El d¨ªa que Luis Navajas levant¨® la voz
Discreto y muy respetado, el ¡®n¨²mero dos¡¯ de la Fiscal¨ªa deja estupefactos a sus compa?eros con sus duras acusaciones
Hasta el pasado lunes, todos en la Fiscal¨ªa sab¨ªan que Luis Navajas (Granada, 71 a?os) jam¨¢s hab¨ªa levantado la voz y estaban convencidos de que nunca lo har¨ªa. Por eso, la sorpresa y la incredulidad acompa?aron a la difusi¨®n de las declaraciones del teniente fiscal del Tribunal Supremo, n¨²mero dos del ministerio p¨²blico, a Onda Cero y OK Diario. Para estupefacci¨®n general, el comedido Navajas arremet¨ªa contra los que le hab¨ªan criticado tras su informe opuesto a las querellas presentadas por entidades, particulares y Vox contra el Gobierno por su gesti¨®n de la pandemia. El desconcierto fue tal que cuando uno de sus antiguos colaboradores recibi¨® el enlace de la informaci¨®n sobre las entrevistas en su tel¨¦fono m¨®vil, solo ley¨® el titular y les dijo a sus acompa?antes: ¡°Bah, seguro que esta es una fake news de esas¡±. Las acusaciones de Navajas contra algunos de sus compa?eros han provocado tal terremoto interno que la Fiscal¨ªa General del Estado anunci¨® este martes la apertura de una investigaci¨®n interna.
Navajas, en efecto, nunca fue un fiscal rebelde. Todo lo contrario. Desde los tiempos en que preparaba oposiciones se gan¨® fama de estudioso y reservado. Nacido en una familia de juristas ¡ªsu padre fue tambi¨¦n fiscal del Tribunal Supremo¡ª, hasta esta semana solo hab¨ªa provocado una sonora pol¨¦mica hace ya tres d¨¦cadas con el documento que llev¨® su nombre, el llamado informe Navajas, escrito durante su etapa San Sebasti¨¢n. En ese texto desvel¨® las ramificaciones del tr¨¢fico de droga en el Pa¨ªs Vasco, con alusiones a la implicaci¨®n de personas del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo. El asunto caus¨® un profundo desagrado en la propia Fiscal¨ªa del Estado.
Aquel informe acabar¨ªa archivado, pero hay quien piensa que detuvo la progresi¨®n de su carrera, que tuvo sus fases iniciales en Almer¨ªa y Badajoz, hasta la llegada a Gipuzkoa, en 1987. Llevaba 16 a?os en el Pa¨ªs Vasco, cuando en 2003 consigui¨® dar el salto al Tribunal Supremo. El fiscal general era Jes¨²s Cardenal, nombrado por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que tambi¨¦n hab¨ªa estado destinado muchos a?os en Euskadi. Al consultar con sus colaboradores, el parecer fue un¨¢nime: ¡°Si quiere venirse, se lo ha ganado¡±.
El siguiente salto lleg¨® en 2013, cuando fue promovido a n¨²mero dos de la carrera como teniente fiscal del Supremo, puesto que ha ocupado hasta ahora, a menos de tres meses para su jubilaci¨®n. Le nombr¨® Eduardo Torres Dulce, en la fase final de su mandato como fiscal general. Fue tras la consulta ilegal del 9-N de 2014 en Catalu?a, con un Gobierno del PP, presidido por Mariano Rajoy. Los fiscales de Catalu?a se hab¨ªan opuesto a presentar una querella contra el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, por convocar la consulta. Una Junta de Fiscales en el Supremo decidi¨® enmendar la plana a sus colegas de Barcelona y, con el respaldo de Navajas, promovi¨® la querella que tiempo despu¨¦s acabar¨ªa inhabilitando al president.
Luis Navajas ha sabido acomodarse a las etapas sucesivas con cinco fiscales generales distintos porque su criterio siempre ha sido que la Fiscal¨ªa es una instituci¨®n en la que, m¨¢s que la jerarqu¨ªa ¡ªque tambi¨¦n¡ª, debe imperar la lealtad mutua. En parte por eso se ha revuelto de tal modo con las cr¨ªticas que ha sufrido su informe sobre las querellas contra el Gobierno por la gesti¨®n de la pandemia. Es de los que cree que las discrepancias se ventilan en casa, y no en los medios de comunicaci¨®n. Esa hab¨ªa sido siempre su pauta de comportamiento. Hasta ahora, cuando se ha sentido v¨ªctima de un cambio en las reglas del juego del ministerio p¨²blico.
Muchos en la Fiscal¨ªa se preguntan por qu¨¦. Algunos dicen que a Navajas le han calentado los cascos para que salga a dar dentelladas. ?l afirm¨® en sus entrevistas que no le gu¨ªa ambici¨®n alguna y brome¨® con que solo podr¨ªan tentarle con la titularidad de la Embajada ante la Santa Sede. Navajas ha desarrollado 44 a?os de carrera fiscal sin buscarse enemigos. Pero esta vez ha enfriado, si no congelado, algunas amistades. Entre ellas, las de los fiscales del Supremo Consuelo Madrigal y Fidel Cadena, identificados como los que acudieron a su despacho a recomendarle que apoyase, si no todas, al menos parte de las querellas contra el Gobierno. Seguramente, no lo habr¨ªa desvelado de no ser por la lluvia de descalificaciones que le cay¨® por ese dictamen. Sobre todo una, la de que le llamaran ¡°abogado del Gobierno¡±, cuando fue ¨¦l quien decidi¨®, por ejemplo, pedir el archivo de las actuaciones contra el presidente del PP, Pablo Casado, por su m¨¢ster universitario, justo cuando acababa de asumir el liderazgo del partido.
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