Kamala Harris le come terreno a Trump en la escena ¡®country¡¯
Siempre ha habido una minor¨ªa silenciosa de artistas ¡®country¡¯ dem¨®cratas. Ahora son m¨¢s y, sobre todo, no temen hacerlo p¨²blico
Las elecciones estadounidenses han provocado un cisma en la familia Cyrus. Miley, progresista contumaz, ha confirmado que apoya a Kamala Harris y acaba de autorizarla a hacer uso de su ¨¦xito Party in the USA. Su padre, Billy Ray, votante dem¨®crata en su juventud, hoy secunda a Donald Trump. La b¨²squeda por parte de ambos candidatos de apoyos en el mundo de la m¨²sica est¨¢ siendo, en cualquier caso, una contienda desigual. Trump est¨¢ reclutando adeptos en escenas alternativas como el trap, la electr¨®nica indie o el gangsta rap, pero las grandes estrellas del negocio, empezando por Taylor Swift o Beyonc¨¦, est¨¢n con Harris.
La excepci¨®n, como de costumbre, es el country. La m¨²sica vaquera tiene una s¨®lida tradici¨®n de conservadurismo ideol¨®gico que se remonta a pioneros como Hank Williams y ha dado pie a himnos reaccionarios como Okie from Muskogee, de Merle Haggard, o Iraq and Roll, de Clint Black. En palabras de Melinda Newman, redactora de Billboard, ha venido siendo ¡°banda sonora preferente de m¨²ltiples campa?as republicanas desde la reelecci¨®n de Richard Nixon en 1972¡å. M¨¢s a¨²n, aunque un considerable 38% de los estadounidenses se declara fan del country, esta m¨²sica tiene su principal caladero sociol¨®gico entre la clase media y obrera blanca de los Estados del sur de la naci¨®n, feudos republicanos en su mayor¨ªa. En consecuencia, a nadie sorprende que Trump est¨¦ recibiendo el apoyo activo de sospechosos habituales como el georgiano de 47 a?os Jason Aldean, con el que suele jugar al golf en su mansi¨®n de Mar-a-Lago, y ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n Travis Tritt o Brian Kelley.
En el otro lado del cuadril¨¢tero, siempre ha habido estrellas del country de ideas progresistas, empezando por el recientemente fallecido Kris Kristofferson, Loretta Lynn, Emmylou Harris o la madrina de Miley Cyrus, Dolly Parton. Pero la mayor¨ªa optaba por un perfil bajo en periodos electorales para no generar rechazo entre sus seguidores. Una banda de country-pop de Dallas, Dixie Chicks, quebrant¨® en 2003 esta ley no escrita al expresar su rechazo a la pol¨ªtica exterior de George W. Bush en un momento de intensa efervescencia patri¨®tica, pocos d¨ªas antes de la invasi¨®n de Irak, y sufri¨® represalias y boicoteos.
La novedad este a?o es que parte del country progresista est¨¢ saliendo del armario, exponi¨¦ndose incluso, con una audacia poco frecuente, al rechazo de su p¨²blico natural. Harris no solo cuenta con el favor de desertoras de la escena de Nashville como Swift y Miley, sino tambi¨¦n con el de un pu?ado de orgullosos disidentes a los que ha dejado de importar que su toma de posici¨®n les pase factura cuando dan conciertos en Arkansas o Tennessee. Es el caso de Jason Isbell, quien actu¨® el pasado mes de agosto en la Convenci¨®n Dem¨®crata de Chicago. O de Maren Morris, que hizo p¨²blicas sus simpat¨ªas por la vicepresidenta en una entrevista en USA Today. Mickey Guyton, estrella afroamericana del country, estuvo tambi¨¦n en Chicago junto a las tres supervivientes de Dixie Chicks, rebautizadas hace unos a?os como The Chicks. Harris ha conseguido poner una pica en Nashville.
La decepci¨®n, para los que le presum¨ªan cercano a la izquierda, ha sido una estrella emergente, Zach Bryan. El m¨²sico publicaba hace unos d¨ªas un tuit en el que se afirmaba que Kanye West es mejor que Taylor Swift. En el contexto polarizado de la actual campa?a, todo el mundo interpret¨® que Bryan estaba expresando en clave su apoyo a Trump, porque a Kanye se le considera uno de los m¨¢s notorios simpatizantes del republicano. Bryan borr¨® el mensaje, cerr¨® su perfil y asegur¨® que estaba borracho cuando lo escribi¨®. Queda la duda de si, en el cisma en la familia Cyrus, est¨¢ del lado de Miley o de Billy Ray.