¡°La sociedad nos ha olvidado¡±
La precariedad y la dificultad para independizarse o formar familias mellan el ¨¢nimo y la salud mental de los j¨®venes, que se quejan de ser invisibles ante la clase pol¨ªtica
¡°Ser joven es ser olvidado por la sociedad. No eres lo suficientemente peque?o para que te cuiden ni lo suficientemente adulto ¡ªo al menos no tienes las herramientas¡ª para cuidarte solo¡±. Sara Zamarriego tiene 19 a?os pero es demoledora: ¡°Ser joven es tener ansiedad por el presente y unas expectativas deprimentes por el futuro¡±, confiesa en el mensaje que envi¨® a EL PA?S. ?C¨®mo es ser joven en 2021? Muchos de los m¨¢s de 350 lectores que respondieron se sienten enfrentados a una paradoja que define Candela, de 27: ¡°El mundo es el mejor hasta el momento. M¨¢s tolerancia, m¨¢s libertad, m¨¢s derechos. Sin embargo, nos encontramos ante verdaderos retos para construir un futuro¡±.
Incertidumbre, angustia, miedo, desesperanza, repiten. ¡°Es frustrante no encontrar trabajo en lo que te has formado y tener que seguir form¨¢ndote como ¨²nica salida para no caer en la estacada¡±, dice Alba, que estudi¨® Criminolog¨ªa y lleva dos a?os opositando. Andrea Pita, estudiante ferrolana de 22 a?os, siente que es ¡°una carga econ¨®mica¡± para su familia y como muchos se queja de la falta de ayudas : ¡°No tengo amparo pol¨ªtico ni promoci¨®n al m¨¦rito. Me siento abandonada a mi suerte¡±.
Estaban mal y lleg¨® la pandemia. Seg¨²n una encuesta de la Federaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n, la covid y el confinamiento dispararon la ansiedad y el des¨¢nimo de los j¨®venes de entre 18 y 29 a?os (hasta el 22,6% y el 19,5%, unos 10 puntos m¨¢s en julio que en marzo de 2020). ¡°La realidad me ha estallado en la cara¡±, reconoce Alba Vivancos, de 21: ¡°He pasado de quedar cada tarde y pasar las noches en conciertos a la tristeza normalizada¡±. ¡°Nuestra salud mental es m¨¢s vol¨¢til que nunca¡±, a?ade Alejandro, de 20. ¡°Como generaci¨®n, estamos cuc¨²¡±, resum¨ªan con gracia dos amigas de 24 y 25 que dejaron un largo audio desgranando los motivos: la temporalidad, la explotaci¨®n, los alquileres imposibles, el retraso de la maternidad, la constante cr¨ªtica de ser irresponsables y quejicas, la frustraci¨®n de estudiar para nada. ¡°La ansiedad est¨¢ supernormalizada, el lorazepam rula que flipas¡±, conclu¨ªan. ¡°Lo ¡®bueno¡¯ es que la salud mental ya no es un tab¨²¡±.
El resto de mensajes les dan la raz¨®n. Much¨ªsimos j¨®venes hablan abiertamente en ellos de sus trastornos de ansiedad o depresi¨®n, y comparten un lamento: la Seguridad Social no cubre sus necesidades. Miriam, de 32, psic¨®loga en un hospital p¨²blico de Madrid, cuenta en su mensaje que se desestresa subiendo contenido a Tik Tok. Para ella, estar al otro lado de esas sesiones de apenas media hora cada tantas semanas tambi¨¦n resulta frustrante. ¡°Insto a mis pacientes a que pongan reclamaciones: el problema es que nos han ense?ado a conformarnos, somos poco reivindicativos, deber¨ªamos salir m¨¢s a la calle¡±, dice.
Es una autocr¨ªtica habitual. ¡°Somos la generaci¨®n que se queja y no hace nada¡±, dice Jes¨²s, 28, enfermero en Londres. Muchos culpan a sus mayores, los mismos que los tildan de ¡°mimados¡± y ¡°fr¨¢giles¡± de haberles heredado un planeta envenenado y una cultura t¨®xica del trabajo que ya no ofrece lo que promet¨ªa (¡°valoramos mucho m¨¢s la conciliaci¨®n; el trabajo no lo es todo, pero cuesta que los jefes m¨¢s mayores lo vean¡±, dice Mar¨ªa, consultora de 33 a?os). Muchos mensajes resuenan con cierto derrotismo. Pero tambi¨¦n hay destellos. ¡°Si queremos cambiar esta realidad, la tendremos que pelear. El futuro que nos espera ser¨¢ sin medioambiente, sin vivienda, sin trabajo y, por tanto, sin dignidad. Si no somos nosotros los que lo hagamos, nadie lo har¨¢ por nosotros¡±, dice Julio, arquitecto de 32. ?C¨®mo es ser joven en 2021? Consejo Pastor, de 21, reivindica que ¡°tambi¨¦n es movilizarse y actuar por lo que creemos, traer nuevos temas a la agenda p¨²blica, poner el foco sobre nuevas inquietudes, sacar fuerzas y seguir luchando¡±.
Testimonios
ANA CORRAL
Para m¨ª ser joven en 2021 es desolaci¨®n, incertidumbre, angustia y anestesia. Es pasar tu ni?ez en ¨¦poca de bonanza, llegar a la juventud en ¨¦poca de crisis econ¨®mica y prever un futuro de crisis clim¨¢tica. Es adquirir en la infancia, junto a tus padres, unas expectativas sobre c¨®mo ser¨¢ tu vida, para despu¨¦s tener un trabajo inestable y precario (aun habi¨¦ndote gastado un dineral en formaci¨®n). Es no poder tener ni siquiera la opci¨®n de comprarte una casa, alquilar sola o tener hijos. Es no saber si quieres traer hijos a este mundo con estas condiciones que les dejamos. Es intentar lidiar con esta angustia en una ¨¦poca de 'fast-food' emocional y de consumismo fren¨¦tico y arrollador, que se aplica tambi¨¦n a las relaciones humanas.
ANTHONY CHIRINOS
Ser joven en 2021 es un caos total. En lo emocional, en lo econ¨®mico, en lo motivacional, en todos los ¨¢mbitos. Cada d¨ªa es m¨¢s complicado acceder a la compra de un coche, ampliar tus estudios... El dinero no te alcanza, entonces vas a buscar un trabajo. Tienes 25 a?os y te piden una experiencia de 45. A medida que pasa el tiempo, las dificultades son a¨²n mayores. Me pongo a compararme con mis padres que con mi edad ya hab¨ªan logrado un mont¨®n de cosas. Sin embargo, yo no tengo ni una cuarta parte de todos los logros que ten¨ªan ellos en lo econ¨®mico, en lo laboral, en formar una familia. Ellos ten¨ªan m¨¢s estabilidad. Ahora los j¨®venes nos encontramos en un colapso debido a la inestabilidad y eso nos produce depresi¨®n, angustia, todo. Estamos totalmente agobiados porque no sabemos qu¨¦ vamos a hacer con nuestras vidas el d¨ªa de ma?ana.
M?NICA MEDIAVILLA
Al igual que la mayor¨ªa de los milenials me siento como si fuera una adolescente atascada en el tiempo sin poder avanzar. No podemos tener trabajos estables ni comprarnos casa por lo que la mayor¨ªa no tenemos hijos. Esto a la larga va a repercutir en la econom¨ªa y en muchas m¨¢s cosas. Yo me fui de casa a los 26 con un alquiler y tuve que volver porque era insostenible. Todo me ha afectado psicol¨®gicamente, llegando a medicarme por estr¨¦s y ansiedad. Si la sociedad no ayuda con las viviendas y los trabajos a que los milenials salgamos adelante, vamos a ser la generaci¨®n perdida.
CARLOS D?AZ
Poco antes de la covid-19 me qued¨¦ en paro. La pandemia dispar¨® mi falta de motivaci¨®n e ilusi¨®n. Un sentimiento de soledad, un vac¨ªo personal que me hac¨ªa ver el futuro de manera poco optimista. Cada entrevista en la que no me daban respuesta o me descartaban me minaba m¨¢s la moral. Evitaba reuniones y amigos, me refugiaba en casa aunque mis padres me miraran con tristeza y desasosiego. Mi situaci¨®n cambi¨® de repente a finales de mayo, cuando volv¨ª a trabajar en el banco en el que estaba antes de la pandemia. Ahora he vuelto a Madrid, tengo unos horarios establecidos que me han ayudado, estoy m¨¢s activo, duermo mucho mejor, me he reencontrado con gente que llevaba tiempo sin ver y siento que tengo las riendas de mi vida.
ELENA RIOL
La mayor parte de mis amigos tienen problemas de ansiedad y depresi¨®n, yo incluida. Dir¨ªa que uno de cada tres vamos al psic¨®logo y no vamos m¨¢s porque no nos lo podemos permitir. Tenemos muchas inseguridades sobre nuestro f¨ªsico y nuestras capacidades y acerca de lo que vamos a hacer en el futuro, porque realmente, estudiemos lo que estudiemos, sabemos que en Espa?a no vamos a poder trabajar. Nos preocupa bastante el futuro del pa¨ªs, la polarizaci¨®n ideol¨®gica. Vemos muchos extremos. Nos preocupa el cambio clim¨¢tico. Estamos bastante concienciados, pero no hacemos lo suficiente. Tenemos ansiedad porque no vemos un futuro sostenible para nosotros y para nuestras futuras familias e hijos. Siento ser pesimista, pero vivo en una nube de preocupaci¨®n por qu¨¦ ser¨¢ de nosotros.
?SCAR BERN?RDEZ
Pertenecer significa ser productivo al sistema. As¨ª te han criado. Demasiado tiempo para pensar; est¨¢s dejando la vida pasar. Estabas a punto de alcanzar esa experiencia que te ped¨ªan cuando lleg¨® la pandemia. Tu formaci¨®n ya no vale, y ya no est¨¢s dispuesto a seguir gastando un dinero que no tienes en formarte. Vives el aislamiento en casa de tus padres. ?Cre¨ªas que te hab¨ªas emancipado para siempre? Tu madre sostiene a tres. La esfera p¨²blica ahora es digital, y no tienes invitaci¨®n. Suerte con tus frustraciones. Decides intentarlo. Terminas tu primera novela. En las editoriales no aceptan a desconocidos; tienes que recurrir a una agencia de representaci¨®n. Resulta que las agencias ya hacen suficiente negocio, no aceptan nuevos representados.
Casi consiguen que te averg¨¹ences de no ser parte del sistema. Te preguntas cu¨¢ntos m¨¢s hay como t¨². Te preguntas si aceptar¨¢n otra cosa que no sea la revoluci¨®n.
Cap¨ªtulo 6