El jurado popular declara culpable a la ¡®viuda negra¡¯ de Alicante por el asesinato del hombre con quien acababa de casarse
La decisi¨®n, por unanimidad, ha considerado probados los hechos narrados por la agente que presenci¨® el crimen
El jurado popular ha declarado culpable a Concepci¨®n Mart¨ªn, Conchi, del asesinato del hombre con el que se acababa de casar. Tambi¨¦n ha considerado que su cu?ado y cuidador, Francisco P¨¦rez, fue quien le produjo m¨¢s de veinte heridas en el cuerpo con un arma punzante, hasta causarle la muerte. La ¡°falsa discapacitada¡±, seg¨²n la define el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) pasa a ser, tras el dictamen un¨¢nime del jurado y definitivamente, la viuda negra de Alicante, apelativo con el que fue conocida desde su detenci¨®n.
El jurado se ha decantado as¨ª por una de las dos versiones diametralmente opuestas que se vertieron durante el desarrollo del juicio. La primera, la de una agente de polic¨ªa que presenci¨® el crimen, quien se?al¨® a Conchi y Francisco como autores materiales del asesinato. La segunda, la de los dos acusados, que apuntaron a un desconocido que huy¨® de la escena del crimen en cuanto ellos se acercaron. El jurado no ha tenido dudas y, tras una primera devoluci¨®n del acta que ha alargado su lectura hasta las 12.50 de la madrugada, se ha pronunciado: el relato m¨¢s veros¨ªmil es el de la testigo del crimen.
Los hechos tuvieron lugar el 22 de agosto de 2018 en una zona de acantilados de Alicante. El camionero jubilado Jos¨¦ Luis Alonso, de 69 a?os, recibi¨® m¨¢s de una veintena de ataques con un arma punzante junto a su caravana. Falleci¨® antes de que llegaran los servicios de emergencia. Una polic¨ªa fuera de servicio presenci¨® la agresi¨®n, acudi¨® a socorrerle y colabor¨® en la detenci¨®n de Conchi, con quien la v¨ªctima se hab¨ªa casado apenas unos d¨ªas antes, y de Francisco, su cu?ado y supuesto cuidador.
Con la declaraci¨®n de la testigo en la mano, la investigaci¨®n posterior se ci?¨® a averiguar c¨®mo hab¨ªan llegado los dos detenidos y la v¨ªctima al aparcamiento junto al mar. Conchi hab¨ªa quedado con su reciente marido, con el que se hab¨ªa casado el d¨ªa 4 de ese mismo mes, en la autocaravana, para celebrar una cena rom¨¢ntica. Junto a ella estaba Francisco, quien la ayudaba a trasladarse en una silla de ruedas que la presunta asesina utilizaba intermitente. Seg¨²n declar¨® en el juicio, a causa de una fibromialgia. Seg¨²n contaba a quien la quisiera escuchar, por una paraplejia.
La polic¨ªa estableci¨® que en esa cita, Conchi sujet¨® a su marido mientras Francisco empu?aba el arma, posiblemente, un destornillador cuya empu?adura hallaron en su posesi¨®n. Por su parte, Conchi y Francisco acusaron, frente al tribunal, a un desconocido al que no pudieron reconocer. Tambi¨¦n insinuaron que el hijo mayor de la v¨ªctima podr¨ªa estar implicado, ya que contaron que Alonso balbuce¨® antes de morir que su hijo ¡°se la hab¨ªa clavado en el coraz¨®n¡±. Antes, tras su detenci¨®n hab¨ªan llegado a achacar el crimen a ¡°dos negros¡±. Todos estos relatos, inveros¨ªmiles para el Fiscal, tampoco han resultado cre¨ªbles para los nueve integrantes del jurado.
Ahora, el magistrado que ha presidido el tribunal, Jos¨¦ Mar¨ªa Merlos, tendr¨¢ que imponer la pena correspondiente. Conchi y Francisco se enfrentan a 30 y 28 a?os de prisi¨®n por un delito de asesinato con las agravantes de ensa?amiento, aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo y, en el caso de la mujer, la de parentesco, a petici¨®n del Fiscal. La acusaci¨®n particular, que representa a uno de los tres hijos de la v¨ªctima, pide 31 a?os de c¨¢rcel para ambos, por el delito de asesinato con las agravantes de alevos¨ªa, ensa?amiento, uso de disfraz, abuso de superioridad y aprovechamiento de las circunstancias del lugar, tiempo o auxilio de otras personas.
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