Dos a?os de c¨¢rcel para un teniente coronel por acosar sexualmente a una cabo por Telegram
El mando discrimin¨® profesionalmente a la militar cuando esta rechaz¨® sus proposiciones obscenas
Un teniente coronel, destinado en el Estado Mayor de la Defensa, ha sido condenado a dos a?os y tres meses de prisi¨®n por acosar sexual y profesionalmente a una cabo primero a la que remiti¨®, v¨ªa Telegram, un v¨ªdeo con proposiciones obscenas que ella rechaz¨®, seg¨²n una sentencia dictada por el Tribunal Militar Central. Como represalia, el mando despechado se dedic¨® a hostigarla en su trabajo, lo que hizo que ella estuviera a punto de ¡°derrumbarse psicol¨®gicamente¡±.
En febrero de 2017, por indicaci¨®n de su superior, la cabo primero se instal¨® en su m¨®vil la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa Telegram. El teniente coronel le hab¨ªa dicho que ¡°ofrec¨ªa mayores posibilidades que WhatsApp¡±. La ventaja radicaba en que, con una herramienta denominada ¡°chat secreto¡±, se pueden remitir mensajes con autodestrucci¨®n programada mediante un temporizador de forma que, una vez abiertos por el receptor y transcurrido el tiempo asignado, desaparecen sin dejar rastro y sin posibilidad de recuperaci¨®n, recoge la sentencia.
Hasta ese momento, los mensajes que se hab¨ªan intercambiado ambos por WhatsApp eran normales, aunque con ¡°una familiaridad y confianza excesivas dada la diferencia de empleo militar entre ambos¡±, agrega el fallo.
El oficial, que accedi¨® al m¨®vil de la cabo porque figuraba en la lista de alerta de la unidad, la llamaba con el apelativo ¡°bruja¡±, le comentaba sus fotos de perfil, le preguntaba por sus hijos y le ofrec¨ªa d¨ªas libres o facilidad horaria. Ella le respond¨ªa ¡°por pura cortes¨ªa o deferencia a su superior, al que siempre trataba de usted, pese a sentirse incomodada con ciertas comunicaciones¡±, dice la sentencia, que matiza que alguna vez fue ella quien tom¨® la iniciativa.
El 8 de febrero de 2017, cuando la cabo se encontraba ¡°visiblemente afectada y llorosa¡± por una discusi¨®n con su marido, el teniente coronel la invit¨® a la cafeter¨ªa. Le dijo que ¡°era muy guapa, muy lista y muy buena trabajadora¡± y la inst¨® a dejar a su esposo.
Tras esta conversaci¨®n, el contenido de las comunicaciones ¡°subi¨® de tono¡±, seg¨²n la sentencia, e incluy¨® cuestiones m¨¢s personales. Fue el 12 de septiembre, a las seis de la ma?ana, tras haberse instalado la aplicaci¨®n secreta de Telegram, cuando ella recibi¨® un mensaje de audio y v¨ªdeo, con autodestrucci¨®n en un minuto, en el que se ve¨ªa al teniente coronel frente al espejo de un ba?o, con una camiseta de la que se despojaba para quedarse desnudo, mientras dec¨ªa ¡°ha llegado el momento de que sepas que esto es tuyo si lo quieres¡±, a la vez que se tocaba los genitales y se masturbaba.
Ese d¨ªa, la cabo primero se dirigi¨® al despacho de su superior, ¡°se encar¨® con ¨¦l y le dijo que nunca m¨¢s le mandara mensajes de semejante contenido y que se hab¨ªa equivocado con ella¡±. ?l respondi¨® pidi¨¦ndole perd¨®n y asegurando que se hab¨ªa confundido de destinatario al enviarlo.
Sin embargo, a partir de ese momento, ¡°cambi¨® radicalmente su trato con la cabo primero, a la que dej¨® de hablar, dispuso una dr¨¢stica reducci¨®n de las funciones que ven¨ªa ejerciendo y adopt¨® una serie de decisiones que afectaban negativamente a su entorno de trabajo¡±, explica la sentencia. En concreto, telefone¨® al jefe de la unidad donde ella hab¨ªa estado destinada con anterioridad para preguntarle por sus problemas de salud en esa ¨¦poca; le puso trabas para corregir un parte de baja que por error se atribuy¨® a una contingencia com¨²n, cuando era profesional, lo que le supuso perder dinero; intent¨® excluirla de un curso para el que hab¨ªa sido designada y al que ella acab¨® renunciando aunque era beneficioso para su promoci¨®n profesional; y orden¨® que las suplencias de una funcionaria civil las hiciera siempre ella, lo que le imped¨ªa programar sus vacaciones. Cuando, en aplicaci¨®n del protocolo frente al acoso sexual, se la comision¨® a otra unidad, el teniente coronel pidi¨® su traslado a la misma.
La cabo nunca pens¨® en denunciar a su superior. En diciembre de 2017, tras una conferencia sobre acoso sexual celebrada en su unidad, pidi¨® apoyo al teniente coronel que la hab¨ªa impartido y este se alarm¨® al encontrarla ¡°angustiada, con much¨ªsimo miedo y gran sufrimiento, a punto de derrumbarse psicol¨®gicamente¡±.
Como consecuencia del hostigamiento que sufri¨®, la cabo primero fue tratada de ansiedad y depresi¨®n. En febrero de 2019, cinco especialistas del Hospital Militar G¨®mez Ulla diagnosticaron que sufr¨ªa ¡°estado an¨ªmico depresivo, apat¨ªa y ansiedad intensa¡±; as¨ª como sentimientos de ¡°desesperanza y culpa¡±.
La investigaci¨®n interna, ¡°in¨²til o perturbadora¡±
El tribunal da la raz¨®n al teniente coronel condenado en que la informaci¨®n previa sobre este caso que hizo el Ej¨¦rcito no reuni¨® las m¨ªnimas garant¨ªas y la declara nula. No accede, sin embargo, como este pretend¨ªa, a anular la instrucci¨®n judicial, ya que entiende que, pese a eso, no qued¨® contaminada. Los jueces se preguntan por qu¨¦ se orden¨® una investigaci¨®n interna cuando desde el principio estaba claro que se trataba de un presunto delito y no una mera falta disciplinaria. ¡°Como ocurre en casos similares, la informaci¨®n previa ordenada por el mando militar es absolutamente in¨²til en el mejor de los casos, cuando no perturbadora por propiciar ocasi¨®n para la desaparici¨®n o alteraci¨®n de pruebas¡±, advierte la sentencia.
Aunque no se pudo recuperar el v¨ªdeo de Telegram, el tribunal dio plena credibilidad al testimonio de la v¨ªctima. Su abogado, Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, cree que se trata de una ¡°sentencia novedosa¡± que consagra la ¡°tolerancia cero¡± ante el acoso sexual en las Fuerzas Armadas.
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