¡°Hay una campa?a de acoso y derribo contra Irene Montero¡±
Patricia Faraldo, penalista y participante en la redacci¨®n del anteproyecto de libertad sexual, lamenta lo ¡°¨¢cido¡± de las cr¨ªticas
Particip¨® en la redacci¨®n del anteproyecto de ley de libertad sexual e insiste en que trabajaron en el texto ¡°durante tres a?os¡±, que no fue algo ¡°improvisado¡±. Patricia Faraldo (A Coru?a, 50 a?os), catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad de A Coru?a y miembro del grupo de expertos que estudi¨® los cambios en el C¨®digo Penal sobre delitos sexuales, lamenta lo ¡°¨¢cido¡± de algunas cr¨ªticas.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la importancia de la ley?
Respuesta. ...
Particip¨® en la redacci¨®n del anteproyecto de ley de libertad sexual e insiste en que trabajaron en el texto ¡°durante tres a?os¡±, que no fue algo ¡°improvisado¡±. Patricia Faraldo (A Coru?a, 50 a?os), catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad de A Coru?a y miembro del grupo de expertos que estudi¨® los cambios en el C¨®digo Penal sobre delitos sexuales, lamenta lo ¡°¨¢cido¡± de algunas cr¨ªticas.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la importancia de la ley?
Respuesta. Por primera vez en Espa?a hacemos un abordaje completo e integral de la violencia sexual. Desde la prevenci¨®n hasta la reparaci¨®n del da?o. Es novedosa la introducci¨®n de la definici¨®n del consentimiento.
P. ?C¨®mo ha acogido la pol¨¦mica de estos d¨ªas?
R. Estoy un poco perpleja porque alguna de las cr¨ªticas que han trascendido tras la lectura del informe que prepar¨® el Ministerio de Justicia son un poco risibles; son rid¨ªculas. En vez de poner n¨²meros ¡°1,2,3¡± hay que ponerlo en letras¡ Bueno, pues vale. Me parece que alguien ha tenido inter¨¦s en que salieran a la luz an¨¢lisis que deben realizarse en el interior de los ministerios y normalmente no se hacen p¨²blicos. El proceso de perfeccionamiento de las normas se hace con todas las leyes, pero alguien ha tenido inter¨¦s en sacarlo a la luz para desacreditar.
P. ?Cree que el problema con Justicia parte de que las redactoras de la ley eran mujeres, como insinu¨® Pablo Echenique?
R. No, yo no lo expresar¨ªa as¨ª. Este proceso de cr¨ªtica a un texto que viene de otro ministerio es normal. Pero se ha sacado de contexto, se ha presentado como una lucha feroz, y no es as¨ª. Es positivo que un texto sea debatido y se lleguen a acuerdos. Y los textos se pueden perfeccionar, pero tambi¨¦n digo una cosa: es mucho m¨¢s f¨¢cil criticar que constituir. Lo que no acepto son acusaciones de improvisaci¨®n porque llevamos tres a?os trabajando en ello.
P. ?Es lo que ha ocurrido con Irene Montero?
R. Creo que hay una campa?a de acoso y derribo contra la ministra. Y como esta es la primera ley que promueve, hay inter¨¦s en que esto no salga adelante.
P. ?Inter¨¦s por parte de qui¨¦n?
R. No lo s¨¦. ?Qui¨¦n ha filtrado el informe de Justicia? No s¨¦... est¨¢ filtrado y alguien ha contado esas discrepancias internas.
P. ?Siente que las cr¨ªticas parten del machismo, como dijo Pablo Iglesias?
R. No s¨¦ c¨®mo interpretarlas. Tengo muy claro que no es una cuesti¨®n solo t¨¦cnica, tambi¨¦n hay intereses pol¨ªticos. Estamos ante un partido que llega por primera vez a responsabilidades de gobierno en el ¨¢mbito nacional y puede haber alg¨²n inter¨¦s en presentar su trabajo como improvisado. No es algo que se haya redactado en tres d¨ªas porque hab¨ªa que presentarlo s¨ª o s¨ª el 3 de marzo. Hemos participado catedr¨¢ticas. Ha recibido la opini¨®n de numerosos colectivos. Se pueden criticar determinados aspectos y perfeccionar, es normal, pero la forma en que se est¨¢ produciendo el debate es sorprendente. Veo una reacci¨®n desproporcionada y unas cr¨ªticas en absoluto ponderadas. S¨ª creo que hay una reacci¨®n del patriarcado, de un sector conservador, no s¨¦ c¨®mo llamarlo, pero me recuerda mucho a lo que vivimos con la ley de violencia de g¨¦nero, que recibi¨® una oposici¨®n feroz al principio, pero luego se acept¨® que era necesaria y que ayud¨® a muchas mujeres. Se est¨¢ intentando desautorizar poniendo en solfa la experiencia de las que hemos trabajado en esta ley por una parte y luego la propia calidad de la ley en s¨ª.
P. Las alegaciones de Justicia eran duras. Hablaban de falta de rigor, de duplicidades¡ ?Las considera justas?
R. No todas, por supuesto. Se ha seguido el modelo de la ley integral [contra la violencia de g¨¦nero], que es una ley socialista. Me hace mucha gracia que lo que les pareci¨® tan estupendo en 2004 ahora no, cuando el modelo es parecido. Si algo funciona, ?para qu¨¦ cambiarlo?
P. Ha suscitado controversia la modificaci¨®n de las penas de delitos sexuales. ?Recibir¨¢n los agresores menos penas que en la actualidad?
R. Yo personalmente habr¨ªa preferido eso. Pero al final no ha sido as¨ª. Hay una horquilla de penas que abarcan en su l¨ªmite inferior lo que antes eran abusos, que ahora son agresiones, y en su l¨ªmite superior sigue en 15 a?os.
P. ?Por qu¨¦ las habr¨ªa bajado?
R. Para acallar las voces que dicen que las feministas solo queremos m¨¢s c¨¢rcel. El movimiento feminista no pretende castigar m¨¢s, pretende proteger mejor. Y esta ley quiere proteger mejor a las v¨ªctimas.
P. Otro punto que cost¨® cerrar fue el acoso callejero. ?Por qu¨¦ era importante incluirlo?
R. Se manda un mensaje: determinadas situaciones que consideramos relativamente habituales afectan a la libertad sexual y por tanto son indeseables y deben ir desapareciendo. El C¨®digo Penal tiene un valor educativo, le dice a la ciudadan¨ªa qu¨¦ ataques son intolerables. Y va siendo hora de que dejemos claro que las mujeres tenemos derecho a estar en el espacio p¨²blico sin esperar ataques que nos coloquen en situaciones humillantes, hostiles o intimidatorias. Esto no es un ataque al piropo, que si es bonito y bien recibido, no te coloca en esa situaci¨®n. Una cosa es el piropo y otra, que un hombre te siga babeando hasta el portal. Nos referimos a esta segunda cuesti¨®n.
P. En las alegaciones de Justicia se dec¨ªa que el texto se solapa con la ley de violencia de g¨¦nero. ?C¨®mo convivir¨¢n ambas normas?
R. Aqu¨ª est¨¢ pendiente un cambio legislativo bastante m¨¢s amplio que el que se propone en la ley de garant¨ªa de la libertad sexual: que en Espa?a la violencia de g¨¦nero no sea solo la ejercida por un hombre contra su mujer o exmujer. En otros pa¨ªses el concepto es mucho m¨¢s amplio. Cuando se implemente el pacto de Estado en esa materia, habr¨¢ que revisar qu¨¦ concepto tiene que adoptar la normativa espa?ola en materia de violencia de g¨¦nero, que puede ser m¨¢s amplio que el de ahora y entonces s¨ª puede haber solapamientos. En ese caso habr¨ªa que actuar no solo sobre ambas legislaciones, sino sobre otras muchas que hablan de violencia de g¨¦nero. Ahora hablamos de violencia contra la mujer, dom¨¦stica, de g¨¦nero... Hay que buscar un concepto omnicomprensivo.
P. La ley de protecci¨®n de la infancia ampara a los menores de 18 a?os y la de libertad sexual, a las mayores de 16 a?os. ?Se solapar¨¢n?
R. Durante la preparaci¨®n de esta norma tuvimos contactos con la comisi¨®n que trabaja en la ley de infancia para coordinar ambas. Lo que pasa es que esta sale primero, por tanto, la que tendr¨¢ que coordinarse ser¨¢ la de infancia. Esta ley est¨¢ dirigida a mujeres adultas. Se entiende que con las ni?as la problem¨¢tica es distinta. En su momento nos planteamos incluir tambi¨¦n la reforma de los derechos sexuales contra menores, pero se decidi¨® no tocar el tema dado que ya lo contemplar¨¢ la ley de infancia.
P. En el anteproyecto se da un a?o para decidir si son los juzgados de violencia sobre la mujer quienes deben asumir estos casos. Los jueces se quejan de sobrecarga. ?Podr¨¢n asumir estos casos?
R. Claro que pueden, si se ponen los medios. Pensemos que el volumen de casos es de unos 13.000 en toda Espa?a, aunque hay una cifra enorme que no hemos podido cuantificar. Depende de los medios. Si se ponen, se podr¨¢. Si lo que hacemos es sobrecargar ¨®rganos que ya est¨¢n saturados, evidentemente no se mejorar¨¢ la calidad de asistencia judicial.