Casado buce¨® en Reagan, Cameron y 30 a?os del PP
En el partido equiparan el discurso de la moci¨®n de censura a la refundaci¨®n de Aznar, pero el l¨ªder busc¨® otros referentes
Son dos contextos hist¨®ricos y pol¨ªticos tan distintos que es un atrevimiento hacer equiparaciones. Pero en el PP, tras escuchar extasiados en el Congreso el revent¨®n de Pablo Casado contra Santiago Abascal, Vox y su moci¨®n de censura, bucearon y compararon su discurso con los de la refundaci¨®n de Alianza Popular por parte de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hace ya 30 a?os. Tres miembros de aquel equipo de Aznar, primero en Castilla y Le¨®n, m¨¢s tarde en G¨¦nova y luego en La Moncloa, llegaron a esa conclusi¨®n por la importancia del momento, el lugar, la oratoria y, sobre todo, por lo que puede significar para la evoluci¨®n del partido.
El propio Casado ha explicado a los suyos, tras el debate, que ahora se trata de pasar de ¡°la refundaci¨®n por arriba¡±, que propugn¨® en el congreso en el que asumi¨® el liderazgo, y que Vox y Ciudadanos rechazaron en las ¨²ltimas elecciones, a la ¡°refundici¨®n por la base, en la que se busca un proyecto de Gobierno¡±. Casado ha indicado en su entorno que ahora ha podido romper tan abruptamente con Abascal por haber resistido hace un a?o, en citas secretas como las del hotel Orfila, a las presiones para meter a la formaci¨®n ultra en gobiernos locales populares.
Y aunque siempre tiene presente a Aznar y la historia del partido para nutrirse, el jueves rebusc¨® en textos como Tiempo para elegir, del expresidente Ronald Reagan en la convenci¨®n nacional republicana Goldwater (27 de octubre de 1964), o en los de la Big Society del brit¨¢nico David Cameron. Lo que ¨¦l entiende como ¡°una oposici¨®n de derechas que es transversal para ganar y representar a la gran mayor¨ªa¡±, ideas muy copiadas del primer Aznar.
Casado destin¨® este jueves, eso s¨ª, casi toda su intervenci¨®n a demoler personal y pol¨ªticamente a Abascal, pero en los m¨¢rgenes de su alocuci¨®n dise?¨® un perfil del PP que le gustar¨ªa alg¨²n d¨ªa presidir, tras llevar dos a?os contemporizando con todo, interna y externamente, desde que gan¨® aquel precipitado congreso de la sucesi¨®n de Mariano Rajoy. El martes avanzar¨¢ en esa v¨ªa ante la ejecutiva del partido: ¡°Reforzamiento program¨¢tico en base a los principios de la libertad, la igualdad, la institucionalidad, el regeneracionismo, que no son de derecha ni de izquierda sino del sentido com¨²n¡±.
¡åAhora novelan mucho sobre sus paseos esos d¨ªas por el Retiro y sobre si le ayud¨® tal o cual, pero el discurso fue muy de Casado, de su pu?o, y es que hay que recordar que habla y escribe muy bien", admite uno de los principales colaboradores de Aznar, no muy bien tratado por el actual equipo. Y rememora: ¡°Me record¨® a aquellas frases de Aznar en el Congreso de la refundaci¨®n en Sevilla cuando Arturo Moreno le escribi¨®: No voy a levantar alfombras, vengo a abrir ventanas, no vengo a ning¨²n revanchismo¡±.
Hubo varios pasajes que Casado le abofete¨® este jueves a Abascal para reivindicar al PP moderado de esta nueva etapa: ¡°As¨ª se debe liderar la oposici¨®n y una alternativa cre¨ªble, no recitando haza?as b¨¦licas y cabalgando un ej¨¦rcito de trolls en las redes¡±. O: ¡°El PP no quiere ser otro partido del miedo, de la ira, del rencor y la revancha, del insulto y de la bronca, ni de la manipulaci¨®n, la mentira y la involuci¨®n frentista¡±.
En aquel X Congreso de abril de 1990 en Sevilla, que transform¨® a la vieja y atascada AP de Manuel Fraga en el PP sin complejos de Aznar, el entonces reci¨¦n estrenado candidato insisti¨® mucho en superar el fatalismo que establec¨ªa que solo pod¨ªa gobernar el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez y que la dividida derecha solo llegar¨ªa a La Moncloa en coalici¨®n. Aznar sostuvo entonces que para que esa hip¨®tesis fuera posible hac¨ªan falta otros apoyos en el Parlamento: ¡°No hay m¨¢s pol¨ªtica posible para el PP que avanzar en la b¨²squeda de nuevos respaldos electorales y fortalecerse y desarrollarse en todas las Comunidades. Un partido moderado que practica y exige el respeto a las reglas de juego del sistema democr¨¢tico y un partido centrado¡±.
Casado se lo dijo as¨ª a Abascal: ¡°Somos el ¨²nico proyecto que amenaza la posici¨®n del Gobierno y representa una alternativa real para Espa?a. Los espa?oles nos van a juzgar por la capacidad que demostremos de reunir fuerzas para ganar¡±. Y destac¨® sus enormes diferencias: ¡°Tantas como la distancia que media entre el liberalismo reformista y el populismo antiliberal. Entre el patriotismo integrador y el antipluralismo. Entre la econom¨ªa abierta y el proteccionismo aut¨¢rquico. Entre la vocaci¨®n europea y atlantista y el aislacionismo. Entre el inter¨¦s general y el oportunismo demag¨®gico¡±.
Casado ahora no tiene ya rivales internos. Aznar apareci¨® mucho m¨¢s abruptamente. Su asalto al poder se perpetr¨® unos meses antes, tras una m¨ªtica conferencia en el Club Siglo XXI de Madrid, el 29 de febrero de 1988. Aquella AP de Antonio Hern¨¢ndez Mancha no cuajaba. Hab¨ªa un pesimismo en todo el espectro de la derecha. Desde la patronal, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas le prest¨® al <CF1001>clan de Valladolid</CF>, en el que se sustentaba Aznar en Castilla y Le¨®n, a Pedro Arriola, que luego se convirti¨® en su gran gur¨². Arriola le confeccion¨® una conferencia arrojada que provoc¨® la ca¨ªda de Mancha, un congreso y el aterrizaje de Aznar al frente del PP nacional.
En aquella intervenci¨®n Aznar cuestion¨® la falta de independencia de los principales ¨®rganos de la Justicia, los medios, el parlamento, el gobierno socialista, pero sobre todo la cobard¨ªa de aquella derecha fragmentada que no hab¨ªa sabido construir ¡°una alternativa eficaz¡±. Casado aludi¨® el jueves a ¡°la responsabilidad fundacional¡± de su partido para ¡°unir a todo lo que estuviera a la derecha del PSOE¡±, pero matiz¨® que ahora se trata de congregar a todos los constitucionalistas: ¡°Con la concordia es como se crean los grandes consensos pol¨ªticos y las grandes mayor¨ªas que cambian los malos Gobiernos¡±.
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