Ser segundo en Galicia puede valer la Xunta
PSdeG y BNG pugnan en el mismo caladero por liderar el bloque progresista
Adem¨¢s del famoso caladero del centro reformista tan concurrido en campa?a hay en estas elecciones gallegas otro en abierta competencia. PSdeG y BNG pelean por la captura de los miles de votos que ha dejado escapar En Marea, aquel partido instrumental formado por Podemos, Esquerda Unida, la nacionalista Anova y las mareas ciudadanas que irrumpi¨® arrasando en las auton¨®micas pasadas con sorpasso incluido a los socialistas.
Como ocurre con el dinero f¨¢cil, la prometedora formaci¨®n dilapid¨® su fortuna en un suspiro. Volaron los pu?ales en la batalla interna y el partido se qued¨® con lo puesto. Recogido parcialmente en Galicia en Com¨²n-Anova, intenta salvar los restos de aquel naufragio, sabedor de que su aportaci¨®n fundamental es ara?ar votos entre la izquierda indecisa para mantenerse a flote y frenar, adem¨¢s, el avance del PP. El grueso de su antigua fortuna es ahora un bot¨ªn surcando las aguas de un caladero en el que PSdeG y BNG echan sus redes. El problema es que ah¨ª pesca tambi¨¦n la abstenci¨®n.
Aunque nadie duda de que el objetivo de ambas formaciones es expulsar al PP y gobernar en un tripartito con los de Galicia en Com¨²n, lo cierto es que socialistas y nacionalistas se disputan la primera posici¨®n en este bloque de la izquierda: si consiguen desalojar a Feij¨®o, el mejor situado tendr¨¢ la presidencia de la Xunta. Si no lo consiguen, lo que se dirime es el liderazgo en la oposici¨®n.
El BNG llega a estos comicios tras una dura di¨¢spora. Ocho a?os curando la herida de la ruptura en varios flancos que supuso, entre otras, la fuga de su hist¨®rico l¨ªder Xos¨¦ Manuel Beiras: se fue llev¨¢ndose un pedazo del alma de la organizaci¨®n y bastantes votos a Anova, la formaci¨®n nacionalista que fund¨® y triunf¨® en su coalici¨®n con la izquierda instrumental rota tambi¨¦n por las luchas internas.
Los nacionalistas del BNG quieren demostrar ahora su fortaleza; la resiliencia del que est¨¢ convencido de la validez de su proyecto e insiste en ¨¦l. Y lo han fiado todo a la figura de la candidata y l¨ªder de la organizaci¨®n a partir de la traum¨¢tica ruptura, Ana Pont¨®n, de 42 a?os.
En estas elecciones en tiempos de pandemia, con los m¨ªtines restringidos y con la televisi¨®n p¨²blica gallega (TVG) incumpliendo con la obligada neutralidad informativa ¨Dle ha llamado la atenci¨®n por ello la Junta Electoral¨D, el BNG ha hecho una potente y visual campa?a en redes sociales, muy pr¨®xima a la juventud. Una campa?a presidencialista ¡ªpor m¨¢s que lo que pueda presidir la candidata sea el tripartito si hay sorpasso al PSdeG¡ª y en la que se hace hincapi¨¦, adem¨¢s de en el evidente nacionalismo, en su condici¨®n femenina y feminista.
Pont¨®n aporta la sobriedad, el control emocional y una larga carrera pol¨ªtica a pesar de su edad (lleva 16 a?os en el Parlamento gallego). Atributos que la hicieron sobresalir en el ¨²nico debate en el que Feij¨®o accedi¨® a participar.
Si en las elecciones de 2016, en las que encabez¨® por primera vez la candidatura, consigui¨® seis diputados ganando a las encuestas que le daban entre cero y tres, esta vez, ¨Dlos sondeos le auguran entre 13 y 15 y subiendo hasta superar a los socialistas¨D, el BNG se propone hacer lo mismo.
Los nacionalistas creen que podr¨¢n hacer historia y superar su mejor marca: los 18 esca?os conseguidos en 1997 cuando fueron segunda fuerza pol¨ªtica en el Parlamento gallego. ¡°Tenemos esa percepci¨®n; lo sentimos en la reacci¨®n de la gente en la calle de la misma forma que lo sentimos en 2016¡±, comenta un estrecho colaborador de Pont¨®n, convencido del sorpasso al PSdeG. Ambas formaciones dan por hecho que el BNG recoger¨¢ parte de los votos nacionalistas del bot¨ªn abandonado por En Marea y los socialistas, los de la izquierda.
El PSdeG presenta nuevo candidato, Gonzalo Caballero, un hombre avezado en sobreponerse en las situaciones l¨ªmites y que se presenta con el aval de haber llevado al partido ¡ªen las generales y en las municipales del a?o pasado¡ª a la victoria sobre el PP en Galicia. La organizaci¨®n est¨¢ convencida de que el sorpasso del BNG es una quimera. ¡°Tenemos un suelo firme¡±, comenta Xoaqu¨ªn Fern¨¢ndez Leiceaga, el que fuera candidato accidental del PSdeG ¡ªa donde lleg¨® procedente del BNG¡ª en 2016.
En aquellas auton¨®micas, con el entonces secretario general, Jos¨¦ Ram¨®n L¨®pez Besteiro aplastado por la losa de hasta 10 imputaciones judiciales y con el poderoso alcalde de Vigo, Abel Caballero, remando en contra, los socialistas obtuvieron el peor resultado de su historia: 14 esca?os. Un empate t¨¦cnico con la emergente En Marea que arras¨® con el mismo n¨²mero de diputados pero m¨¢s papeletas, coloc¨¢ndose como primera fuerza de la oposici¨®n.
En el c¨ªrculo de Caballero aseguran que no ser¨¢ dif¨ªcil superar ese resultado con el partido unido en torno a ¨¦l y con su t¨ªo, el alcalde vigu¨¦s con quien ha arreglado las discrepancias, pidiendo ahora el voto. El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, se ha volcado adem¨¢s con el candidato: acudi¨® al primer mitin de campa?a, en Ourense, y ten¨ªa previsto acudir al ¨²ltimo, en el fort¨ªn socialista de Vigo, pero no pudo por una aver¨ªa en el avi¨®n que deb¨ªa llevarle hasta all¨ª. Leiceaga est¨¢ convencido de que no hay base social para un sorpasso del BNG. ¡°Su techo ronda el 15 o 16% de los votos mientras que nuestro suelo est¨¢ en el 18%¡±, afirma. Lo que preocupa a socialistas y nacionalistas es la abstenci¨®n; que quede sin repartir el trofeo de la extinta En Marea.
Claro que tambi¨¦n reconocen que Feij¨®o est¨¢ nervioso: Se ha volcado en la provincia de Ourense, el feudo que le da las mayor¨ªas y donde, apunta Leiceaga, ¡°en los bares de algunos pueblos los mayores a¨²n no se atreven a ir a jugar la partida¡±. La abstenci¨®n tambi¨¦n puede pescar ah¨ª algo.
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