Canarias: refugiados sin refugio
Las estad¨ªsticas oficiales dicen que entre las 23.000 personas llegadas a las islas apenas hay solicitantes de asilo, pero la realidad es otra: las dificultades para acceder al procedimiento les dejan fuera del radar
El n¨²mero de solicitudes de asilo presentadas en las islas Canarias en 2020 plantea un aparente misterio. Ese a?o, en el que llegaron en patera al archipi¨¦lago 23.000 africanos, se formalizaron apenas 3.984 demandas de protecci¨®n internacional. Los datos por nacionalidades no han sido publicados, as¨ª que el sentido com¨²n puede llevar a quien se le pregunta de d¨®nde vienen esas personas que han pedido asilo en las islas a responder precipitadamente.
¡ª ?De Mali, no?, tantea Judith Sunderland, directora adjunta de Human Rights Watch, que estuvo en Gran Canaria en noviembre tomando nota de las vulneraciones de derechos de los migrantes.
La respuesta es no. Aunque las islas han servido de puerto seguro para m¨¢s de 4.000 malienses y otros cientos de migrantes que huyen de pa¨ªses en conflicto, de la ablaci¨®n, de matrimonios forzosos, de la persecuci¨®n pol¨ªtica o de la violencia ¨¦tnica, m¨¢s del 90% de las solicitudes presentadas en Canarias son de latinoamericanos llegados en avi¨®n. En las estad¨ªsticas detalladas por nacionalidad, facilitadas por el Ministerio del Interior a EL PA?S, a los africanos hay que buscarlos con lupa. Son solo un 8,6% del total. Los m¨¢s numerosos son los malienses, que apenas suman 189 solicitudes. Aunque los nacionales de Mal¨ª tambi¨¦n migran por razones econ¨®micas, son uno de los perfiles m¨¢s claros de posibles refugiados porque proceden de un pa¨ªs en el que los conflictos y el terrorismo se extienden cada vez por m¨¢s zonas desde 2012.
?No hay refugiados en las pateras que han llegado a Canarias? S¨ª los hay y no son tan pocos como se cree, pero las dificultades para pedir protecci¨®n les dejan fuera de las estad¨ªsticas, coinciden media decena de especialistas consultados. Son invisibles para Madrid y para Bruselas. ¡°El acceso al procedimiento de asilo en Canarias, al igual que ocurre en otros puntos de Espa?a, plantea muchos retos. Las islas no han contado con el refuerzo de las capacidades espec¨ªficas sobre asilo que se necesita y hacen falta m¨¢s recursos¡±, advierte la portavoz de Acnur en Espa?a, Mar¨ªa Jes¨²s Vega.
Las deficiencias del sistema se identifican nada m¨¢s desembarcar. Las primeras personas que deben asesorar a los migrantes sobre sus derechos son los abogados de oficio, pero la asistencia letrada ha llegado a ser inexistente en los meses de mayor afluencia de pateras. En el muelle grancanario de Arguinegu¨ªn, donde llegaron a hacinarse m¨¢s de 2.600 personas, los propios abogados reconocieron que eran solo unos pocos los que ve¨ªan a sus clientes en persona y que la mayor¨ªa se limitaba a firmar las ¨®rdenes de devoluci¨®n en comisar¨ªa y cobrar el servicio. En Tenerife, los letrados que se empe?aban en dar una asistencia individual y de calidad se encontraban con que para atender a casi 200 personas solo ten¨ªan un int¨¦rprete.
La situaci¨®n mejor¨® a partir de mediados de noviembre tras la denuncia de EL PA?S y la cadena SER, pero la asistencia de los int¨¦rpretes y los abogados de oficio, a veces sin formaci¨®n en Extranjer¨ªa, sigue arrastrando deficiencias. ¡°?ramos un grupo de varios malienses y cuando vino el abogado [de oficio] no le entend¨ªamos nada. Hab¨ªa un traductor de Mal¨ª que hablaba bambara, pero es que nosotros habl¨¢bamos soninke¡±, denuncia Idrissa Camara, un maliense de 38 a?os que lleg¨® a Gran Canaria el pasado 23 de diciembre. Camara quiere protecci¨®n en Espa?a para poder traer a su familia que aguarda huida en Mauritania. El hombre denuncia que su aldea, al oeste del pa¨ªs, lleva desde 2016 sufriendo el acoso de los yihadistas. En uno de sus asaltos violaron a su mujer y a una de sus hijas.
Facilitar el acceso al procedimiento es tambi¨¦n responsabilidad de la Polic¨ªa, jueces o fiscales, autoridades competentes para identificar estos perfiles e informarles de su derecho a pedir protecci¨®n internacional, sobre todo cuando se enfrentan al internamiento para ser devueltos. Fue llamativo el caso del maliense albino que en septiembre acab¨® en un centro de internamiento para su expulsi¨®n, sin que nadie reparase en que su condici¨®n puede costarle la vida en su pa¨ªs. Tambi¨¦n el de las decenas de malienses que fueron expulsados a Mauritania entre mediados de 2019 y comienzos de 2020 y que denunciaron que desconoc¨ªan su derecho a pedir asilo.
Incertidumbre en los hoteles de acogida
Una vez en los hoteles, gestionados por Cruz Roja, el desconcierto de los reci¨¦n llegados que buscaban ayuda para solicitar asilo ha sido una constante durante meses. La organizaci¨®n solo contaba con tres abogados en Las Palmas y uno en Tenerife para prestar asistencia jur¨ªdica a las 23.000 personas llegadas en 2020. No daban abasto. ¡°Nosotros preguntamos bastante en el hotel donde est¨¢bamos, pero siempre nos dec¨ªan dos cosas: ¡®aqu¨ª no es lugar para pedir asilo¡¯ y ¡®espera, espera¡±, recuerda el maliense Camara que ya est¨¢ en Madrid y sigue sin saber c¨®mo iniciar el papeleo.
La propia Cruz Roja reconoci¨® el pasado 9 de febrero en el Senado que una de sus ¡°mayores preocupaciones¡± era las dificultades para el acceso al procedimiento en las islas, especialmente durante el estado de alarma. La principal barrera, seg¨²n su presidente en Canarias, Antonio Rico, era la dificultad de que los migrantes pudiesen registrar su voluntad de pedir asilo en una comisar¨ªa. ¡°Si bien mantenemos una perfecta coordinaci¨®n con Polic¨ªa Nacional para realizar los tr¨¢mites pertinentes, el elevado volumen de personas y la escasez de citas determinan una ralentizaci¨®n en el acceso y en la documentaci¨®n¡±, explic¨® Rico.
El abogado Daniel Arencibia lleva en el maletero de su coche cientos de formularios para que los migrantes puedan manifestar en ellos su voluntad de pedir asilo y dejarla registrada de alg¨²n modo. En los ¨²ltimos meses su tiempo libre lo ha dedicado a informar y facilitar los tr¨¢mites a decenas de personas sin norte. ¡°Las ONG responsables de la acogida se esfuerzan en ayudar a los inmigrantes, pero ninguna instituci¨®n competente ha dado una soluci¨®n integral a ese problema. Y cuando el inmigrante trata de hacer la solicitud a t¨ªtulo particular, los problemas se multiplican: en comisar¨ªa no hay int¨¦rpretes ni recursos suficientes para atenderlos, por lo que la visita termina demasiadas veces sin registro de la solicitud¡±, explica Arencibia.
La lentitud y la organizaci¨®n de los traslados a la Pen¨ªnsula tambi¨¦n ha condicionado a los migrantes para evitar pedir asilo en las islas, seg¨²n la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR). ¡°Durante meses hemos visto c¨®mo los solicitantes de asilo se quedaban bloqueados en las islas, mientras otros perfiles s¨ª lograban ser derivados¡±, mantiene su secretaria general Estrella Gal¨¢n.
Espa?a est¨¢ obligada por diversos acuerdos internacionales a poner los medios para que sus autoridades identifiquen estos perfiles vulnerables y les faciliten el acceso a la protecci¨®n internacional. La protecci¨®n de los refugiados es adem¨¢s, seg¨²n la propia comisaria de Interior, Ylva Johanson, ¡°una obligaci¨®n moral¡± que ¡°refleja los valores¡± de la UE. El Defensor del Pueblo ya ha pedido explicaciones tanto a la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa como a la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones acerca de ¡°la falta de detecci¨®n de perfiles especialmente vulnerables¡±, entre ellos, las personas con necesidades de protecci¨®n internacional. Acnur, por su parte, decidi¨® desplegar un equipo en Canarias para apoyar a las autoridades a mejorar la identificaci¨®n de posibles refugiados y su acceso al procedimiento.
¡°Espa?a est¨¢ fallando en sus responsabilidades en ese sentido. Es un problema de falta de informaci¨®n, falta de abogados, de no imponer a la polic¨ªa que informe a la gente de sus derechos... Es un problema evidente y no solo en las Canarias, lo vemos en las costas espa?olas hace mucho tiempo¡±, denuncia la directora adjunta de Human Rights Watch, Judith Sunderland. ¡°Llegados a este punto¡±, a?ade, ¡°hay que preguntarse si esto ya es una pol¨ªtica en funci¨®n de un inter¨¦s mayor del Estado de limitar el n¨²mero de solicitudes de asilo¡±.
Datos incompletos
Las estad¨ªsticas de asilo en Espa?a tienen otro problema que no permite ver la foto completa de lo que est¨¢ ocurriendo ni en Canarias ni en el resto del territorio. Los n¨²meros oficiales solo reflejan las solicitudes formalizadas, es decir, aquellas en las que el interesado ya ha hecho la entrevista ante la Polic¨ªa en la que justifica por qu¨¦ busca protecci¨®n. Pero desde que uno manifiesta su voluntad de pedir asilo hasta que llega esa entrevista pueden pasar meses por lo que las estad¨ªsticas siempre presentan un desfase. En Canarias hay un n¨²mero indeterminado de personas, que puede superar el millar seg¨²n las fuentes consultadas, que, a pesar de todos los obst¨¢culos, s¨ª ha registrado su voluntad de pedir protecci¨®n ante la Polic¨ªa. Esas solicitudes, sin embargo, quedan fuera del radar. Los plazos son otro obst¨¢culo. Aunque la mayor¨ªa de las entrevistas se est¨¢n convocando para mediados o finales de este a?o, EL PA?S ha visto convocatorias para diciembre de 2022. Seg¨²n fuentes policiales, ya se ha reforzado la oferta de citas y se trabaja en acortar plazos y llevar a las islas m¨¢s agentes, que ser¨¢n formados en materia de asilo.