Vivir buscando a un ser querido
Un estudio pionero, presentado con el motivo del d¨ªa de las personas desaparecidas,que se celebra hoy, desvela los traumas asociados a una ausencia inexplicable
¡°?C¨®mo hago para no sentirme culpable?¡±, ¡°no puedo dejar de pensar en ¨¦l¡±, ¡°me siento mal si me r¨ªo o si me encuentro bien por algo¡±, ¡°lo peor son los y si: ¡®Y si hubiese estado¡¯, ¡®y si le hubiese dicho¡¯, ¡®Y si no...¡±, ¡°yo no quiero ning¨²n psic¨®logo, yo lo que quiero es encontrar a mi hija¡±... La ansiedad, el estr¨¦s cr¨®nico, el insomnio, la falta de apetito, los sentimientos de culpa, la ¡°rumiaci¨®n¡± (pensamiento y preocupaci¨®n persistente) y el ¡°autosabotaje¡± (no permitirse ser feliz) son solo algunos s¨ªntomas reflejados y evaluados en el primer estudio psicol¨®gico acerca del trauma que viven los familiares de personas desaparecidos. Todas esas dolencias ¡ªse han valorado hasta 29 par¨¢metros¡ª alcanzan niveles muy superiores a los que puede sufrir una persona con sus vivencias habituales.
Hoy, 9 de marzo, es el d¨ªa de las personas desaparecidas en Espa?a. Actualmente son 5.529, seg¨²n el balance que divulg¨® la semana pasada Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior. Se present¨® a los afectados el pasado jueves en el Hotel Urban de Madrid por sus autores, Pablo Santamar¨ªa Fern¨¢ndez y la doctora en psicolog¨ªa Aida de Vicente, y sus impulsores, la Fundaci¨®n QSD (Qui¨¦n Sabe D¨®nde) Global y la psic¨®loga Concha Puelles, inspectora de la Polic¨ªa Nacional. Fue una especie de terapia colectiva en la que se pusieron negro sobre blanco, por primera vez, las profundas dolencias que conlleva el ¡°vivir buscando¡±, o en los peores casos, ¡°sobrevivir buscando¡±.
¡°Se me est¨¢ pasando la vida y no me entero porque se apag¨® hace 12 a?os. Nada tiene sentido, no tengo ilusi¨®n por nada¡±. Fina busca a su hijo Joaqu¨ªn desde que en 2008 el mar o la tierra se lo trag¨® en Carboneras (Almer¨ªa) a los 23 a?os. No pasa d¨ªa en que no piense en ¨¦l, pero necesita ya salir de su angustia, se?al¨® a Efe.
La gesti¨®n emocional de una ausencia sin resolver es muy complicada y tiene la particularidad de que es algo que ¡°nunca est¨¢ cerrado y que dif¨ªcilmente se cierra porque la esperanza de encontrar algo, lo que sea, que nos d¨¦ una respuesta calmante nunca se pierde¡±, de ah¨ª que el estr¨¦s y su desgaste sean algo cr¨®nico, explic¨® De Vicente. ¡°Nada de lo que sientan es anormal, lo anormal es lo que les ha ocurrido¡±, les recuerdan los psic¨®logos.
Al dolor y a la dificultad de adaptarse al vac¨ªo enorme que llena sus vidas, la mayor parte de las veces deben sumar el abandono de la Administraci¨®n ¡°Ellos dejan de buscar, pero nosotros, no¡±, confesaban los familiares de los desaparecidos en el encuentro del pasado jueves. Y reclamaban, ante un responsable del Centro Nacional de Desaparecidos, que alguien se acuerde peri¨®dicamente de que ellos, solos, siguen buscando, viven buscando.
¡°Nadie busca a una anciana, pero es mi madre. Yo me conformo con que un d¨ªa me llamen y me digan que han encontrado sus restos¡±, dec¨ªa Beatriz.
Personas mayores, ni?os, j¨®venes, hermanos, hijos, padres... Los familiares de todos ellos requieren un cuidado propio y sobre todo, social que este importante estudio se?ala para que puedan hallar el sosiego necesario para seguir viviendo. ¡°Queremos descansar. Necesitamos un hasta aqu¨ª¡±, dice Jesusa, ¡°pero cuando me meto en la cama oigo a mi hermana dici¨¦ndome ¡®ya queda poco para que me encuentres¡±.
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