El ministro que tramit¨® los indultos del ¡®proc¨¦s¡¯ se va sin tiempo de culminar sus proyectos estrella
Juan Carlos Campo estaba implicado en la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial y en reformas legislativas como la Lecrim
Juan Carlos Campo (Osuna, Sevilla, 60 a?os) deja el Ministerio de Justicia 19 d¨ªas despu¨¦s de culminar uno de los encargos m¨¢s delicados del Gobierno de Pedro S¨¢nchez: la tramitaci¨®n de los indultos de los nueve l¨ªderes independentistas condenados por sedici¨®n. Pero en la agenda de este doctor en Derecho y juez de carrera figuraban muchos otros proyectos fundamentales para el Ejecutivo que ahora se queda...
Juan Carlos Campo (Osuna, Sevilla, 60 a?os) deja el Ministerio de Justicia 19 d¨ªas despu¨¦s de culminar uno de los encargos m¨¢s delicados del Gobierno de Pedro S¨¢nchez: la tramitaci¨®n de los indultos de los nueve l¨ªderes independentistas condenados por sedici¨®n. Pero en la agenda de este doctor en Derecho y juez de carrera figuraban muchos otros proyectos fundamentales para el Ejecutivo que ahora se quedan a medias y tendr¨¢ que abordar la nueva ministra, Pilar Llop. Entre ellos, la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ya va con m¨¢s de dos a?os y medio de retraso, pero tambi¨¦n la reforma de los delitos de rebeli¨®n y sedici¨®n, y el Plan Justicia 2030, un proyecto de remodelaci¨®n integral de la administraci¨®n de justicia que contempla, a su vez, una de las reformas legales de mayor envergadura: la de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim).
Campo y su equipo han compaginado en el ¨²ltimo a?o y medio el avance en estos proyectos con la gesti¨®n de la pandemia de la covid-19, que oblig¨® a sacar adelante sobre la marcha un paquete de reformas normativas, organizativas y tecnol¨®gicas para paliar los efectos de la crisis sanitaria en los tribunales. Las peculiaridades de la administraci¨®n de justicia, con las competencias divididas entre el Gobierno central, las comunidades aut¨®nomas y el Consejo General del Poder Judicial, dificultan tradicionalmente la toma de decisiones consensuadas, un mal al que Campo intent¨® hacer frente durante la pandemia a golpe de videoconferencias semanales con todos los operadores jur¨ªdicos para determinar desde qu¨¦ servicios eran esenciales y deb¨ªan seguir pese al estado de alarma, a c¨®mo garantizar las medidas sanitarias en las sedes judiciales o qui¨¦nes deb¨ªan acudir a su puesto de trabajo y qui¨¦nes y c¨®mo pod¨ªan teletrabajar.
El hasta ahora ministro lleg¨® al Gobierno en enero de 2020 con un bagaje que mezclaba los tribunales con la pol¨ªtica. Como juez, ha desarrollado casi toda su carrera en C¨¢diz, donde fue magistrado de la Audiencia Provincial. Su plaza actual, lograda poco antes de llegar al ministerio, est¨¢ en la Audiencia Nacional. Como pol¨ªtico, Campo ha ocupado desde los a?os noventa altos cargos en la Junta de Andaluc¨ªa y en el Gobierno central, donde antes de ser ministro fue secretario de Estado de Justicia en el ¨²ltimo Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, entre 2009 y 2011.
Tambi¨¦n fue vocal del CGPJ entre 2001 y 2008, cuando el ¨®rgano estaba presidido por Francisco Hernando. En aquel Consejo coincidi¨® con Enrique L¨®pez, que entonces ya era considerado un juez pr¨®ximo al PP y sus postulados. Pese a sus diferencias ideol¨®gicas, entre Campo y L¨®pez, actual consejero de Justicia de Madrid y responsable nacional de esta ¨¢rea en el partido de Pablo Casado, surgi¨® una amistad que mantienen hoy y que durante un tiempo pareci¨® que iba a poder servir para desenquistar la renovaci¨®n del Consejo. Sin embargo, los vetos y las condiciones cambiantes del PP para sellar un pacto han impedido al hasta ahora ministro cerrar con ¨¦xito una de las tareas que con m¨¢s determinaci¨®n asumi¨® al llegar al Gobierno.