Puigdemont tiene el ¡®bot¨®n rojo¡¯
Junts per Catalunya amenaza con eternizar la investidura de Aragon¨¨s poniendo como condici¨®n el Consell per la Rep¨²blica
El Viernes de Dolores, como un anticipo del cat¨®lico Viernes Santo, se inici¨® el viacrucis que debe llevar al republicano Pere Aragon¨¨s a ser investido presidente de la Generalitat de Catalu?a. Carles Puigdemont y su formaci¨®n, Junts per Catalunya, negaron la colaboraci¨®n necesaria para facilitar la mayor¨ªa absoluta al dirigente de ERC. Jam¨¢s en la historia reciente de Catalu?a un candidato hab¨ªa obtenido ¨²nicamente 42 votos ¡ªde los 68 necesari...
El Viernes de Dolores, como un anticipo del cat¨®lico Viernes Santo, se inici¨® el viacrucis que debe llevar al republicano Pere Aragon¨¨s a ser investido presidente de la Generalitat de Catalu?a. Carles Puigdemont y su formaci¨®n, Junts per Catalunya, negaron la colaboraci¨®n necesaria para facilitar la mayor¨ªa absoluta al dirigente de ERC. Jam¨¢s en la historia reciente de Catalu?a un candidato hab¨ªa obtenido ¨²nicamente 42 votos ¡ªde los 68 necesarios y de los 74 diputados independentistas de la C¨¢mara¡ª en una primera vuelta. Y es que, tanto fuentes posconvergentes como de Esquerra coinciden en se?alar que el de Waterloo quiere hacer valer ¡°el bot¨®n rojo¡± del que dispone en la pugna por la primogenitura del proc¨¦s para mostrar su fuerza a los republicanos. Es su forma de reivindicar un liderazgo perdido en las urnas pero que presume de su pureza nacional, frente a la supuesta ¡°debilidad¡± de una ERC dispuesta a apoyar al Gobierno de Madrid y a seguir en la mesa de negociaci¨®n con el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez.
Durante la sesi¨®n de investidura, el presidente de JxCat en el Parlament, Albert Batet, se encarg¨® de subrayar en al menos media docena de ocasiones que PP y PSOE son lo mismo y que nada cabe esperar de ellos. El caso es que la tensi¨®n calculada que mantienen desde Waterloo genera nerviosismo no solo entre los republicanos sino entre quienes aspiran a ser consejeros por parte de Junts per Catalunya en el Gobierno de Pere Aragon¨¨s. Pero de nada sirven. La decisi¨®n final est¨¢ en manos de Carles Puigdemont, que en ¨²ltimo momento ¡ªapuntan fuentes posconvergentes¡ª puede dar una dentellada de caim¨¢n con la voluntad desangrar a Esquerra o alargar la incertidumbre en la pugna por la hegemon¨ªa del independentismo.
Lealtad
Desde ERC muestran su extra?eza por el hecho de que JxCat aun sabi¨¦ndose condenada a votar al candidato republicano se resista a hacerlo. ¡°Nosotros siempre actuamos con lealtad a la hora de investirlos a ellos¡±, aseguran. En el fondo, hay pocas dudas de que Aragon¨¨s ser¨¢ presidente. El martes se votar¨¢ en segunda vuelta y es muy probable que no obtenga el respaldo necesario. La pregunta es pues hasta cu¨¢ndo van a forzar la situaci¨®n desde Waterloo y qu¨¦ condiciones van a poner. El reloj ya se ha puesto en marcha y en el plazo m¨¢ximo de dos meses debe producirse la investidura o bien proceder a convocar elecciones, algo que nadie parece desear.
Desde Waterloo aspiran a que Aragon¨¨s gestione el d¨ªa a d¨ªa y Puigdemont ejerza al liderazgo
Este mismo s¨¢bado, mientras Aragon¨¨s opinaba que es posible llegar a un buen acuerdo antes del martes, el puigdemontista Albert Batet reiteraba que ¡°lo ve lejos¡±. El presidente el grupo de JxCat sentenciaba: ¡°No se pueden resolver los problemas de los ¨²ltimos tres a?os en tan solo tres d¨ªas¡±. En realidad, el escollo tiene nombre y apellidos. Se llama Carles Puigdemont y su c¨¦lebre Consell per la Rep¨²blica, que tiene como objetivo ¡°impulsar las actividades de car¨¢cter pol¨ªtico, social, cultural y econ¨®mico destinadas a la implantaci¨®n y materializaci¨®n de un Estado independiente en Catalu?a en forma de rep¨²blica¡±. Desde Waterloo aspiran a ceder a Aragon¨¨s el papel de gestor del d¨ªa a d¨ªa, mientras que reservan para ¡°el president en el exili¡± una suerte de liderazgo como el papel de faro del proc¨¦s con capacidad para condicionar la pol¨ªtica del Govern.
De hecho, en JxCat se especula con una vicepresidencia de asuntos exteriores encabezada por Elsa Artadi en la que tenga un papel preponderante el c¨¦lebre organismo que promociona Puigdemont. Como dijo Batet en la sesi¨®n de investidura se trata de buscar ¡°un espacio libre desde Europa fuera de las grapas del Estado espa?ol¡±, porque ¡°las victorias del independentismo tienen el sello del exilio¡±, agreg¨®. Desde Junts hay quienes afirman que Artadi, por su formaci¨®n, preferir¨ªa una consejer¨ªa econ¨®mica. Pero desde Waterloo se opina de otra manera, aseguran fuentes posconvergentes. Algunos ya se est¨¢n postulando para departamentos de la Generalitat. A Anna Erra, alcaldesa de Vic, le gustar¨ªa ¡ªafirman¡ª estar al frente de Ense?anza. Pero todo queda supeditado a las ¨®rdenes del propietario del bot¨®n rojo.
No est¨¢ claro hasta d¨®nde est¨¢ dispuesta a ceder ERC, cu¨¢nto va a durar el pulso, ni cu¨¢l va a ser la duraci¨®n del nuevo Gobierno catal¨¢n. La f¨®rmula de un Ejecutivo entre ambas formaciones se ha revelado un fracaso de gesti¨®n en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n han considerado las principales patronales y los sindicatos mayoritarios. El propio exdiputado republicano Joan Tard¨¤ asegur¨® hace unas semanas que la reedici¨®n de un Gabinete de coalici¨®n con Junts ser¨ªa ¡°un Vietnam¡±. ¡°Ellos son un artefacto inestable y es muy probable que a media legislatura se produzca un cambio de alianzas¡±, aseguran fuentes republicanas. Todo est¨¢ supeditado a que desde el Gobierno central se d¨¦ luz verde a medidas como los indultos o la reforma del C¨®digo Penal que ERC pueda exhibir como triunfos negociadores frente a los independentistas hiperventilados de Junts, apuntan desde Esquerra. Para a?adir inestabilidad a la fr¨¢gil legislatura, Aragon¨¨s se ha comprometido a someterse a una moci¨®n de confianza en dos a?os para lograr el apoyo de la CUP. ¡°No sabemos si las tensiones internas en JxCat resistir¨¢n hasta entonces¡±, afirman fuentes republicanas.
La convivencia de una multiplicidad de ideolog¨ªas en el partido de Puigdemont no se antoja f¨¢cil para llevar a cabo una tarea de gesti¨®n. El secretario general de Junts, Jordi S¨¢nchez, ha intentado poner orden en la formaci¨®n. Pero su tarea es dif¨ªcil. Fruto de tanta diversidad, Junts ha dejado el debate del modelo fiscal para cuando Catalu?a llegue a la independencia, lo cual no se prev¨¦ inmediato.
Voto de Llu¨ªs Puig
De momento Esquerra ¡ªquiz¨¢s esperando en balde una contrapartida r¨¢pida¡ª apoy¨® para la presidencia del Parlament a Laur¨¤ Borr¨¤s (JxCat), investigada por corrupci¨®n, y que se inaugur¨® en el cargo permitiendo la votaci¨®n telem¨¢tica de Llu¨ªs Puig ¡ªactualmente en Bruselas¡ª a pesar de los informes contrarios de los letrados de la C¨¢mara. Fuentes de ERC aseguran que de haber presidido ellos el Parlament eso no se habr¨ªa producido. Sea como fuere, Junts ha conseguido su primera victoria al arrastrar a los dos miembros independentistas de la mesa del Parlament, de ERC y de la CUP, a sus posiciones.
A Borr¨¤s, que comparti¨® la war room de JxCat junto al expresidente Quim Torra y al irreductible exvicepresidente del Parlament Josep Costa, no le temblar¨ªa el pulso si desde Waterloo se le ordenara la guerra total. De hecho en su discurso de toma de posesi¨®n no tuvo reconocimiento alguno para su antecesor, el republicano Roger Torrent, a quien acusan de haber impedido la investidura telem¨¢tica de Puigdemont en enero de 2018. Borr¨¤s forma parte de ese sector de Junts que opina que la autonom¨ªa de Catalu?a es un obst¨¢culo para la independencia, lo que, por otra parte, no le impide ocupar cargos efectivos en la Administraci¨®n.
En Esquerra no son pocos los que temen que Borr¨¤s convierta el Parlament en un b¨²nker. El primer cap¨ªtulo ya ha sido escrito con la admisi¨®n del voto telem¨¢tico del exconsejero Llu¨ªs Puig. Y no ser¨¢ el ¨²nico. Falta por saber que har¨¢ en caso de ser juzgada por presunta corrupci¨®n.