El general que se resist¨ªa a descolgar el retrato de Franco
Francisco Fern¨¢ndez, el promotor de la carta de mandos retirados al Rey, fue cesado como comandante general de Melilla en plena resaca del ¡®caso Mena¡¯
El general de divisi¨®n retirado Francisco Fern¨¢ndez S¨¢nchez, promotor de la carta que 73 mandos retirados del Ej¨¦rcito de Tierra dirigieron el pasado 25 de noviembre al Rey, en la que acusaban al ¡°Gobierno socialcomunista, apoyado por filoetarras e independentistas¡± de amenazar la unidad nacional, fue destituido en 2006 como comandante general de Melilla. Aunque entonces el ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, atribuy¨® el cese a un ¡°relevo normal¡± dentro de las fuerzas armadas, el general Fern¨¢ndez fue relevado tras resistirse a descolgar un retrato de Francisco Franco de la sala de honor del cuartel de los Regulares y poner reparos a sancionar como falta grave una carta de un capit¨¢n de la Legi¨®n a un peri¨®dico de Melilla en la que amagaba con ¡°plantarse con su compa?¨ªa en el Ministerio de Defensa¡±. Su cese se produjo poco despu¨¦s de que el teniente general Jos¨¦ Mena Aguado fuera destituido y arrestado por sugerir, en el discurso de la Pascua Militar de enero de 2006, una intervenci¨®n del Ej¨¦rcito si el Estatuto de Catalu?a sobrepasaba ciertos l¨ªmites.
El ex comandante general de Melilla no solo es uno de los m¨¢s destacados firmantes de la carta que 73 generales y coroneles retirados han enviado a Felipe VI, sino tambi¨¦n su presunto autor: al menos, el texto se redact¨® en su ordenador. As¨ª figura en los metadatos del documento que circul¨® entre los componentes de la XXIII promoci¨®n de la Academia General Militar.
Fern¨¢ndez S¨¢nchez fue cesado como comandante general de Melilla en marzo de 2006 por motivos ¡°nunca aclarados¡±, seg¨²n recordaba EL PA?S el 3 de diciembre. Ese mismo d¨ªa, el general retirado remiti¨® una carta a este peri¨®dico en la que recordaba que el ministro Bono calific¨® entonces su cese como ¡°un relevo normal en las fuerzas armadas¡±. Pero el pasado 5 de diciembre, en TVE, el exministro ofreci¨® una versi¨®n muy distinta. Lo destituy¨®, dijo, ¡°entre otros motivos, porque ten¨ªa en la oficina que ¨¦l mandaba un retrato del general Franco justo al lado y de proporciones superiores al del Rey¡±.
Bono hablaba de memoria y de o¨ªdas, ya que ¨¦l nunca vio el retrato del dictador, que no estaba en el despacho del general sino en la sala de honor del Grupo de Regulares. Un desliz que el general Fern¨¢ndez S¨¢nchez aprovech¨® para ofrecer por primera vez su versi¨®n de los hechos al diario Melilla Hoy.
Seg¨²n Fern¨¢ndez S¨¢nchez, Bono suspendi¨® a ¨²ltima hora una visita que ten¨ªa previsto hacer a Melilla el 16 de febrero de 2006 y en su lugar viaj¨® el teniente general Pedro Pitarch, jefe de la Fuerza Terrestre (capit¨¢n general de Sevilla), que acababa de ocupar el puesto del cesado general Mena.
Seg¨²n la versi¨®n que el general Fern¨¢ndez dio al peri¨®dico melillense, cuando Pitarch, su superior, hubo acabado su inspecci¨®n, aquel le invit¨® a visitar ¡°un edificio muy bonito que se iba a dedicar a sala de honor¡±. Pitarch decidi¨® ir a verlo y, nada m¨¢s entrar, recuerda Fern¨¢ndez ¡°observ¨® un cuadro de Franco y otro del Rey, uno al lado del otro¡±. Un coronel de Regulares, presente en la visita, le explic¨® al alto mando que ¡°Franco hab¨ªa sido teniente y capit¨¢n en esa unidad y por eso estaba en el museo¡±. No obstante, Pitarch ¡°orden¨® que se quitara¡±, rememora el general de divisi¨®n. Fern¨¢ndez agrega que, a la salida, en un aparte, le dijo a Pitarch que Melilla era una guarnici¨®n ¡°muy complicada¡± y que, en vez de retirar el retrato de Franco, lo que iba a hacer ¡°de momento¡± era ¡°poner el del Rey en sitio preferente¡±. [Pitarch] se call¨®, lo que me indic¨® que la soluci¨®n le parec¨ªa correcta¡±, sostiene.
Fern¨¢ndez habla tambi¨¦n de memoria, pero el 27 de febrero de 2006, solo 11 d¨ªas despu¨¦s de la visita, el general Pitarch elev¨® un informe por escrito al entonces jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra, general Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Gonz¨¢lez, en el que ped¨ªa el cese del comandante general de Melilla. En este documento, Pitarch contaba as¨ª lo sucedido: ¡°Al visitar la sala de mandos del grupo de Regulares observ¨® que en el mismo lienzo de pared que albergaba el retrato de S. M. el Rey, y a la misma altura que este, se hallaba expuesto un cuadro de grandes dimensiones del general Franco¡±.
El informe continuaba explicando que, al no estar presente el coronel jefe de Regulares, Pitarch ¡°se limit¨® a manifestar su extra?eza porque estuviera all¨ª colgado tal cuadro¡±; pero, a la salida, le expres¨® al general Fern¨¢ndez ¡°su desagrado por el hecho, y su deseo de que le pusiera pronto remedio¡±. Este se excus¨® alegando ¡°su desconocimiento de la situaci¨®n¡±, ya que la unidad ¡°estaba todav¨ªa instal¨¢ndose en su nuevo acuartelamiento¡±.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 20 de febrero, el general Pitarch, seg¨²n el informe, le pregunt¨® por tel¨¦fono ¡°si ya se hab¨ªa retirado la pintura¡±, a lo que Fern¨¢ndez ¡°contest¨® que no, alegando que ¨¦l no entendi¨® que lo dicho [por el teniente general] supusiera una orden¡± y, ¡°sorprendentemente, mostr¨® su disconformidad con la retirada, por el car¨¢cter muse¨ªstico del recinto donde se encontraba colgado¡±.
¡°Para despejar cualquier incomprensible duda¡±, agrega Pitarch en su escrito, , ¡°[se] le orden¨® que se procediera a retirar el retrato [y] se depositara en el almac¨¦n de la unidad o en el museo de Melilla¡±. Es decir, el cuadro no estaba en un museo, como sugiere Fern¨¢ndez, sino en la sala de honor, la estancia m¨¢s noble del cuartel, y no es ¡°que hubiera estado all¨ª durante a?os¡±, sino que se acababa de colocar, seg¨²n el informe.
La orden del general Pitarch no era un capricho: la normativa exige que el retrato del Rey presida todas las instalaciones y dependencias de la Administraci¨®n, de los juzgados a los salones de pleno de los Ayuntamientos. En el Ej¨¦rcito, con m¨¢s motivo, al ser el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Adem¨¢s, si el retrato de Franco estaba all¨ª como antiguo comandante de Regulares y no como exjefe del Estado, no ten¨ªa sentido colgarlo junto al del Rey.
El episodio del cuadro no fue el ¨²nico que provoc¨® la petici¨®n de cese del comandante general de Melilla. Adem¨¢s de otras discrepancias en asuntos internos (como la selecci¨®n de los ascensos a coronel o la composici¨®n de la compa?¨ªa de honores), Fern¨¢ndez atribuye su destituci¨®n a la ¡°negativa a aceptar imponer un castigo ejemplar al capit¨¢n Roberto Gonz¨¢lez Calder¨®n, que le hubiera supuesto su expulsi¨®n del Ej¨¦rcito¡±.
En plena resaca por el caso Mena, este capit¨¢n escribi¨® una carta en el diario Melilla Hoy en la que amagaba con ¡°plantarse con su compa?¨ªa de la Legi¨®n en el Ministerio de Defensa y entregarle en mano al sr. Bono¡± una carta en la que cargaba contra los dirigentes de los partidos democr¨¢ticos.
Seg¨²n el general Fern¨¢ndez, su asesor jur¨ªdico le indic¨® que la conducta del capit¨¢n era una ¡°falta leve¡±, pese a que ¨¦l ¡°hab¨ªa recibido presiones del general Pitarch para que se le aplicara un correctivo por falta grave, pues aduc¨ªa que hab¨ªa que dar un escarmiento al Ej¨¦rcito¡±. Al final, al capit¨¢n se le impusieron dos semanas de arresto (falta leve), agrega el general, aunque su superior le advirti¨® de que ¡°ten¨ªa 15 d¨ªas para corregir la decisi¨®n que hab¨ªa adoptado, que estar¨ªa vigilante y que en cuanto se moviera cualquiera en el Tercio tomar¨ªa las medidas oportunas¡±. En los d¨ªas siguientes, subraya Fern¨¢ndez, Pitarch pidi¨® informaci¨®n del estado de las unidades de la plaza, ¡°empleando formas que no son habituales en las fuerzas armadas¡± y puente¨¢ndolo. ¡°En esos d¨ªas tuvimos m¨¢s de un enfrentamiento por tel¨¦fono el capit¨¢n general y yo¡±, concluye.
No se sabe qu¨¦ asesor jur¨ªdico ten¨ªa el general Fern¨¢ndez, pero, con el c¨®digo disciplinario vigente en ese momento (ley 8/1998), la falta grave no supon¨ªa como ¨¦l asegura la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito sino, como m¨¢ximo, un arresto de hasta dos meses o la p¨¦rdida de destino. Adem¨¢s, la carta del capit¨¢n de la Legi¨®n incurr¨ªa de lleno en una falta grave consistente en ¡°hacer manifestaciones contrarias a la disciplina a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social¡±.
El informe que el general Pitarch elev¨® al jefe del Ej¨¦rcito explica otra circunstancia a la que no alude su antiguo subordinado: cuando se public¨® la carta del capit¨¢n de la Legi¨®n, con el consiguiente revuelo en la opini¨®n p¨²blica, la guarnici¨®n de Melilla estaba descabezada. El comandante general Fern¨¢ndez estaba de vacaciones en C¨¢diz; su segundo, haciendo un curso en Madrid; y el jefe del Tercio al que pertenec¨ªa el capit¨¢n, de descanso en la Pen¨ªnsula. Pitarch pidi¨® hablar con la autoridad militar que estaba al mando en Melilla, para ¡°conocer de primera mano la situaci¨®n interna¡±, y le pusieron al habla con el jefe de la Unidad Log¨ªstica. ¡°Sorprendentemente, este oficial inform¨® de que no se le hab¨ªa hecho entrega de mando alguna y aleg¨® no estar seguro de si le correspond¨ªa a ¨¦l¡±, explica el informe. Es decir, nadie estaba al mando de las tropas en Melilla.
Pitarch llam¨® al comandante general y le mostr¨® su ¡°preocupaci¨®n y disconformidad con esta situaci¨®n de acefalia en una plaza tan sensible¡± y le orden¨® regresar de inmediato, tanto a ¨¦l como al jefe del Tercio. ¡°Incomprensible y quiz¨¢ fatuamente¡±, agrega el informe, el general Fern¨¢ndez le contest¨® que, ¡°aun ausente, ¨¦l segu¨ªa ejerciendo el mando desde cualquier lugar que estuviera¡± y consider¨® ¡°innecesario¡± el regreso del jefe del Tercio. Pitarch le reafirm¨® la orden, pero horas despu¨¦s, el general Fern¨¢ndez insisti¨® en su disconformidad con el regreso del coronel del Tercio, lo que llev¨® al capit¨¢n general a recriminarle su ¡°empe?o en discutir una orden leg¨ªtima de su jefe inmediato¡±. Ocho horas despu¨¦s de que se hubiera ordenado su vuelta, el general y el coronel llegaron al aeropuerto de Melilla.
En su escrito, Pitarch calificaba de ¡°desafiante¡± la actitud de Fern¨¢ndez y la achacaba al hecho de que los jefes militares de Ceuta y Melilla hab¨ªan sido ¡°hasta hace muy poco tiempo independientes¡±, pues reportaban directamente al jefe del Ej¨¦rcito. ¡°Quiz¨¢ a alguno le est¨¦ costando adaptarse a la nueva situaci¨®n¡±, en la que pasaban a estar bajo las ¨®rdenes del capit¨¢n general de Sevilla, en este caso un oficial de su misma promoci¨®n, razonaba Pitarch.
Un militar antifranquista retirado demanda a Vox por acusarle de "traici¨®n"
El teniente coronel retirado Jos¨¦ Ignacio Dom¨ªnguez, hist¨®rico dirigente de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD), la organizaci¨®n que luch¨® contra la dictadura en el seno de las Fuerzas Armadas, ha demandado al portavoz de Vox en el Congreso, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, y le exige que se retracte de la acusaci¨®n de ¡°traici¨®n¡± que hizo en TVE so pena de presentar una querella por injurias.
Dom¨ªnguez ha sido objeto de una campa?a en las redes sociales acus¨¢ndole de haber filtrado el chat en el que miembros de la XIX promoci¨®n de la Academia General del Ej¨¦rcito del Aire, a la que pertenece, hablaban de ¡°fusilar a m¨¢s de 26 millones de espa?oles¡±. Espinosa de los Monteros se hizo eco el pasado d¨ªa 9 de esas acusaciones en una entrevista televisiva en la que eludi¨® condenar el contenido del chat, apelando a su car¨¢cter privado. ¡°Lo que ha pasado en este caso¡±, a?adi¨®, ¡°es que ha habido uno de ellos [de los participantes en el chat], que es un ac¨®lito de Unidos Podemos, que ha decidido a traici¨®n publicar el contenido de una manera bastante fea. Es un teniente coronel¡ que es ayudante del antiguo Jemad [Julio Rodr¨ªguez] hoy jefe de Gabinete de Pablo Iglesias¡±.
El teniente coronel Dom¨ªnguez niega tener relaci¨®n alguna con Unidas Podemos y alega que es imposible que fuera ayudante de Julio Rodr¨ªguez, ya que pertenece a una promoci¨®n anterior. En el verano de 1975, cuando fueron detenidos sus compa?eros de la UMD, Dom¨ªnguez se exili¨® y se convirti¨® en el portavoz de la organizaci¨®n clandestina de militares antifranqu?stas. En 1977, ya disuelta la UMD, fue condenado a siete a?os de c¨¢rcel por un consejo de guerra del que formaba parte el general de brigada Luis Torres Rojas, que cuatro a?os despu¨¦s se convertir¨ªa en uno de los cabecillas del golpe de Estado del 23-F.
El Ministerio de Defensa ha remitido a la Fiscal¨ªa el contenido del chat por si fuera constitutivo de delito y ha cuestionado su car¨¢cter ¡°privado¡±, subrayando que en el mismo participaban m¨¢s de medio centenar de personas.
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