El Gobierno aprueba la evacuaci¨®n de ¡°varios cientos¡± de europeos y afganos de Kabul
¡°No vamos a dejar a nadie atr¨¢s¡±, asegura el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares
El Gobierno espa?ol ha decidido poner en marcha un plan para evacuar en los pr¨®ximos d¨ªas a varios cientos de personas de Afganist¨¢n, entre ciudadanos espa?oles, europeos y afganos que han trabajado para el Ej¨¦rcito y la cooperaci¨®n espa?ola. ¡°No vamos a dejar a nadie atr¨¢s¡±, ha asegurado este vi...
El Gobierno espa?ol ha decidido poner en marcha un plan para evacuar en los pr¨®ximos d¨ªas a varios cientos de personas de Afganist¨¢n, entre ciudadanos espa?oles, europeos y afganos que han trabajado para el Ej¨¦rcito y la cooperaci¨®n espa?ola. ¡°No vamos a dejar a nadie atr¨¢s¡±, ha asegurado este viernes el jefe de la diplomacia espa?ola, Jos¨¦ Manuel Albares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha decidido todav¨ªa el cierre de la Embajada en Kabul, pero s¨ª la reducci¨®n de su personal, y est¨¢ preparado para proceder a una evacuaci¨®n completa si contin¨²a el ¡°r¨¢pido y grave deterioro de la situaci¨®n sobre el terreno¡±, en palabras de Albares. Fuentes diplom¨¢ticas admiten que la legaci¨®n diplom¨¢tica solo seguir¨¢ abierta, con un ret¨¦n reducido, si los intereses espa?oles en el pa¨ªs as¨ª lo justifican y las condiciones de seguridad son suficientes.
Todo est¨¢ listo para que esta evacuaci¨®n se haga antes del d¨ªa 31, cuando est¨¢ previsto que Estados Unidos deje de garantizar la operatividad del aeropuerto de Kabul. Aunque Turqu¨ªa est¨¢ negociando hacerse cargo de esta instalaci¨®n estrat¨¦gica, a¨²n no hay un compromiso firme, por lo que el Gobierno no quiere arriesgarse y se ha marcado final de mes como fecha l¨ªmite.
¡°La seguridad de los ciudadanos espa?oles es nuestra primera preocupaci¨®n, pero no se va a dejar a nadie atr¨¢s. Ni a los afganos que han trabajado codo con codo con nosotros ni a sus familias¡±, ha dicho el ministro, quien ha insistido en que el objetivo es que puedan ser evacuados ¡°en las mejores condiciones y en el menor plazo posible¡±.
El personal de la Embajada espa?ola es muy reducido: dos diplom¨¢ticos (el todav¨ªa embajador Gabriel Ferr¨¢n, que estaba pendiente de su relevo, y el encargado de negocios), ocho contratados locales y 17 agentes de polic¨ªa (incluidos los geos). A ello hay que sumar a seis ciudadanos espa?oles que se encuentran en Kabul y a un funcionario de una agencia de Naciones Unidas que est¨¢ fuera de la capital, aunque en contacto con la Embajada. El grueso de la evacuaci¨®n corresponder¨¢, sin embargo, a ciudadanos afganos.
La comisi¨®n interministerial que lleva varias semanas trabajando en este asunto (con representantes de los departamentos de Asuntos Exteriores, Interior, Defensa, Migraciones y Presidencia) ha identificado a un centenar de afganos que trabajaron para el contingente militar espa?ol, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) o la propia Embajada. A esta cifra hay que a?adir los familiares de estos, los ciudadanos europeos cuyos pa¨ªses no tienen capacidad de repatriarlos y el personal local contratado por la misi¨®n de la UE, que se repartir¨¢ entre los Veintisiete. Esos grupos suman ¡°varios cientos de personas¡±, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.
Las mismas fuentes reconocen que no basta con un avi¨®n de transporte A400M como el que tiene preparado el Ministerio de Defensa (con capacidad para llevar a bordo 116 soldados), por lo que habr¨¢ que realizar varios vuelos y proceder a una evacuaci¨®n escalonada, aunque se intentar¨¢ que se concentre en el tiempo por razones de seguridad.
El Gobierno espa?ol est¨¢ en contacto con los socios europeos, para coordinar las evacuaciones y decidir el futuro de sus legaciones diplom¨¢ticas, que algunos pa¨ªses han decidido ya clausurar temporalmente. Este mismo viernes se ha celebrado una reuni¨®n del Consejo Atl¨¢ntico, de la que ha salido el compromiso de que ning¨²n aliado reconocer¨¢ ¡°en ning¨²n caso¡± al futuro Gobierno talib¨¢n, surgido de una acci¨®n de fuerza y autor de graves violaciones del derecho internacional y los derechos humanos, como se est¨¢ comprobando ya en las ciudades que van ocupando.