetes sexuales
El sector vivi¨® un auge durante la pandemia que no ha remitido. Visitamos Lovehoney, en Berl¨ªn, empresa l¨ªder en producto e innovaci¨®n
Aterrizamos en Berl¨ªn para visitar las oficinas de Lovehoney, empresa l¨ªder de juguetes sexuales. Ya en los ba?os del aeropuerto, una m¨¢quina dispensa vibradores junto a tampones y condones. En un barrio a las afueras de la ciudad y de camino al cuartel general de la compa?¨ªa, un grafiti en una vieja fachada propone: ¡°Contra el Estado, mast¨²rbate¡±. Ya en Lovehoney, una masturbaroom (sala de masturbaci¨®n) invita a sus trabajadores al autoplacer.
?Fue siempre as¨ª de natural hablar sobre la masturbaci¨®n?
En los a?os setenta, feministas como Betty Dodson en Estados Unidos impulsaron el uso de los juguetes sexuales ¡ªel Magic Wand¡ª para explorar el deseo femenino. En los noventa surgieron dise?os m¨¢s ergon¨®micos como el conejo, popularizado por la serie Sexo en Nueva York. Y fue hace tan solo 10 a?os cuando se comercializ¨® el primer succionador de cl¨ªtoris, el Womanizer, ideado por Michael y Brigitte Lenke y que utiliza la presi¨®n del aire para estimular el cl¨ªtoris.
Si bien es cierto que los avances del feminismo de la segunda ola contribuyeron a la venta de la jugueter¨ªa er¨®tica, estos art¨ªculos han abierto tambi¨¦n el camino para normalizar la sexualidad. Para Almudena M. Ferrer, sex¨®loga y divulgadora, los juguetes son ahora m¨¢s accesibles y forman parte de ¡°una conversaci¨®n p¨²blicamente abierta y algo que se conecta con el placer, especialmente con el de las mujeres¡±. Durante la pandemia, el sector gener¨® m¨¢s de 29.000 millones de euros en el mundo y se espera que crezca un 8% m¨¢s para 2028.
Lovehoney naci¨® en 2021 tras la fusi¨®n de varias empresas y hoy abarca las marcas Womanizer, We-Vibe, Fifty Shades of Grey, Arcwave y Happy Rabbit. En su repertorio, adem¨¢s del Womanizer, se encuentran el primer vibrador para parejas en forma de ¡°c¡± o, recientemente, el Womanizer Wave, el primer cabezal de ducha y estimulador de cl¨ªtoris, que Lovehoney ide¨® a ra¨ªz de conocer que para muchas mujeres su primera experiencia sexual hab¨ªa sido con agua.
Tobias Zegenhagen, director de producto del grupo, nos recibe en una sala junto a la que descansan dos peluches con forma de cl¨ªtoris del tama?o de una persona. La motivaci¨®n que impuls¨® a este ingeniero, que antes de unirse a Lovehoney en 2017 trabaj¨® para Siemens, fue el ¡°estrecho contacto con los consumidores¡±.
A primera vista, Lovehoney no dista tanto de cualquier otra empresa de productos electr¨®nicos. Cuenta con un departamento de ingenier¨ªa, compuesto por ingenieros, t¨¦cnicos el¨¦ctricos y dise?adores 3D, con sus correspondientes m¨¢quinas y laboratorios de testeo. ¡°La parte realmente particular es que pasamos mucho tiempo con los usuarios. Los juguetes proporcionan una experiencia muy individual. No hay una correlaci¨®n directa donde puedas decir que al hacer esto tendr¨¢s un orgasmo. Cuando produces un m¨®vil, por ejemplo, se lo das a un usuario y observas. Nosotros no podemos echar un vistazo mientras la gente se masturba¡±.
Lo que s¨ª pueden hacer es preguntar e hilar. Para ello cuentan con el Masturbateam, el equipo de masturbaci¨®n. Una comunidad de 17.000 personas verificadas, de todos los g¨¦neros y edades (la mayor tiene 77 a?os), que Lovehoney cre¨® en 2019 para profesionalizar el ciclo de retroalimentaci¨®n con el usuario. ¡°A veces buscamos personas que nunca han utilizado un juguete, y otras, gente con mucha experiencia. El ¨²nico criterio es que sean curiosos y tengan cierta apertura para hablar de su sexualidad¡±, explica Elisabeth Neumann, sex¨®loga y directora de usuario. Su equipo es el responsable de las entrevistas, grupos focales y encuestas que se acercan a las experiencias de los usuarios y extraen las percepciones que se trasladan luego al plano tecnol¨®gico. Una vuelta por el departamento de ingenier¨ªa de Lovehoney basta para entender que este no es m¨¢s que un campo de pruebas al servicio del Masturbateam.
¡°Una petici¨®n que nos hac¨ªan frecuentemente era que el vibrador fuera lo m¨¢s silencioso posible. As¨ª creamos el Womanizer Vibe. Todav¨ªa suena algo, pero claro, es f¨ªsicamente imposible que una vibraci¨®n no suene en absoluto¡±, explica Max Winker, director de ingenier¨ªa mec¨¢nica del grupo, como a modo de justificaci¨®n de lo que observamos en una de las salas: una caja insonora con un peque?o micr¨®fono apuntando a un vibrador. Alguien dice que el vibrador parece el conductor de un programa de radio en su cabina. ?Acaso no es ese su cometido?
A veces las investigaciones dan lugar a juguetes nuevos, como en el caso de Arcwave, el primer succionador masculino lanzado en 2020, que estimula el frenillo con aire. La idea surgi¨® cuando usuarias del Womanizer comentaron que lo utilizaban tambi¨¦n para excitar a sus parejas hombres.
El desarrollo de productos como este no est¨¢ exento de desaf¨ªos. El estigma en torno a la jugueter¨ªa er¨®tica ¡ªque perdura a pesar de los avances¡ª aflora en las distintas fases del producto. Lovehoney ha denunciado en los ¨²ltimos a?os las restricciones en p¨¢ginas webs y plataformas como Instagram que dificultan el marketing de sus productos. El estigma se ve tambi¨¦n, dice Zegenhagen, en la dificultad de proteger con patentes sus innovaciones de potenciales ¡°copiadores¡±: ¡°Se trata de forma diferente a Samsung, que fabrica tel¨¦fonos m¨®viles, que al grupo Lovehoney, que fabrica conejos insertables. Parece que lo que hacemos no es innovador, que es obvio¡±.
El estigma aflora incluso antes, en la etapa inicial del desarrollo de producto. Hablar del sexo no es f¨¢cil, ni siquiera cuando perteneces a un grupo llamado Masturbateam. Una pregunta frecuente del equipo de Neumann a los usuarios es: ¡°?Qu¨¦ sientes con esta estimulaci¨®n?¡±. Estos suelen responder vagamente: ¡°Hormigueo¡±, ¡°bien¡±, ¡°mal¡±. ¡°Les resulta muy dif¨ªcil describir con precisi¨®n sus experiencias porque no lo hemos aprendido como sociedad. No tenemos muchas palabras espec¨ªficas para describir las experiencias sexuales y las sensaciones corporales¡±, explica la sex¨®loga.
Un hallazgo reciente del Masturbateam que impact¨® a Neumann fue descubrir que muchas mujeres disfrutaban frotando sus genitales contra almohadas, mesas o sillas, pero la mayor¨ªa pensaba que eran las ¨²nicas. ¡°No me impact¨® el hecho, sino la verg¨¹enza. Hay tanta verg¨¹enza en los cuerpos que unos pocos a?os de mensajes empoderadores en Instagram no la superan¡±, dice.
Aunque a grandes rasgos se ha avanzado en la normalizaci¨®n del deseo sexual femenino y de la masturbaci¨®n, un estudio del a?o 2020 del Instituto de la Mujer en Espa?a indica que ¡°la pr¨¢ctica m¨¢s habitual de las mujeres en el sexo es la penetraci¨®n vaginal (74,6%), por encima de la autoestimulaci¨®n (66,5%)¡±, aun cuando esta tiene beneficios para la salud. Es por esto por lo que Lovehoney cre¨® a finales de 2021 el Fondo del Placer (The Pleasure Fund) para investigar los beneficios de la masturbaci¨®n en las mujeres. Uno de sus estudios, realizado en colaboraci¨®n con el Hospital Universitario Charit¨¦ de Berl¨ªn, revel¨® que las supervivientes de c¨¢ncer de mama que formaron parte de dicho estudio experimentaron excitaci¨®n mental y f¨ªsica cuando utilizaron un juguete sexual.
La sex¨®loga Ferrer, que imparte talleres de masturbaci¨®n en Espa?a basados en el m¨¦todo de Dodson, explica que los juguetes ayudan a las mujeres a conectar con su cuerpo. Muchas de sus pacientes no logran, por ejemplo, contraer conscientemente parte de su cl¨ªtoris. ¡°Conectar con tu mapa genital, ya sea con juguetes, manos u otros objetos, es fant¨¢stico¡±, dice.
Pero entonces, ?basta con las manos? ¡°Hombre, lo que pasa es que llega un momento en el que te cansas¡±, r¨ªe Ferrer. Los juguetes, a?ade Neumann, ¡°ampl¨ªan el horizonte si la sexualidad se siente un poco atascada o se quiere a?adir otra capa. Sobre todo, inician una conversaci¨®n sobre el placer propio, pero no definen tu sexualidad¡±.