El jefe del ¨²ltimo contingente espa?ol en Kabul: ¡°La ventaja de los talib¨¢n es la determinaci¨®n¡±

Al coronel Alfonso ?lvarez Planelles, alicantino de 58 a?os, jefe del ¨²ltimo contingente del Ej¨¦rcito espa?ol en Afganist¨¢n, no le ha sorprendido la ofensiva talib¨¢n, que se esperaba como cada temporada primavera-verano, aunque s¨ª la contundencia y rapidez de su avance.

Buen conocedor de los militares afganos, asegura que ¡°est¨¢n suficientemente preparados y bastante bien equipados¡± y que, en general, tienen ¡°un buen nivel de adiestramiento y, en algunas unidades, como las de operaciones especiales, muy buen nivel¡±.

Los Fuerzas Armadas afganas se enfrentan a un enemigo al que el coronel se resiste a llamar ej¨¦rcito, pero que tiene ¡°cierta cadena de mando y disciplina¡±, dotado con un armamento heterog¨¦neo ¡ªcohetes, granadas, morteros, artefactos explosivos improvisados (IED) y hasta drones armados artesanalmente en los ¨²ltimos tiempos¡ª, y dispuesto a utilizar todos los medios, incluso camiones bomba y atentados suicidas.

Los talib¨¢n se financian con los fondos del contrabando de opio y se arman con el material que incautan al Ej¨¦rcito afgano y adquieren en el mercado negro (sobre todo, ruso y chino), sin mencionar el presunto apoyo de alg¨²n pa¨ªs vecino del que el coronel no quiere hablar.

La ¡°determinaci¨®n¡± de los talib¨¢n

Si los talib¨¢n no son muy superiores num¨¦ricamente, ni est¨¢n mejor instruidos o equipados, ?qu¨¦ explica su avance arrollador? ¡°Hay una superioridad en la determinaci¨®n¡±, contesta. Lo que en lenguaje castrense se llama la moral de la tropa. ¡°Es dif¨ªcil mantener la moral¡±, reconoce, ¡°cuando los militares son extorsionados con amenazas a sus familiares¡±. Pero el Ej¨¦rcito afgano, subraya, ¡°debe tener la firme voluntad de aguantar¡±.

Otro ¡°grav¨ªsimo problema¡± que mina a la Administraci¨®n afgana, y a sus Fuerzas Armadas, es la corrupci¨®n cr¨®nica, advierte. En el cuartel general de la OTAN en Kabul, donde el coronel dirig¨ªa la divisi¨®n de log¨ªstica nacional, que daba apoyo a las fuerzas de seguridad locales, exist¨ªa una secci¨®n dedicada exclusivamente a combatir la corrupci¨®n, no solo en la distribuci¨®n de los fondos, sino en toda la cadena de suministro.

No obstante, asegura que ¡°Afganist¨¢n no es hoy el mismo pa¨ªs al que llegamos hace 20 a?os. Tiene instituciones, un Ej¨¦rcito, un Gobierno y un Parlamento, ha mejorado la econom¨ªa y la situaci¨®n de la mujer¡±.

Se resiste a admitir que todo eso se venga abajo en pocas semanas. ¡°Los talib¨¢n han empezado por los objetivos m¨¢s asequibles. Si hubieran querido derribar al Gobierno, habr¨ªan ido directamente sobre Kabul, pero no lo han hecho porque saben que es mucho m¨¢s dif¨ªcil, ah¨ª la resistencia es muy superior.¡±

¡°Me gustar¨ªa dar un mensaje de ¨¢nimo¡±, concluye. ¡°Las Fuerzas Armadas afganas siguen ah¨ª y tienen una oportunidad. A¨²n tienen la capacidad de revertir la situaci¨®n¡±. ?No cree entonces que Afganist¨¢n ser¨¢ un nuevo Vietnam? ¡°A¨²n no lo veo. Y deseo que no sea as¨ª¡±.