S¨¢nchez busca en Egipto recuperar la influencia espa?ola en la zona y contratos para empresas nacionales
El presidente ha visitado Turqu¨ªa, Libia y ahora El Cairo en pocos meses
El avi¨®n que lleva de Madrid a El Cairo emite im¨¢genes en bucle de un Egipto poderoso, rico, moderno, grandioso, dirigido por un hombre fuerte que sale en las pantallas varias veces en la grabaci¨®n: el general Abdelfat¨¢ Al Sisi, l¨ªder del golpe de Estado que acab¨® en 2013 con el breve mandato de los Hermanos Musulmanes, que llegaron al poder en las primeras elecciones despu¨¦s de la revoluci¨®n ...
El avi¨®n que lleva de Madrid a El Cairo emite im¨¢genes en bucle de un Egipto poderoso, rico, moderno, grandioso, dirigido por un hombre fuerte que sale en las pantallas varias veces en la grabaci¨®n: el general Abdelfat¨¢ Al Sisi, l¨ªder del golpe de Estado que acab¨® en 2013 con el breve mandato de los Hermanos Musulmanes, que llegaron al poder en las primeras elecciones despu¨¦s de la revoluci¨®n en la plaza Tahrir, donde hoy los militares han borrado cualquier resto de aquellas protestas que acabaron con la ca¨ªda de Hosni Mubarak.
El Cairo alberga estos d¨ªas una gran convenci¨®n de la industria de defensa, y Egipto, con sus 100 millones de habitantes y un gran peso pol¨ªtico de los altos mandos militares, es la nueva joya para las multinacionales del sector, tambi¨¦n espa?olas. Est¨¢ disparada tambi¨¦n la construcci¨®n, con obras p¨²blicas fara¨®nicas promovidas por el r¨¦gimen hasta el punto de que el pa¨ªs se ha convertido en uno de los mayores productores de cemento del planeta. Los negocios apadrinados por el Gobierno bullen en un Egipto con otra cara: la represi¨®n es cada vez m¨¢s fuerte en un pa¨ªs que encarcela a j¨®venes influencers acusadas de ¡°socavar los valores de la familia¡± y multiplica los presos pol¨ªticos.
Pedro S¨¢nchez, empe?ado desde hace meses en recuperar la influencia que un d¨ªa tuvo Espa?a en esta zona del mundo, y sobre todo en buscar grandes contratos para las empresas espa?olas en unos pa¨ªses en crecimiento, lleg¨® a El Cairo el martes por la tarde acompa?ado en el avi¨®n oficial por un grupo de empresarios de grandes constructoras, empresas tecnol¨®gicas, de energ¨ªa, de agua y, por supuesto, de defensa. ¡°Es un pa¨ªs de renta media con grandes planes de desarrollo y enormes posibilidades para las empresas espa?olas. Hay grandes expectativas¡±, se?alan desde La Moncloa. S¨¢nchez, que es el primer presidente espa?ol que viaja a Egipto desde 2009, ten¨ªa previsto visitar una enorme potabilizadora construida por empresas espa?olas que da servicio a seis millones de personas en El Cairo, una descomunal megal¨®polis donde nunca para el claxon de fondo de los coches y los edificios a pocas manzanas apenas se distinguen por la contaminaci¨®n. Las empresas que acompa?an al presidente, principalmente de infraestructuras y transportes, indican los negocios que espera promover el Gobierno: FCC Aqualia, Siemens Gamesa, CAF, Indra, T¨¦cnicas Reunidas, Navantia, Escribano, Airbus, Thales, Ignis, Talgo. La CEOE participa tambi¨¦n en el viaje.
S¨¢nchez viaja a Egipto para clausurar un foro empresarial con compa?¨ªas de ambos pa¨ªses y reunirse con Al Sisi despu¨¦s de haber visitado hace dos semanas otro pa¨ªs clave en la regi¨®n tambi¨¦n con fuertes denuncias de organizaciones de derechos humanos, la Turqu¨ªa de Recep Tayip Erdogan, en un viaje que tambi¨¦n ten¨ªa un claro inter¨¦s econ¨®mico y en especial para la pujante industria de defensa espa?ola, que da trabajo a unos astilleros que han vivido estos d¨ªas precisamente huelgas muy importantes. Si Al Sisi ha reformado la Constituci¨®n para poder gobernar pr¨¢cticamente de forma indefinida, Erdogan tambi¨¦n va camino de convertirse en un dirigente casi vitalicio, aunque con una diferencia muy importante: en su caso siempre lleg¨® al poder y all¨ª se mantiene con elecciones cre¨ªbles, no con un golpe de Estado como el egipcio.
Poco antes de ir a Turqu¨ªa, S¨¢nchez viaj¨® a Libia, algo que han hecho muy pocos primeros ministros europeos y que se hizo en condiciones de riesgo para la seguridad, con un aterrizaje especial en un avi¨®n militar para evitar posibles ataques y una enorme comitiva armada. El inter¨¦s del presidente por recuperar ese peso de Espa?a en una zona estrat¨¦gica es evidente, aunque para eso haya que asumir viajes a reg¨ªmenes no democr¨¢ticos y darles as¨ª un respaldo internacional frente a las cr¨ªticas de las organizaciones de derechos humanos. ¡°El presidente quiere que Espa?a sea un actor relevante y un interlocutor privilegiado e impulsar as¨ª la relaci¨®n euromediterr¨¢nea¡±, se?alan en el Ejecutivo. Precisamente esta semana en Barcelona el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, lidera la ¡°Conferencia Ministerial para la Estabilizaci¨®n de Libia¡± con varios pa¨ªses de la zona representados.
El Gobierno multiplica as¨ª su presencia en una zona del mundo especialmente conflictiva, donde 10 a?os despu¨¦s de la primavera ¨¢rabe lo que ha quedado en su mayor¨ªa son reg¨ªmenes autoritarios dominados por militares que est¨¢n logrando, sin embargo, importantes, aunque desiguales, tasas de crecimiento y se convierten en un destino natural de las grandes multinacionales espa?olas que buscan contratos multimillonarios.
S¨¢nchez pensaba concentrarse en su agenda internacional despu¨¦s de haber dejado encarrilada la legislatura en Espa?a con los 188 votos a favor de los Presupuestos. Sin embargo, la inesperada tensi¨®n con ERC, que amenaza con romper ese acuerdo de Presupuestos si no se cambia la ley audiovisual para forzar a plataformas como Netflix a tener un 6% de producci¨®n en lenguas cooficiales, sorprendi¨® a S¨¢nchez poco despu¨¦s de aterrizar en El Cairo. El presidente regresar¨¢ r¨¢pido a Espa?a, este mismo mi¨¦rcoles por la tarde, y as¨ª podr¨¢ encargarse de resolver un asunto que ya est¨¢n tratando de orientar desde La Moncloa. Si logra reconstruir el acuerdo con ERC, a S¨¢nchez le espera en Espa?a el asunto central del final del a?o, la negociaci¨®n de la reforma laboral, y una agenda intensa de reformas con dos consejos de ministros cada semana para poder acelerar la ejecuci¨®n del gran fondo de recuperaci¨®n europeo, clave para acelerar una recuperaci¨®n econ¨®mica que empieza a dar algunos s¨ªntomas de que podr¨ªa no ser tan fuerte como se esperaba.