La mayor¨ªa crece contra los ultras

La votaci¨®n de la moci¨®n de censura de las hip¨¦rboles de Vox se votar¨¢ este jueves y su derrota estaba muy cantada desde mucho antes de comenzar los debates. Pero el relato exagerado de su candidato, Santiago Abascal, facilit¨® al Gobierno una sesi¨®n de entrada bastante pl¨¢cida y le regal¨® m¨¢s apoyos, en n¨²mero de partidos y esca?os, que los que cosech¨® hace 10 meses en su investidura el presidente, Pedro S¨¢nchez. En este periodo, y pese a la gesti¨®n de la pandemia, el jefe del Ejecutivo pasar¨¢ de los 167 diputados que le permitieron en enero llegar a La Moncloa por los pelos (165 votaron en contra) a sortear la censura de Vox con al menos 193 votos a favor, de 10 formaciones muy distintas, algunas que estaban entonces en el no o la abstenci¨®n.

Uno de esos partidos, Ciudadanos, reflej¨® sin grandes met¨¢foras ni aspavientos la inutilidad de la moci¨®n de Vox que deb¨ªa perseguir otra alternativa de Gobierno. La l¨ªder de Cs, In¨¦s Arrimadas, no elev¨® nada su tono contra Abascal, como hicieron casi todos los dem¨¢s partidos que renegaron de la moci¨®n, no profiri¨® un insulto, no fue despectiva. Intent¨® ser instructiva. Recogi¨® las dram¨¢ticas cifras de afecci¨®n de la covid-19 en esta segunda ola para no dar cr¨¦dito al ¡°debate t¨®xico¡± mientras tanto en el Congreso. Fue cr¨ªtica con la gesti¨®n gubernamental pero m¨¢s con la ¡°verg¨¹enza¡± de una iniciativa que tach¨® de ¡°regalo¡± para que se relaman S¨¢nchez y sus gur¨²s de La Moncloa. Acept¨® con mucho respeto ante Abascal que los 3,6 millones de votantes de Vox no son todos fascistas pero s¨ª despach¨® su discurso ¡°indignado y cabreado¡± de antieurope¨ªsta e irreal. Sobre todo cuando el l¨ªder ultra mezcl¨® ¡°la moci¨®n contra China¡±, al magnate George Soros, las odas a Trump o ¡°barbaridades¡± como decir que este Ejecutivo es peor que los del dictador Franco. Arrimadas llam¨® ¡°espantajo¡± a Abascal y le espet¨®: ¡°Usted no es el l¨ªder ni Vox es el proyecto que Espa?a necesita¡±.

Las arremetidas que recibi¨® Abascal le llegaron como una lluvia por los 10 partidos que firmaron antes del debate un manifiesto contra el fascismo, con el compromiso de no pactar nunca nada con Vox.

El duelo con EH Bildu conten¨ªa mucho morbo, por la procedencia vasca del l¨ªder ultra y su negaci¨®n sobre el fin de ETA hace justo ahora nueve a?os. La portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, defendi¨® que ¡°la sociedad vasca est¨¢ construyendo la paz y la convivencia desde el respeto y el reconocimiento mutuo¡± con mucho esfuerzo, y aprovech¨® para vaticinar que Vox ¡°jam¨¢s¡± formar¨¢ parte de ese futuro. Abascal copi¨® ah¨ª una intervenci¨®n de su excompa?ero del PP, Antonio Basagoiti, que en 2013 ley¨® en el Parlamento vasco los nombres de las 853 v¨ªctimas de ETA. Alg¨²n familiar reproch¨® luego p¨²blicamente esa utilizaci¨®n.

Otros portavoces dejaron constancia de su rechazo total a Vox. Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, enfatiz¨®: ¡°Si un partido opina que las 13 Rosas eran asesinas y violadoras, que los pol¨ªticos elegidos en unas elecciones libres de la Rep¨²blica eran asesinos y Franco un libertador, solo hay una conclusi¨®n: son unos fascistas¡±. M¨¢s al grano result¨® de nuevo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que en menos de un minuto solvent¨® el tr¨¢mite: ¡°Votaremos no a la patochada de moci¨®n espuria del no candidato de Vox¡±.

El representante del BNG, N¨¦stor Rego, despreci¨® el discurso ¡°victimista y de escoria fascista¡± de Abascal, pero sobre todo recogi¨® el sentido de otros portavoces de formaciones soberanistas al denostar la pretensi¨®n de Vox de ilegalizar esas formaciones que representan a parte de Espa?a. Joan Baldov¨ª, de Comprom¨ªs, censur¨® el nivel de ¡°enchufado indolente sin formaci¨®n¡± del aspirante de Vox. ??igo Errej¨®n, de M¨¢s Pa¨ªs, constat¨® que la sesi¨®n se hizo muy larga para todos, y en especial para el ¡°buf¨®n¡± Abascal, ¡°por su falta de recursos de mat¨®n de clase¡±. Y Laura Borr¨¤s, de JuntsxCat, se adhiri¨® al fogonazo cr¨ªtico de Aitor Esteban y lament¨® que todos los partidos no hubieran aceptado su propuesta de ¡°cord¨®n sanitario ante el peligro de la extrema derecha¡±.

Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, fue como casi siempre el m¨¢s ca¨²stico al alegrarse de que ahora la extrema derecha acepte debatir: ¡°Ustedes antes las mociones las hac¨ªan con tricornios y pistolas y est¨¢ bien que pasen de Tejero a Torrente VI¡±.