La Audiencia de Granada suspende el primer juicio con jurado tras la alarma por no cumplir las medidas de seguridad
Acusaciones, fiscal¨ªa y defensa han estado de acuerdo en que no se cumpl¨ªa la distancia f¨ªsica y de seguridad, lo que ha obligado a la magistrada a dictar el aplazamiento
El primer juicio con jurado en Espa?a tras el decreto de alarma estaba previsto para este lunes por la ma?ana en la Audiencia Provincial de Granada. La previsi¨®n era juzgar hasta el pr¨®ximo viernes a Juan Antonio M. G., alias Kiki, como presunto autor de, entre otros delitos, la muerte de un guardia civil hace algo m¨¢s de a?o y medio. Finalmente, la ¨²nica actividad de esta primera sesi¨®n ha sido dictar su suspensi¨®n. Tan pronto como dos de los tres abogados de la acusaci¨®n se han sentado en el lugar asignado para ellos han mostrado su queja por las condiciones. Tras una consulta a todas las partes, la magistrada se ha visto obligada a suspender el juicio, que no tiene a¨²n fecha fijada para su reanudaci¨®n.
Javier L¨®pez y Garc¨ªa de la Serrana es el abogado que acusa a Kiki en nombre de la viuda del agente muerto. Su enfado al terminar la sesi¨®n ha sido considerable: ¡°Es indignante que el delegado de Salud de la Junta haya autorizado, como me consta, que el juicio se celebre en esa sala. Se ve que ese se?or no ha visto un juicio en su vida, si no, no lo habr¨ªa autorizado¡±, ha dicho a L¨®pez y Garc¨ªa de la Serrana. ¡°No han puesto los medios necesarios. La administraci¨®n ya ha fastidiado a los sanitarios y parece que ahora quieran hacer lo mismo con la justicia¡±, ha insistido.
La sala donde se iba a celebrar el juicio no es especialmente grande y deb¨ªa dar cabida a 24 personas como m¨ªnimo: los 11 miembros del jurado, fiscal, abogado del Estado y tres abogados acusadores de parte (uno en representaci¨®n de la familia y dos de asociaciones de la Guardia Civil), la magistrada, secretaria y una funcionaria, m¨¢s el abogado defensor, el acusado y dos polic¨ªas de escolta y, finalmente, la viuda. La Junta de Andaluc¨ªa, responsable de la adecuaci¨®n material de la sala, hab¨ªa dividido los espacios de trabajo de cada uno con una mampara que realmente confinaba el espacio de trabajo sobre la mesa pero, como ha explicado L¨®pez y Garc¨ªa de la Serrana, ¡°tan pronto como dejabas de escribir o mirar al papel y te pon¨ªas un poco derecho sobre la silla, te sal¨ªas del ¨¢rea protegida y te encontrabas a 40 cent¨ªmetros de la persona sentada a tu lado¡±. Esa postura, ha explicado, se pod¨ªa mantener 15 minutos pero no ¡°cinco sesiones de cinco horas, que es lo que ten¨ªamos por delante¡±.
Los hechos que se iban a juzgar ocurrieron el 15 de octubre de 2018. Aquella madrugada la Guardia Civil mont¨® un dispositivo de control de tr¨¢fico en varias carreteras cerca de la localidad de Las Gabias, en el cintur¨®n metropolitano de la capital, a ra¨ªz de un robo. Jos¨¦ Manuel Arcos S¨¢nchez, de 48 a?os, y otra agente en pr¨¢cticas establecieron uno de esos controles y, pasadas las cuatro de la madrugada de aquel lunes, dieron el alto a un veh¨ªculo en el que viajaba quien luego result¨® ser Kiki. Arcos S¨¢nchez par¨® el coche del que sali¨® el delincuente que, tras un forcejeo, le quit¨® el arma al agente y le dispar¨®. El delincuente tambi¨¦n llevaba consigo un fusil ametrallador. Los servicios sanitarios no pudieron salvar al guardia civil. Cinco horas despu¨¦s, Kiki fue detenido a pocos kil¨®metros de los disparos.
El jurado, que esperaba en el patio de la Audiencia, no ha llegado ni a entrar en la sala. Tampoco el reo y su escolta policial, ni Raquel P¨¦rez, viuda del guardia civil asesinado. Con la mitad de personas, y como el aire acondicionado no se pod¨ªa encender por seguridad sanitaria, hac¨ªa bastante calor en la sala. Tambi¨¦n ha sido motivo de queja la obligaci¨®n de compartir micr¨®fono que, en su caso, hab¨ªa de pasarse con la mano de abogado a abogado. A la entrada no se ha realizado la toma de temperatura a ninguno de los asistentes.
Tras la queja de los representantes de las dos asociaciones de la Guardia Civil, la magistrada ha abierto un turno de opiniones. Algunos se han adherido a la queja y han dado sus explicaciones y otros se han abstenido. Finalmente, la magistrada se ha visto obligada a dictar la suspensi¨®n.
Cuando se reanude el juicio, el enjuiciado se enfrenta a peticiones que van desde los 27 a?os de prisi¨®n que reclama la Fiscal¨ªa, a los 42, de la acusaci¨®n particular. Las acusaciones piden indemnizaciones que alcanzan los 330.000 euros.
La viuda y la hija han acudido al juicio
Raquel P¨¦rez, esposa del guardia civil asesinado, y su hija de 22 a?os han querido estar presentes en esta primera sesi¨®n, no as¨ª el hijo. La hija ha increpado al acusado cuando lo dirig¨ªan desde el furg¨®n policial a la sala del juicio. La madre, por su parte, ha explicado que esperaba ¡°justicia" y que, ¡°cuanto antes pase esto, mejor¡±. La viuda del agente ha asegurado que, dentro de la tragedia, se considera ¡°muy afortunada¡±. "No me han dejado sola en ning¨²n momento y no s¨¦ c¨®mo lo voy a pagar¡±, ha agradecido, en alusi¨®n a la Guardia Civil.
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