Lesmes desoye al Ejecutivo y logra asignar seis cargos clave
Mar¨ªa Luisa Segoviano, primera mujer que preside una sala del Tribunal Supremo
En pleno desencuentro con el Ejecutivo por la ausencia del Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces, y con el Ejecutivo buscando f¨®rmulas para desatascar la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de la judicatura, el pleno del Consejo General del Poder Judicial aprob¨® este mi¨¦rcoles seis nombramientos clave en el Tribunal Supremo: tres presidencias de sala y tres plazas en la Sala de lo Penal, la que juzga causas contra aforados. Las votaciones ahondan la brecha con el Ejecutivo, que reclam¨® que se pospusieran los nombramientos hasta la renovaci¨®n del ¨®rgano.
Con los seis nombramientos votados este mi¨¦rcoles por el Consejo, el ¨®rgano que preside Carlos Lesmes culmina un proceso por el que, desde que en diciembre de 2018 caduc¨® su mandato, ha renovado buena parte de la c¨²pula judicial. Los vocales han adjudicado en estos meses m¨¢s de medio centenar de cargos discrecionales, desde presidencias de Audiencias Provinciales y Tribunales Superiores de Justicia a la presidencia de la Audiencia Nacional y la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Tambi¨¦n han designado hasta 13 magistrados del alto tribunal, que son plazas vitalicias cuya adjudicaci¨®n, si se hubiera renovado el Consejo a tiempo, no habr¨ªa correspondido al pleno actual.
El Gobierno intent¨® en los ¨²ltimos d¨ªas frenar los seis nombramientos clave de ayer como forma de presionar al PP para desbloquear el ¨®rgano. Pero la mayor¨ªa de los vocales, incluidos seis de los siete que fueron propuestos en su momento por el PSOE, desoyeron la petici¨®n del Ejecutivo y optaron por alcanzar un acuerdo global con la mayor¨ªa conservadora liderada por Carlos Lesmes, que ha conseguido as¨ª sacar adelante los nombramientos con votaciones holgadas. El resultado es una imagen de cohesi¨®n que, seg¨²n varios miembros del Consejo consultados, no responde a la realidad de lo que se vive a diario en el ¨®rgano, pero que le permite al presidente legitimar su decisi¨®n de seguir adelante con los nombramientos pese a la presi¨®n de La Moncloa.
La elecci¨®n de cargos discrecionales del Consejo requiere un m¨ªnimo de 13 votos, una suma que no alcanza ni el bloque conservador ni el progresista, lo que ha obligado a ambas facciones a negociar la selecci¨®n de nombres. Los progresistas ganan cuatro plazas: dos presidencias de sala (la Social y la Militar) y dos puestos en la sala de lo Penal. Los conservadores se quedan con dos, pero logran conservar, tras el convulso mandato de Luis D¨ªez-Picazo, la presidencia de la Sala de lo Contencioso, la que resuelve los litigios contra decisiones del Gobierno.
El ¨®rgano que dirige Lesmes ha renovado, estando en funciones, las cinco presidencias de sala del Supremo. El resultado es favorable para el bloque conservador, que se garantiza para los pr¨®ximos a?os la presidencia de las dos salas clave: la de lo Contencioso (adjudicada ayer a C¨¦sar Tolosa) y la Penal, presidida por Manuel Marchena, que renov¨® el cargo en octubre pasado.
Los progresistas se han hecho con las presidencias de la Sala Cuarta (de lo Social) y la Quinta (de lo Militar). Al frente de la primera estar¨¢ Mar¨ªa Luisa Segoviano, que se convierte en la primera mujer en presidir una sala del Supremo en m¨¢s de 200 a?os. Segoviano, de 70 a?os y tendencia progresista, recab¨® los votos de 19 de los 21 miembros del pleno del Consejo. Los otros dos, Concepci¨®n S¨¢ez y ?lvaro Cuesta, votaron en blanco por estar en contra de que el actual Consejo designara estas plazas clave.
A esa elecci¨®n se une, frente a la Sala de lo Militar, la del progresista Jacobo Barja de Quiroga. Y se cubren tambi¨¦n tres plazas de la Sala Penal del Supremo, la que tiene la ¨²ltima palabra en todas las causas penales y juzga las causas contra aforados. Ser¨¢n ocupadas por dos magistrados progresistas (Javier Hern¨¢ndez y Leopoldo Puente) y uno conservador (?ngel Hurtado).
Mar¨ªa Luisa Segoviano, primera presidenta
La designaci¨®n de la presidencia de la Sala Cuarta no era sobre el papel el puesto m¨¢s estrat¨¦gico de los que estaban este mi¨¦rcoles en liza, pero la designaci¨®n de Mar¨ªa Luisa Segoviano s¨ª se ha convertido en la m¨¢s simb¨®lica de todas porque supone acabar con una anomal¨ªa de 200 a?os: que ninguna mujer hubiera nunca presidido una sala del alto tribunal. Segoviano, que ven¨ªa ejerciendo la presidencia en funciones de la sala desde el verano, tras la jubilaci¨®n de su titular, ingres¨® en la carrera judicial en 1987 por el turno reservado a juristas de reconocida competencia. Fue presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n con sede en Burgos entre 1997 y 2002 y presidenta de la Sala de lo Social del mismo Tribunal Superior con sede en Valladolid entre ese a?o y 2006, cuando fue nombrada magistrada del Supremo.
Su elecci¨®n supone tambi¨¦n que, a partir de ahora, la Sala de Gobierno del alto tribunal contar¨¢ con dos mujeres entre sus integrantes: la presidenta de la Sala Cuarta como miembro nato y la magistrada de la Sala Segunda Susana Polo Garc¨ªa, que obtuvo un puesto en las ¨²ltimas elecciones a este ¨®rgano, celebradas el 26 de noviembre de 2019.
C¨¦sar Tolosa, el reto de pacificar la Sala de lo Contencioso
C¨¦sar Tolosa ha recabado 18 de los 21 votos del pleno para ponerse al frente de la Sala Tercera del Supremo, una de las salas clave del alto tribunal pero que en los ¨²ltimos a?os ha protagonizado episodios pol¨¦micos de la mano de su anterior presidente, Luis D¨ªez-Picazo, que ha renunciado a renovar en el cargo. Algunos de esos cap¨ªtulos, como la rectificaci¨®n sobre qui¨¦n debe pagar el impuesto de las hipotecas, dejaron una profunda divisi¨®n en la sala que todav¨ªa pervive. Intentar cohesionar a los magistrados ser¨¢ una de las tareas de Tolosa, de 63 a?os y miembro de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura. Juez desde 1982, ha ejercido gran parte de su carrera en Cantabria, donde presidi¨® la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior auton¨®mico. Lleg¨® al Supremo en 2014 y desde el a?o pasado forma parte de la Sala de Gobierno como miembro electo.
Jacobo Barja de Quiroga, un progresista al frente de la Sala de lo Militar
Jacobo Barja de Quiroga ha obtenido 19 de los 21 votos del pleno para sustituir a ?ngel Calder¨®n, que se jubil¨® recientemente tras tres mandatos al frente de la Sala Quinta. Barja de Quiroga, magistrado de esta sala desde 2014, es considerado un progresista con estrechos lazos en los dos sectores. Fue vocal del CGPJ (de 1996 a 2001), exjefe de gabinete del anterior presidente, Gonzalo Moliner y hombre de confianza de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.
?ngel Hurtado, el juez que pidi¨® absolver al PP en G¨¹rtel
El magistrado ?ngel Hurtado llega a la Sala de lo Penal cuando est¨¢ tiene pendiente dictar la sentencia definitiva sobre la primera etapa de la trama G¨¹rtel, que confirm¨® la existencia de una caja b en el PP y conden¨® al partido. Hurtado, no afiliado a ninguna asociaci¨®n, fue el ponente de aquella resoluci¨®n y el ¨²nico magistrado que se opuso a la condena de la formaci¨®n entonces presidida por Mariano Rajoy, a cuya comparecencia como testigo tambi¨¦n se opuso, sin ¨¦xito, el nuevo magistrado del alto tribunal. Juez desde 1983, ha ejercido los ¨²ltimos 14 a?os en la Audiencia Nacional, de cuya Sala de Apelaciones formaba parte hasta ahora.
Javier Hern¨¢ndez, de Catalu?a al Supremo
El magistrado Javier Hern¨¢ndez, elegido para cubrir la vacante por jubilaci¨®n de Francisco Monterde en la sala de lo Penal, ha desarrollado toda su carrera en Catalu?a. Presid¨ªa hasta ahora la Secci¨®n de Apelaci¨®n Penal del Tribunal Superior de Justicia y ha sido magistrado de la Audiencia Provincial de Lleida y de la de Tarragona. De tendencia progresista, es considerado un penalista con un elevado perfil t¨¦cnico e intelectual. Ha ejercido como profesor en la Escuela Judicial entre 1999 y 2003; en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona como profesor conferenciante en el ¨¢rea de Derecho Constitucional (2007-2009) y como profesor del ¨¢rea de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universitat Rovira i Virgili (1994-1999).
Leopoldo Puente, un penalista moderado
El elegido para cubrir la vacante por jubilaci¨®n de Alberto Jorge Barreiro estaba destinado hasta ahora en la Secci¨®n de Apelaci¨®n de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Considerado un progresista moderado, fue miembro de la Asociaci¨®n de Jueces para la Democracia y es especialista en Derecho Penal, materia que ha impartido como profesor asociado en la Universidad de Castilla-La Mancha.
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