Su juguete sexual, gracias
Dirty Luxury Shop abre en Madrid un ¡®sex shop¡¯ con m¨¢quinas expendedoras
Faltan unos minutos para la medianoche. Apenas iluminados por la tenue luz de una farola, Ana y Joaqu¨ªn hacen cola para entrar en lo que parece ser un cajero autom¨¢tico. Joaqu¨ªn no deja de mirar a su alrededor, como si le observaran. Ana, en cambio, dibuja con el pie c¨ªrculos en el suelo sin levantar la mirada. Un sonido casi espacial y la puerta se abre. Tras ella salen dos chicas portando una bolsa de papel sin logotipo alguno. Un r¨¢pido intercambio de miradas entre los cuatro, y las j¨®venes se marchan calle abajo. Es el turno de Ana y Joaqu¨ªn. Este ¨²ltimo inserta su carn¨¦ de identidad en una ranura y la puerta se abre de nuevo. ¡°Corre, cierra¡±, dice a Ana. A continuaci¨®n, lanza una pregunta: ¡°?Compramos el alargador de pene y las esposas?¡±.
¡°La adquisici¨®n de juguetes u objetos er¨®ticos provoca todav¨ªa mucha verg¨¹enza entre la gente¡±, cuenta Fabio Fraioli, due?o de Dirty Luxury Shop, la empresa que gestiona el primer sex shop autom¨¢tico de Madrid (en la calle de San Vicente Ferrer, 8). ¡°La idea es que la gente pueda comprar juguetes u objetos er¨®ticos con la m¨¢xima discreci¨®n¡±. As¨ª, cualquier persona (mayor de 18 a?os) puede acceder al establecimiento y escoger uno de los productos expuestos en las m¨¢quinas expendedoras, desde masturbadores a anillos para el pene, pasando por juegos de mesa, lencer¨ªa, aceites o inciensos. Tan solo hay que teclear el c¨®digo correspondiente, pagar ¡ªen efectivo o con tarjeta¡ª y retirar la compra. ¡°Ofrecemos bolsas lisas, sin logos, para la tranquilidad del cliente¡±, apunta Fraioli.
Abierta las 24 horas del d¨ªa durante los 365 d¨ªas del a?o, su due?o asegura que este tipo de tienda es muy f¨¢cil de mantener porque no requiere de dependientes. ¡°Yo vivo en Roma y vengo a Madrid una vez al mes¡±, explica el propietario, quien ha decidido franquiciar el negocio. Dirty Luxury Shop ya cuenta con otra tienda autom¨¢tica en Aranjuez (paseo del Deleite, 13). ¡°Y para final de a?o esperamos abrir dos m¨¢s¡±, concluye.
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