ERC y la CUP, sin Junts, anuncian un preacuerdo para investir a Aragon¨¨s
El pacto ser¨¢ validado por las bases y los anticapitalistas esperan tener el resultado el jueves
Golpe de efecto de ERC y la CUP en el ¨²ltimo tramo de las negociaciones para sacar adelante un Gobierno en Catalu?a. Ambas formaciones han anunciado el domingo por la noche que consultar¨¢n con sus bases un texto de preacuerdo, al margen de Junts, que incluye medidas concretas en sanidad, vivienda, seguridad y la realizaci¨®n de ¡°un embate democr¨¢tico¡± a favor de la independencia esta legislatura. Republicanos y anticapitalistas suman 42 esca?os (lejos de los 68 de la mayor¨ªa absoluta), pero es uno m¨¢s que el bloque formado por el PSC y los comunes. La presidenta del Parlament, Laura Borr¨¤s, tendr¨¢ que proponer a Aragon¨¨s para lo que se presenta como un incierto debate de investidura.
La jugada, riesgosa, tiene varias ventajas t¨¢cticas y llega despu¨¦s de d¨ªas de advertencias a Junts, especialmente por parte de la CUP, para que se avanzara en las negociaciones. Los anticapitalistas se quejaban de que los de Carles Puigdemont ni siquiera hab¨ªa respondido a sus propuestas. Varias voces del Junts hab¨ªan dado alas a la posibilidad de no celebrar el pleno el viernes (el d¨ªa l¨ªmite, seg¨²n la normativa) y ganar tiempo para seguir con las conversaciones para reeditar el Govern independentista. En el centro del desencuentro estaban temas como la hoja de ruta compartida del secesionismo, los l¨ªmites del di¨¢logo o el futuro del llamado Consell de la Rep¨²blica.
En Esquerra ve¨ªan ese aplazamiento como un chantaje para forzar m¨¢s concesiones. Pero las interpretaciones de la ley catalana de Presidencia y un informe anterior de los letrados abr¨ªa la puerta a que Salvador Illa pudiera ir al debate de investidura si no hab¨ªa una propuesta por parte del independentismo. Otra cosa es que el socialista lograra ser elegido, algo para lo que no tiene apoyos. Antes del preacuerdo anunciado el domingo, Borr¨¤s se iba a encontrar en la ronda de contactos con un Illa que sumaba 41 diputados (los 33 del PSC y los 8 de En Com¨² Podem) y negarle ir a la investidura seguramente habr¨ªa terminado en los tribunales. ERC y la CUP suman 42, y Aragon¨¨s tiene por tanto prelaci¨®n.
Los anticapitalistas han informado de que sus distintas asambleas internas tienen hasta el jueves para anunciar si aceptan el acuerdo. El texto no es p¨²blico, no se aclara si la CUP entrar¨ªa en el Govern, pero s¨ª ERC ahond¨® en una nota de prensa en los compromisos alcanzados. Hay medidas contra la ¡°emergencia habitacional¡±, refuerzo de la atenci¨®n primaria y supeditar el uso de los proyectiles de espuma prensada a que los Mossos publiquen los protocolos sobre uso por parte de los antidisturbios. Este ¨²ltimo tema influenci¨® las negociaciones despu¨¦s de que una joven perdiera un ojo en una manifestaci¨®n contra el encarcelamiento del rapero Pablo H¨¢sel. El debate sobre el modelo de seguridad p¨²blica se abordar¨¢ en el Parlament.
Tambi¨¦n hay acuerdos en el tema independentista: se contin¨²a el di¨¢logo con el Gobierno central, pero con un compromiso de preparar a lo largo de esta legislatura un ¡°nuevo embate democr¨¢tico, preferiblemente en forma de refer¨¦ndum¡±. Te¨®ricamente, Aragon¨¨s pasa la prueba de la ronda de contactos con Borr¨¤s, pero ser investido jefe del Govern ser¨ªa otra cosa. Y hay que sumarle que los designios de las bases anticapitalistas siempre son inciertos.
Negociaci¨®n dif¨ªcil
Junts queda en una posici¨®n comprometida, especialmente si se antepone el discurso de la unidad del independentismo y de ¡°preservar¡± la mayor¨ªa a favor de la secesi¨®n obtenida en los comicios del 14-F. Los de Puigdemont tuvieron que digerir una derrota por la m¨ªnima ante ERC (un esca?o y 30.000 votos m¨¢s) y ver c¨®mo los republicanos primaban a la CUP antes que a ellos en las negociaciones. La reuni¨®n a tres bandas tard¨® en llegar y no hubo mayores avances. La manera de abordar la elecci¨®n de los miembros de la Mesa del Parlament y el forzar al l¨ªmite el acuerdo molestaron a los posibles socios.
En Junts, claro est¨¢, lo ven distinto. Consideran que la contraparte le dio largas a la concreci¨®n de la hoja de ruta del independentismo, el primer punto de las negociaciones. Las estrategias aqu¨ª son muy opuestas. Junts quiere, por ejemplo, que haya unidad de acci¨®n en el Congreso. ERC reivindica su autonom¨ªa. Las conversaciones sobre la estructura del nuevo Ejecutivo se quedaron en meros borradores internos. La idea era que se dise?ara un Govern que permitiera superar las desconfianzas del pasado.
Borr¨¤s puede comenzar este lunes la ronda de contactos (no lo hab¨ªa podido hacer antes porque ERC no se hab¨ªa constituido como grupo parlamentario) y se enfrentar¨¢ a decidir si propone a Aragon¨¨s o abre un nuevo frente. Junts tiene poco tiempo para aterrizar en un preacuerdo ya en marcha. Sus 32 votos podr¨ªan hacer mucho da?o en un debate de investidura, aunque con cierto efecto bumer¨¢n. La repetici¨®n de las elecciones es una opci¨®n muy dif¨ªcil de explicar con una cuarta ola de la pandemia de coronavirus en ciernes y tras el hito del independentismo de superar el 50% de voto.
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