Cinco polic¨ªas de la Operaci¨®n Kitchen recibieron dinero de los fondos reservados
El comisario que llevaba el registro de las entregas detalla al juez el escaso control sobre el destino final que le dieron estos agentes
Al menos cinco polic¨ªas imputados en el caso Kitchen por el espionaje ilegal al extesorero del PP Luis B¨¢rcenas y su entorno recibieron durante los a?os que dur¨® aquel operativo dinero de los fondos reservados. As¨ª lo confirm¨® ante el juez el pasado 10 de septiembre en su declaraci¨®n judicial el comisario Felipe Lacasa, quien entre septiembre de 2013 y mayo de 2015, como secretario general de la Direcci¨®n Adjunta Operativa (DAO) de la Polic¨ªa Nacional, llevaba el control de las cantidades entregadas a agentes y unidades con cargo a estos fondos, destinados al pago, entre otras cosas, de confidentes. Lacasa, que comparec¨ªa como testigo por segunda vez, detall¨® que estos agentes fueron el comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo ¨Den prisi¨®n desde noviembre de 2017 como presuntos cabecilla de una trama policial¨D, los tambi¨¦n comisarios Enrique Garc¨ªa Casta?o y Andr¨¦s G¨®mez Gordo, y los inspectores Jos¨¦ ?ngel Fuentes Gago y Bonifacio D¨ªaz Sevillano.
Los tres ¨²ltimos y Villarejo depend¨ªan directamente del entonces director adjunto operativo y, por tanto, n¨²mero dos de la Polic¨ªa, el comisario Eugenio Pino, se?alado como el presunto mu?idor de la llamada brigada patri¨®tica surgida en la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz al frente de Interior para espiar a rivales pol¨ªticos del PP. Garc¨ªa Casta?o era el jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), el grupo policial encargado de operaciones encubiertas de obtenci¨®n de informaci¨®n contra el terrorismo y la delincuencia organizada.
La investigaci¨®n judicial ha acreditado hasta ahora el gasto de 53.266 euros de los fondos reservados en esta operaci¨®n, la mayor parte para abonar 2.000 euros al mes por su trabajo como confidente a Sergio R¨ªos Esgueva, que fue ch¨®fer de B¨¢rcenas y de su esposa, Rosal¨ªa Iglesias. Adem¨¢s, las pesquisas han destapado otros gastos en restaurantes (2.574 euros), transporte (496 euros) y abonos de otra naturaleza (195 euros). Las entregas de este dinero fueron efectuadas por el comisario Villarejo y su compa?ero G¨®mez Gordo. Tambi¨¦n se recoge la compra de una pistola por 700 euros para entreg¨¢rsela al ch¨®fer de extesorero, y que realiz¨® un polic¨ªa de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) por orden de Garc¨ªa Casta?o. De los otros dos agentes no hay, hasta ahora, constancia documental en el sumario de a qu¨¦ destinaron los fondos. Uno de ellos, Fuentes Gago, fue el polic¨ªa enviado por Interior a Nueva York en abril de 2016 a entrevistarse con un exdirigente del r¨¦gimen venezolano para recabar datos contra Podemos.
Lacasa volvi¨® a asegurar en esta segunda declaraci¨®n que nunca oy¨® hablar de la Operaci¨®n Kitchen ni vio ese nombre reflejado en los documentos que le entregaban los cinco polic¨ªas para justificar los gastos de los fondos reservados. Sin embargo, s¨ª admiti¨® que le extra?¨® que la UCAO, encabezada por Garc¨ªa Casta?o, tuviera una asignaci¨®n especial diferenciada de la que recib¨ªa la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, responsable de la lucha antiterrorista, en la que estaba integrada. El comisario Lacasa, actualmente jubilado, detall¨® que ese dinero lo ped¨ªa directamente Garc¨ªa Casta?o ¨Dquien ha comenzado a colaborar con la investigaci¨®n¨D, pero no sab¨ªa qu¨¦ uso hac¨ªa del mismo. ¡°Preg¨²ntele a ¨¦l, yo no lo s¨¦¡±, respondi¨® al fiscal que le interrogaba. Lo que s¨ª especific¨® es que tanto el dinero que le dio al jefe de la UCAO como a los otros cuatro agentes imputados por su presunta implicaci¨®n en el espionaje ilegal a B¨¢rcenas lo hizo tras recibir una ¡°orden verbal¡± del que era su inmediato superior, el comisario Pino, que ocupaba un despacho cercano al suyo.
Durante su declaraci¨®n, Lacasa destac¨® que Villarejo ¡°era muy meticuloso¡± a la hora de justificar los gastos: ¡°Presentaba factura de todo, hasta del parking de all¨ª [al lado de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, en la madrile?a calle Miguel ?ngel], que era de cuatro euros¡±. De los otros cuatro agentes asegur¨® que nunca le entregaron justificantes. As¨ª, del inspector D¨ªaz Sevillano afirm¨® que cre¨ªa recordar que cobr¨® una ¨²nica vez porque ¡°ten¨ªa una investigaci¨®n en marcha por orden del DAO [comisario Pino] y hab¨ªa que pagarle¡±, se?al¨®. De Fuentes Gago, que era jefe del Gabinete de Pino, que le entreg¨® dinero ¡°tres o cuatro veces¡±. Y de G¨®mez Gordo, entonces a¨²n inspector jefe y que, tras regresar a la Polic¨ªa tras haber sido asesor de la en aquel momento presidenta de Castilla-La Mancha, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, fue incorporado al equipo de agentes que depend¨ªa de Pino, que acud¨ªa ¡°con m¨¢s regularidad¡±. Lacasa detall¨® que G¨®mez Gordo solo firmaba el recib¨ª sin aportar documentos acreditativos del destino que daba a esos fondos. El testigo asegur¨® que solo sab¨ªa que eran para ¡°una operaci¨®n que gestionaba directamente con el DAO¡±. En su declaraci¨®n como imputado, G¨®mez Gordo asegur¨® que con ese dinero pag¨® al ch¨®fer del extesorero.
El comisario tambi¨¦n detall¨® el protocolo que se segu¨ªa en Interior para entregar estos fondos tanto a Polic¨ªa Nacional como a Guardia Civil, as¨ª como la documentaci¨®n que ¨¦l entregaba mensualmente en la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad, entonces encabezada por Francisco Mart¨ªnez, para retirar los fondos que luego entregaba a las unidades para su trabajo. Esa documentaci¨®n, que defini¨® como ¡°una hoja resumen¡±, era firmada previamente por el comisario Pino. En los 19 meses que estuvo en el puesto, Lacasa asegura que en solo una ocasi¨®n el entonces responsable de visar los gastos en el ministerio, el coronel Diego P¨¦rez de los Cobos ¨Dcesado el pasado mayo como jefe de la Guardia Civil en Madrid por orden del ministro Fernando Grande-Marlaska¨D le pidi¨® que le ampliara datos sobre el dinero de la partida gastado en dos operaciones ¡°menores¡±, pero nunca de la Operaci¨®n Kitchen, que ni siquiera aparec¨ªa en la documentaci¨®n.
Durante su declaraci¨®n, el testigo tambi¨¦n detall¨® que ¨¦l anotaba a mano todas las entregas de dinero de los fondos reservados que hac¨ªa en un libro ¡°vetusto y anciano¡± que guardaba en la caja fuerte de su despacho. En ¨¦l, asegur¨®, no detallaba qu¨¦ cantidades entreg¨® a cada uno de los cinco polic¨ªas, sino que esas partidas las recogi¨® en el ep¨ªgrafe general ¡°secretar¨ªa general¡± de la DAO. No obstante, dijo que tanto los recib¨ªs que estos agentes firmaron cuando les daba los fondos como los justificantes que pudieran haber entregado para respaldar el uso del dinero que hicieron, deber¨ªan estar guardados, en soporte f¨ªsico dentro de carpetas, en el ¡°archivo manual¡± que ten¨ªa la Direcci¨®n Adjunta Operativa. Lacasa concluy¨® afirmando que en el tiempo que desempe?¨® la funci¨®n de controlador de los fondos reservados de la Polic¨ªa Nacional, nunca tuvo una inspecci¨®n por parte de la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad.
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