Pablo Costas, el capit¨¢n gallego retenido en Yemen: ¡°Estamos indefensos en la mar¡±
El patr¨®n del ¡®Cobija¡¯, ya en libertad y con el pasaporte sellado, espera a ser repatriado a Espa?a cuanto antes
Pablo Costas, el marinero gallego retenido en Yemen desde septiembre de 2020 por una denuncia australiana por pesca ilegal, a¨²n tiene la voz cansada. Las ¨²ltimas 24 horas han sido radicalmente diferentes a los pasados 11 meses: por fin pudo descansar en un hotel con la certeza de que volver¨ªa a casa. ¡°Los capitanes tenemos una profesi¨®n fastidiada¡±, constata este lunes. ¡°La pesadez mental sigue, porque esto no se puede olvidar f¨¢cilmente. Yo no voy a retirarme, voy a trabajar en la mar y s¨¦ que estamos indefensos¡±.
Costas se comunica con EL PA?S a trav¨¦s de audios de WhatsApp de camino al pesquero Cobija, en el que ha estado retenido todo este tiempo con su tripulaci¨®n en condiciones de insalubridad y temperaturas de hasta 45 grados. El marinero, que ya se ha desvinculado del barco, propiedad de un armador somal¨ª y que faenaba con bandera de conveniencia boliviana cuando fue apresado, va a instruir al nuevo patr¨®n sobre el sistema de navegaci¨®n, arranque de motor y todo lo relacionado con el funcionamiento de la embarcaci¨®n. Mientras tanto, est¨¢ esperando tener resultados de su prueba PCR y que se defina la log¨ªstica de su viaje a Espa?a.
Tras pasar casi una semana sin comer y sin ninguna seguridad sobre su regreso, Costas cuenta que lo trasladaron a un hotel a cinco o seis kil¨®metros del ¡°bullicio¡± de la ciudad de Al Mukallah, en una zona tranquila. Descans¨® la noche de este domingo, pero los meses de penalidades le han pasado factura: tiene un dolor en el pulm¨®n desde hace varios d¨ªas y admite que no sabe reconocer si se debe al estr¨¦s, la presi¨®n psicol¨®gica u otro motivo. ¡°Pero vamos para adelante¡±, zanja, ¡°tengo el pasaporte sellado y estoy trabajando con personal espa?ol para que todo salga bien, est¨¢n pendientes en todo momento. No queremos sorpresas¡±.
El capit¨¢n gallego denuncia las condiciones de vulnerabilidad en las que ha estado retenido en el estado ¨¢rabe, en guerra civil desde 2014 y con una de las peores crisis humanitarias del mundo. ¡°No hay ley en el mundo que avale la barbaridad que me hicieron aqu¨ª por la supuesta pesca ilegal. El problema es que no se respetaron las m¨ªnimas garant¨ªas en el proceso. Este es un pa¨ªs en guerra, no hay notificaciones, no hay nada¡±. Costas cree que si no lograba salir de Yemen y muriera ah¨ª, nadie habr¨ªa hecho nada. ¡°Eso no lo puedo consentir, mis amigos y vecinos tampoco, ni el sector de la pesca¡±, asegura en referencia a la multitudinaria concentraci¨®n que se organiz¨® en su pueblo natal, Bueu (Pontevedra), el pasado s¨¢bado.
La familia del marinero gallego espera su regreso en la localidad de 12.000 habitantes. ¡°Ha sido mucho tiempo, agravado por la profesi¨®n, que me suele mantener meses y meses fuera¡±, asegura, ¡°pero soy una persona sencilla, de estar en casa y eso es lo que har¨¦ cuando llegue. Ponerme al d¨ªa de todo lo que se pudo hacer en estos meses¡±. Tambi¨¦n espera poder descansar y atender a su salud. Despu¨¦s: ¡°Volver a trabajar, por supuesto. Borr¨®n, cuenta nueva y como si no esto no hubiera pasado¡±, eso s¨ª, ¡°hay que primero recuperar el tiempo perdido¡± en tierra. No sin antes asegurarse de que los miembros de su tripulaci¨®n, que est¨¢n en otro hotel, tambi¨¦n se encuentran en buenas condiciones. ¡°Estamos en contacto todo el tiempo y est¨¢n deseando marchar. Tienen el pasaporte sellado tambi¨¦n¡±. Todos los consulados de los pescadores procedentes de Indonesia, Per¨², Senegal y Namibia est¨¢n alertados del tema y tienen contacto con ellos. Aun as¨ª, solo uno de los trabajadores, de nacionalidad rusa, ha podido regresar con su familia.
¡°Los compa?eros del barco son una familia, eso no lo puede entender una persona que no ha estado trabajando en los barcos en estas condiciones tan duras, como es la pesca de altura, de echar muchos meses¡±. Explica sobre la conexi¨®n que tiene con sus compa?eros. ¡°Somos diferentes, pero es igual, somos unidos queramos o no¡±, fue una experiencia ¡°terrible e injusta completamente¡±. Costas tiene claro que a pesar de lo que le sucedi¨® seguir¨¢ haciendo su trabajo incluso hasta las ¨²ltimas consecuencias. ¡°No le tengo miedo a la muerte, y nunca lo he tenido¡±, asegura, ¡°tengo la conciencia tranquila porque s¨¦ que tengo valores y s¨¦ qui¨¦n soy¡±, dice antes de despedirse y agradecer el apoyo de las personas de Bueu que lo han respaldado: ¡°Estoy muy orgulloso¡±.
El buque est¨¢ fondeado en el puerto de Al Mukallah tras una acusaci¨®n de supuesta pesca ilegal iniciada por Australia ante la Comisi¨®n de At¨²n del Oc¨¦ano ?ndico (IOTC, en sus siglas en ingl¨¦s). La autoridad mar¨ªtima de ese pa¨ªs envi¨® una carta a la IOTC ¡ªuna entidad bajo la FAO, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura¡ª en la que advirti¨® de que la embarcaci¨®n ten¨ªa una bandera boliviana que ya no era vigente, seg¨²n las autoridades de Bolivia, y advert¨ªa de que el Cobija, construido en 1973 y de 52 metros de eslora, figuraba con sus antiguos nombres en la lista negra de pesca furtiva de la Organizaci¨®n de los Caladeros del Atl¨¢ntico Sureste (SEAFO, en sus siglas en ingl¨¦s), por faenar en una zona de la FAO sin permiso. Pidi¨® a sus miembros, entre ellos Yemen, denegarle el fondeo o tomar las acciones correspondientes a las leyes nacionales, como as¨ª ha sido. Finalmente, el pesquero pas¨® a estar registrado sin bandera nacional en la siguiente reuni¨®n del Comit¨¦ de Cumplimiento de la IOTC, en octubre de 2020.
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