Miquel Roca: ¡°Otros Pactos de la Moncloa son viables y necesarios, no s¨¦ si posibles¡±
El pol¨ªtico catal¨¢n, firmante de los acuerdos de 1977, defiende que Espa?a debe enviar a Europa el mensaje de la solidaridad que reclama
¡°Fue una cuesti¨®n relativamente sencilla: era tan complicado el problema que solo juntos lo pod¨ªamos superar¡±. Miquel Roca rememora as¨ª la construcci¨®n del consenso pol¨ªtico que permiti¨® en 1977 la firma de los llamados Pactos de la Moncloa, uno de los episodios clave de la Transici¨®n espa?ola que el Gobierno se propone ahora emular. El pol¨ªtico exconvergente y padre de la Constituci¨®n es, junto al expresidente socialista Felipe Gonz¨¢lez y el socialista catal¨¢n Josep Mar¨ªa Triginer, uno de los pocos firmantes de aquellos acuerdos a¨²n vivo. A sus 79 a?os, confinado en buen estado de salud en su domicilio en Barcelona, Roca defiende la idoneidad de unos Pactos de la Moncloa del siglo XXI. ¡°Viables, seguro que lo son; necesarios y convenientes, tambi¨¦n. Posibles, ya no lo s¨¦. Depender¨¢ de la voluntad de los protagonistas¡±, medita.
Los Pactos de la Moncloa son para Roca, junto con la Ley de Amnist¨ªa y la Constituci¨®n, ¡°los tres pies de la Transici¨®n¡±. Sin el consenso pol¨ªtico en aquellos acuerdos de amplio espectro, el pol¨ªtico catal¨¢n nacido en el exilio no cree que hubiera sido posible la Constituci¨®n, de la que ¨¦l fue uno de los siete forjadores. ¡°El motor del consenso fueron los Pactos de la Moncloa y de este consenso result¨® la Constituci¨®n¡±, evoca.
Roca traza paralelismos entre aquel momento trascendente para Espa?a y el actual. En el terreno econ¨®mico, si la Espa?a de 1977 presentaba un cuadro cl¨ªnico cr¨ªtico (la inflaci¨®n lleg¨® a rebasar en algunos momentos el 30%, frente al -1,4% de lo que va de 2020), la de hoy tambi¨¦n ha entrado en cuidados intensivos. La pandemia del coronavirus se ha cobrado casi un mill¨®n de empleos y el desplome del PIB podr¨ªa llegar a ser de dos d¨ªgitos en el a?o. ¡°Hoy tenemos instituciones, un juego democr¨¢tico instalado, activos econ¨®micos. La situaci¨®n en la comparaci¨®n ser¨ªa mejor¡±, entiende Roca. ¡°Pero, en cambio, la hibernaci¨®n del sistema tiene una punta de gravedad que le da a la situaci¨®n toda la trascendencia y relevancia que se quiera¡±.
?Por qu¨¦ parece tan dif¨ªcil el consenso pol¨ªtico hoy? ?Acaso es peor la polarizaci¨®n que entonces? ¡°Mire, usted y yo seguramente saldremos a las ocho de la tarde al balc¨®n y aplaudiremos, y encontraremos a mucha gente de filiaci¨®n pol¨ªtica e ideolog¨ªa muy distinta haciendo lo mismo¡±, contesta el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional. ¡°Habr¨¢ crispaci¨®n pol¨ªtica, pero hay un deseo enorme que se palpa de solidaridad, de unidad, de avanzar juntos en la soluci¨®n de los problemas¡±, defiende.
A pesar de ese esp¨ªritu de los balcones que invoca Roca, el principal partido de la oposici¨®n, el PP, ya ha anticipado su negativa a un acuerdo de este calado. Pablo Casado considera que la apelaci¨®n a unos nuevos Pactos de la Moncloa es un ¡°se?uelo¡± del Gobierno que esconde ¡°un cambio de r¨¦gimen¡±. ¡°Est¨¢ en la responsabilidad de quien lo dice evitarlo, pero no por ello dejar de negociar la posibilidad de un acuerdo¡±, opina Roca en contestaci¨®n al l¨ªder del PP. ¡°Hay que ayudar a las familias, ?s¨ª o no?, a las empresas, ?s¨ª o no? Hay que reactivar la econom¨ªa, ?s¨ª o no? Hasta aqu¨ª, no veo ning¨²n cambio de r¨¦gimen¡±, contrapone.
El consenso pol¨ªtico de 1977 fue casi total: solo Manuel Fraga, de Alianza Popular, no suscribi¨® el acuerdo pol¨ªtico, aunque s¨ª el econ¨®mico. Los pactos sumaron tambi¨¦n a Santiago Carrillo, l¨ªder del PCE. Hoy, el Gobierno ha sugerido la posibilidad de que la extrema derecha se quede fuera y, en todo caso, Vox ni siquiera coge el tel¨¦fono al presidente del Gobierno. ¡°Los que se autoexcluyan no deben condicionar la inclusi¨®n de los dem¨¢s¡±, se?ala Roca, que opina que ¡°un acuerdo de esta naturaleza debe estar abierto a todo el mundo¡±.
Desde su encierro obligado por el coronavirus, el ex secretario general de Convergencia Democr¨¢tica de Catalu?a se ha percatado de su fragilidad. ¡°Esta situaci¨®n me ha otorgado a mi edad esta condici¨®n nueva de anciano vulnerable¡±, confiesa, mientras se pone al d¨ªa en las herramientas digitales para teletrabajar. ¡°Yo no nac¨ª digital¡±, r¨ªe. No solo ¨¦l, sino la sociedad entera ha reparado de pronto en su enorme vulnerabilidad, reflexiona, y de ah¨ª la necesidad de asociarse y apoyarse los unos en los otros. ¡°Esto Europa lo tiene que entender y Espa?a lo tiene que aprender. En este momento, la gran lecci¨®n que Espa?a puede dar a Europa es decir: os pedimos la solidaridad que nosotros ya practicamos¡±.
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