Los menores que devolvi¨® Espa?a
Otros dos adolescentes cuentan a EL PA?S c¨®mo las autoridades los condujeron hasta Marruecos en contra de su voluntad durante la crisis migratoria de Ceuta
La mayor parte de los 8.000 emigrantes irregulares que entraron entre el 17 y 18 de mayo en Ceuta, ante la pasividad de las autoridades marroqu¨ªes, fueron devueltos a Marruecos durante la misma semana. Entre ellos hay cientos de menores de edad. Muchos volvieron de forma voluntaria y otros los hicieron obligados. Estos ¨²ltimos plantean un problema para las autoridades espa?olas.
La Fiscal¨ªa de Menores de Ceuta emprendi¨® el viernes una investigaci¨®n para dilucidar en qu¨¦ condiciones fue devuelto a su pa¨ªs el joven Ascharf, de 16 a?os. Aschraf hab¨ªa llegado a Ceuta nadando con un flotador de botellas de pl¨¢stico que se hab¨ªa fabricado. Y asegur¨® haber sido expulsado dos veces en menos de 48 horas. Adem¨¢s de Aschraf, este diario ha contactado con otros dos menores que relatan c¨®mo fueron devueltos a Marruecos contra su voluntad.
Uno de ellos es el guineano Ibrahim Barry, de 17 a?os. ?l ya logr¨® pasar a Ceuta en agosto de 2018, cuando ten¨ªa 15 a?os. Super¨® la valla y lleg¨® con las manos y los pies ensangrentados a la ciudad aut¨®noma espa?ola. A pesar de las heridas, que a¨²n conserva, dice que ese fue el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida. ¡°Pens¨¦ que ya iba a tener la oportunidad de estudiar en un colegio, de tocar alg¨²n instrumento de m¨²sica, de jugar al baloncesto¡¡±. Eso era lo que so?aba cuando, seg¨²n relata, sali¨® de Conakry con 11 a?os, despu¨¦s de que su padre muriese en un accidente de tr¨¢fico cuando ¨¦l ten¨ªa siete.
¡°Pero en Ceuta¡±, asume, ¡°comet¨ª el error de declarar que ten¨ªa 20 a?os. Lo hice para que no me metieran en un centro de menores y me echaran hacia la pen¨ªnsula. Y en lugar de eso, me devolvieron a Marruecos¡±. Ibrahim muestra un documento de petici¨®n de asilo ante la ONU donde se acredita que naci¨® el 1 de enero de 2004. Algunos ciudadanos espa?oles que cuidan de ¨¦l en Rabat facilitan su partida de nacimiento, donde aparece como fecha de nacimiento el 10 de agosto de 2003. Aunque la fecha difiere, ambos documentos coinciden en acreditar su minor¨ªa de edad.
Ibrahim logr¨® entrar en Ceuta de nuevo el pasado lunes 17 de mayo. Y asegura haber sido expulsado el mi¨¦rcoles. ¡°Me llevaron a un centro donde pas¨¦ la noche. Al d¨ªa siguiente me ataron las manos con unas gomas, me metieron en una furgoneta de polic¨ªa. Y me acompa?aron hacia la frontera. Me llevaron dos polic¨ªas del brazo, uno de cada codo. No me hicieron da?o, pero me obligaron a salir¡±.
Ibrahim vive en el barrio de Takad¨²n, comparte habitaci¨®n con otras ocho personas y paga el equivalente a 20 euros al mes. Voluntarios espa?oles le regalan libros, porque Barry dice que le apasiona leer, y le convencen para que no se vaya en patera, como intentan hacer ya algunos de sus amigos. Pero ¨¦l sostiene que todo lo que ha hecho en su vida desde los 11 a?os ha sido con el fin de llegar a Europa. Y dice que no va a parar hasta conseguirlo. La polic¨ªa marroqu¨ª le ha detenido en varias ocasiones y lo ha trasladado hasta tres veces a ciudades del sur, bien alejadas de la capital. Pero Ibrahim siempre termina volviendo.
El caso de Aschraf Ben Jilisa es distinto. Tiene 16 a?os, la misma edad que Aschraf, el menor que lleg¨® a Ceuta en un flotador de botellas de pl¨¢sticos. Pero Ben Jilisa vive con su hermano mayor en Fnideq, que es quien cuida de ¨¦l. El hermano, de 30 a?os, tiene un almac¨¦n en esta localidad, est¨¢ casado y tiene un hijo peque?o. Los padres de Aschraf Ben Jilisa viven en la ciudad de Chauen. Aschraf cuenta que el lunes 17 de mayo se enter¨® por Facebook de que mucha gente estaban entrando en Ceuta y ¨¦l decidi¨® marcharse. No avis¨® ni a su hermano ni a su familia. Al d¨ªa siguiente, lo expulsaron.
¡°Yo no quer¨ªa volverme a Marruecos¡±, explica. ¡°Pero vi c¨®mo los militares le pegaban a otro chico que intent¨® escapar y decid¨ª no correr. Me sac¨® un militar, caminando a mi lado hasta la frontera con Fnideq. Me tra¨ªa cogido del brazo¡±.
En Ceuta hay quienes sostienen que hubo autoridades de Fnideq que animaron a los menores a ir a Espa?a. Sin embargo, todas las fuentes consultadas por este diario en la antigua Castillejos niegan esa versi¨®n. Jamal Ed¨ªn, de 28 a?os, responsable de las juventudes en Fnideq del partido Reagrupaci¨®n Nacional Independiente (RNI), sostiene: ¡°En Castillejos fuimos de los ¨²ltimos en enterarnos que se pod¨ªa entrar por la frontera. La mayor¨ªa nos enteramos por Facebook. Y otros porque nos llamaban amigos desde otras partes de Marruecos¡±.
Aschraf Ben Jilisa dice que no quiere volver ya al colegio en Marruecos. Que pretende seguir sus estudios alg¨²n d¨ªa en Espa?a. Pero, de momento, no habla nada de espa?ol.
Adem¨¢s de los ni?os que volvieron a Marruecos, Espa?a se encuentra con los que a¨²n siguen en Ceuta y no desean regresar. Hafsa Rbahi, es una joven de 19 a?os, vecina de Fnideq, que tiene dos hermanos, de 17 y 14 a?os en Ceuta. ¡°Se fueron sin decirnos nada¡±, comenta Rbahi. ¡°Y llamaron a casa un d¨ªa y nos dijeron que estaban en Ceuta. Mi padre les dijo: si ese es vuestro deseo, quedaros en Ceuta. Nunca me podr¨¦is decir que yo os he impedido cumplir vuestros sue?os¡±.
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