La Polic¨ªa aprueba su primer protocolo antisuicidios tras sufrir 160 muertes en 20 a?os

En 2014 murieron en acto de servicio dos agentes de la Polic¨ªa Nacional y se suicidaron nueve. El a?o siguiente, seis polic¨ªas fallecieron mientras realizaban su trabajo; entre ellos, dos asesinados en un atentado contra la embajada de Espa?a en Kabul. Otros 11 se quitaron la vida. En 2016, los fallecidos en acto de servicio fueron dos, pero se suicidaron otros 10. En 2017, ¨²ltimo a?o en el que se han hecho p¨²blicos datos de ambos par¨¢metros, un agente muri¨® en una agresi¨®n y otro en accidente de tr¨¢fico en el desempe?o de sus funciones. En esos doce meses fueron 13 los polic¨ªas que se quitaron la vida, la cifra m¨¢s alta de los ¨²ltimos 20 a?os. Seg¨²n una reciente respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado de EH Bildu Jon I?arritu, desde 2001 hasta la actualidad se han quitado la vida 160 polic¨ªas (adem¨¢s de 235 guardias civiles). Los sindicatos policiales elevan esta cifra hasta los 169.

Convertida en la principal causa de muerte entre sus efectivos, la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa aprueba este jueves el primer protocolo para prevenirlo e intentar reducir su n¨²mero ¨Cla Guardia Civil cuenta con uno desde el a?o 2002 que actualiza peri¨®dicamente¨C. El documento, de 12 p¨¢ginas de extensi¨®n y al que ha tenido acceso EL PA?S, plantea un ambicioso plan para prevenir ¡°la conducta suicida¡± entre sus agentes que incluye, entre otras medidas, la puesta en marcha de un tel¨¦fono de atenci¨®n psicol¨®gica ¡°gratuito y confidencial¡± que estar¨¢ en funcionamiento las 24 horas del d¨ªa durante todo el a?o para prestar atenci¨®n ¡°inmediata¡± a los agentes que lo necesiten. Carlos Prieto Conesa, responsable de riesgos laborales del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) y uno de los representantes de los agentes que ha participado en su elaboraci¨®n, destaca la importancia del documento, aunque advierte de que ¡°es un protocolo ambicioso que exigir¨¢ que se le dote de medios humanos suficientes para que sea efectivo¡±.

La estad¨ªstica apunta a que la incidencia del suicidio es mayor entre los miembros de las Fuerzas de Seguridad (en la actualidad, hay 68.013 polic¨ªas nacionales y 78.469 guardias civiles) que en el resto de la poblaci¨®n. As¨ª, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica recoge que en 2018, ¨²ltimo a?o en el que hay cifras, murieron por esta causa en Espa?a 3.539 personas, lo que representa una tasa de suicidio de 7,6 casos por cada 100.000 habitantes. En la Polic¨ªa, donde ese mismo a?o se quitaron la vida siete agentes, la tasa se eleva a 10,3; y en la Guardia Civil, con 10 muertes, a 12,8 casos. La elaboraci¨®n del protocolo es una vieja aspiraci¨®n de los representantes sindicales de la Polic¨ªa. El SUP lo viene reclamando desde julio de 1987, cuando la situaci¨®n que viv¨ªan los agentes en el Pa¨ªs Vasco por la violencia etarra sac¨® a la luz un tema que era tab¨². ¡°Se cre¨® una comisi¨®n de trabajo en 2017 y, desde entonces, se han elaborado dos borradores hasta llegar a este documento definitivo¡±, detalla Prieto Conesa, que destaca la participaci¨®n de asociaciones como Vive CNP, ?ngeles de Azul y Verde y 0 Suicidio Policial. Para el representante del SUP, ¡°el paso es importante, pero a¨²n queda mucho camino por recorrer¡±.

El nuevo protocolo pone el foco en aquellos agentes que muestren ¡°vulnerabilidad de ¨ªndole ps¨ªquica, hayan protagonizado una tentativa de suicidio o mostrado indicios de voluntad autol¨ªtica¡±, pero tambi¨¦n a los que se enfrenten a situaciones concretas de estr¨¦s durante su trabajo. Y cita tres: los que tengan que intervenir ¡°en situaciones de emergencia o cat¨¢strofe¡±, los que ¡°hayan tenido que hacer uso de su arma reglamentaria¡± y aquellos que ¡°hayan resultado heridos de gravedad o lo hayan sido sus compa?eros¡±. El documento tambi¨¦n contempla la posibilidad de retirar de manera cautelar las armas de fuego ¡°oficiales y particulares¡± a aquellos agentes a los que, tras una valoraci¨®n psicof¨ªsica, se detecten riesgo de que se autolesione.

Seg¨²n la estad¨ªstica oficial, de los 53 agentes que se quitaron la vida entre 2013 y 2017, 46 de ellos lo hicieron utilizando un arma de fuego, cinco por ahorcamiento, uno m¨¢s por ingesta de f¨¢rmacos y un ¨²ltimo lanz¨¢ndose al vac¨ªo. ¡°Se trata de retirar el arma sin estigmatizar¡±, recalca el representante del SUP. La Polic¨ªa tambi¨¦n plantea en el protocolo buscar puestos de trabajo adaptados a su situaci¨®n a aquellos agentes con problemas ps¨ªquicos y, en el caso de los que tengan ¡°bajas prolongadas¡±, se realizar¨¢ un ¡°seguimiento y ofrecimiento de recursos de apoyo¡±.

Los responsables de la Polic¨ªa Nacional tambi¨¦n contemplan realizar un informe de cada suicidio intentado o consumado ¨Chabla de ¡°autopsia psicol¨®gica¡±¨C para recopilar ¡°la m¨¢xima informaci¨®n sobre las circunstancias personales que atravesaba el afectado en ese momento, relacionadas con entorno laboral y extra laboral, que pudieron precipitar el fatal desenlace¡±. La Polic¨ªa tambi¨¦n pretende ¡°reducir las consecuencias negativas que un acto consumado pudiera tener en el entorno laboral de quien lo realiza¡±. El protocolo plantea tambi¨¦n la necesidad de desmitificar entre los agentes ¡°la idea de que una baja psicol¨®gica puede perjudicar negativamente una carrera profesional¡±.

Para todo ello, la Direcci¨®n General pondr¨¢ en marcha campa?as informativas entre la plantilla para sensibilizarla de ¡°la relevancia de la salud mental¡± as¨ª como el desarrollo de ¡°cursos monogr¨¢ficos sobre identificaci¨®n y actuaci¨®n ante la conducta suicida¡±, de ¡°primeros auxilios psicol¨®gicos¡± y para ¡°la gesti¨®n del estr¨¦s¡±. En 2018, la Polic¨ªa ya convoc¨® unas jornadas ¡°de regulaci¨®n del estr¨¦s a trav¨¦s del yoga¡± destinadas a agentes de ¡°unidades expuestas a experiencias psicol¨®gicas traum¨¢ticas¡± como son los homicidios, la pederastia o la violencia de g¨¦nero. La Polic¨ªa tiene previsto crear un Equipo de Intervenci¨®n Psicosocial al frente del cual situar¨¢ a un psic¨®logo con ¡°experiencia suficiente en materia de conducta suicida¡±. A ¨¦l ser¨¢n adscritos funcionarios con titulaci¨®n acad¨¦mica en la misma especialidad, a la que ¡°en el futuro se podr¨¢n sumar trabajadores sociales y mediadores". Este equipo ser¨¢ el responsable de coordinar la puesta en marcha del protocolo en los distintos territorios a trav¨¦s de las llamadas Unidades B¨¢sicas sanitarias, un ¨®rgano para la prevenci¨®n de riesgos laborales.