El Gobierno pacta con el PNV el decreto de nueva normalidad y ultima un acuerdo con Ciudadanos y ERC

El Gobierno cuenta ya con el apoyo del PNV al decreto de nueva normalidad que aprueba este martes el Consejo de Ministros, mientras ultima un pacto con Ciudadanos y con ERC para intentar sumar la mayor¨ªa de la ¨²ltima pr¨®rroga del estado de alarma. El acuerdo con el PNV, hecho p¨²blico por medio de una nota del partido vasco a ¨²ltima hora de la tarde, ¡°salvaguarda el autogobierno vasco¡± y ¡°despeja las dudas en cuanto a una posible recentralizaci¨®n o invasi¨®n competencial¡±, seg¨²n el comunicado de los peneuvistas. Tras el pacto con el PNV, solo falta cerrar flecos con Ciudadanos y ERC, pero las fuentes consultadas ven pr¨®ximo el acuerdo con todos.

El PNV se felicita de que gracias al pacto logrado con el Gobierno ¡°se apuntan l¨ªneas de colaboraci¨®n respetuosas con el autogobierno vasco y las competencias de las comunidades aut¨®nomas para el supuesto de una nueva situaci¨®n de emergencia epidemiol¨®gica¡±, aunque la nota del partido vasco no da detalles de lo acordado. A pesar de que las comunidades que entran en fase 3 recuperan todo el poder de decisi¨®n a partir de este lunes, el borrador del decreto dice que el Gobierno, a trav¨¦s del Ministerio de Sanidad, se reserva la posibilidad de recuperar el control si hay un rebrote fuerte. La exigencia del respeto de las competencias de las comunidades era tambi¨¦n una condici¨®n de ERC, as¨ª que el acuerdo con el PNV allana el camino con los republicanos.

La senda de la colaboraci¨®n de Ciudadanos con el Gobierno no termina con el estado de alarma, a pesar de que, a diferencia de PNV y ERC, no apoy¨® la investidura de Pedro S¨¢nchez. Tras su apoyo a las seis ¨²ltimas pr¨®rrogas, Cs ultima un pacto con el Ejecutivo para respaldar tambi¨¦n el decreto para la nueva normalidad, que est¨¢ previsto que se apruebe el martes el Consejo de Ministros y que regula cuestiones como el uso de mascarillas. En paralelo, la negociaci¨®n de La Moncloa con ERC para esa misma norma avanza tambi¨¦n a pesar de que los republicanos exigieron este lunes una rectificaci¨®n de los t¨¦rminos del decreto ante la amenaza incluso de acudir a los tribunales en caso de no atender sus exigencias.

El Gobierno sigue negociando a varias bandas los decretos que regular¨¢n la llamada nueva normalidad cuando expire el estado de alarma, el pr¨®ximo 21 de junio. La Moncloa mantiene los canales abiertos con Ciudadanos y con los grupos de la mayor¨ªa de la investidura, y puede volver a conseguir una votaci¨®n holgada gracias al apoyo del grupo de In¨¦s Arrimadas. La relaci¨®n fluye con Cs y el acuerdo para el decreto estaba ultim¨¢ndose con el partido de Arrimadas a falta de resolver solo cuestiones t¨¦cnicas, seg¨²n las fuentes consultadas. En paralelo, ERC endureci¨® sus condiciones y encareci¨® su voto.

La relaci¨®n es buena con Ciudadanos y ejemplo de ello es que el Gobierno ha trasladado al partido el borrador del decreto de la llamada nueva normalidad, antes de ser aprobado, para que Cs pueda introducir medidas que permitan su apoyo en el Congreso. El intercambio de papeles se hizo el fin de semana, y Cs hizo llegar a La Moncloa, tras estudiar el borrador, un paquete de mejoras para el decreto. Este lunes por la tarde quedaban algunos flecos por resolver, pero toda la discusi¨®n era sobre cuestiones t¨¦cnicas y estaba muy avanzada, transmitieron fuentes conocedoras de la negociaci¨®n, por lo que el pacto es inminente. Cs insiste en ¡°no bajar la guardia¡± en la desescalada y sus peticiones van en la l¨ªnea de ser todav¨ªa m¨¢s precavidos en las medidas, pero las mismas fuentes evitaron dar detalles de lo pendiente para no frustrar las conversaciones.

La negociaci¨®n para este decreto parte de lo acordado en los pactos para la quinta y la sexta pr¨®rroga del estado de alarma, cuando Ciudadanos exigi¨® al Gobierno consensuar tambi¨¦n un plan b para el momento en el que se levantara la alarma. Este primer decreto, que regula entre otras cosas la obligatoriedad de las mascarillas sin fecha final, ser¨ªa la primera pata de ese plan b. La segunda est¨¢ todav¨ªa pendiente de negociar, y son las posibles reformas legales que har¨ªan falta para imponer restricciones de movilidad si se produjera un rebrote de contagios del virus que obligara a un nuevo confinamiento. Cs quiere evitar que en ese caso se reactive el estado de alarma, ha estudiado las opciones legales y cree que ser¨ªa necesario aprobar ¡°algunos retoques¡± en leyes sanitarias y administrativas para posibilitar esas restricciones. Esas reformas a¨²n no han sido discutidas con La Moncloa, y no forman parte del decreto que se aprueba hoy.

Todo lo que fluyen las conversaciones con Ciudadanos contrasta con las piedras que parecen jalonar la negociaci¨®n con ERC, aunque a lo largo del d¨ªa se ha ido avanzando y a ¨²ltima hora de la tarde los republicanos matizaron el inflexible discurso de la ma?ana, de manera que el acuerdo parece estar pr¨®ximo. Los republicanos hab¨ªan salido muy duros invitando al Gobierno a rectificar la normativa que preparan hasta el punto de que advirtieron estar dispuestos a tomar ¡°medidas legales¡± para impedirlo. ¡°No pueden cargarse un sistema de 30 a?os de historia. Se trata de un decreto que no es ¨²til para Catalu?a, reduce sus competencias¡±, critic¨® la portavoz de ERC, Marta Vilalta. El partido catal¨¢n hab¨ªa accedido a abstenerse en la ¨²ltima pr¨®rroga del estado de alarma a cambio de garantizar el retorno de las competencias una vez se acabara el plan de desconfinamiento. La portavoz cree que la regulaci¨®n que prepara el Gobierno pone de manifiesto ¡°las dos caras del PSOE¡± y dio a entender que se sienten traicionados.

Con todo, en ERC hicieron un llamamiento a la rectificaci¨®n y se mostraron abiertos a pactar, lo que ya indicaba que esta v¨ªa tampoco estaba cerrada y el Gobierno podr¨ªa conseguir, igual que en la sexta pr¨®rroga, una mayor¨ªa amplia que sumara a los votos de la investidura los de Ciudadanos. Pero el apoyo de ERC es costoso: Vilalta mostr¨® tambi¨¦n su descontento por el ¡°insuficiente¡± reparto de las ayudas del Estado a las comunidades para atender la crisis de la pandemia, lo que se a?ade a su petici¨®n de preservar sus competencias.