Aniversario sin tregua
El clima pol¨ªtico de guerra total coloca fuera de contexto el debate de la reforma constitucional
En tiempos dif¨ªciles, de escasas certezas, las soluciones f¨¢ciles que algunos partidos pol¨ªticos ofrecen no son sino recetas populistas y peligrosas que acaban con la deslegitimaci¨®n del adversario. Y de fondo, con la de las instituciones. Estas consideraciones formaron parte del discurso de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en el 43? aniversario de la Constituci¨®n Espa?ola celebrado este lunes. Batet invoc¨® el per¨ªodo europeo de entreguerras, entre 1918 y 1939, en el que se gestaron los totalitarismos y llevaron a Europa a una nueva conflagraci¨®n. Mediante esta menci¨®n hist¨®rica, la presidenta del Congreso expuso con crudeza los temores que siente una parte de los parlamentarios. El ala izquierda, por la persistente descalificaci¨®n general, con graves acusaciones que han perdido su enormidad a fuer de repetirlas. Los principales destinatarios son el PSOE y Unidas Podemos, que forman el Gobierno de coalici¨®n, con Pedro S¨¢nchez a la cabeza.
No hubo siglas ni menciones concretas en el discurso de la presidenta, sino reivindicaci¨®n de la Constituci¨®n y llamamientos a cuidarla. La Ley de Leyes, como manto protector de derecho y gu¨ªa de actuaci¨®n de los poderes del Estado, tiene como actores imprescindibles a los partidos. Los padres del texto de 1978 quisieron constitucionalizar a los partidos. Este recordatorio de Batet es esencial, puesto que no parece que la Constituci¨®n falle, sino sus pr¨¢cticas y quienes la desarrollan y la interpretan. El debate de los polit¨®logos, juristas y representantes de los partidos ¡ªestos ¨²ltimos, cuando no hay testigos¡ª se centra en la responsabilidad de las fuerzas pol¨ªticas en el incumplimiento de la Constituci¨®n o de alejarse de su esp¨ªritu.
No hay intenci¨®n, ni clima ni circunstancias para plantear reformas constitucionales. Con una vida pol¨ªtica que se plasma en las Cortes, aludir a la reforma de la Constituci¨®n, al menos entre el PP y el PSOE, es pura extravagancia. La l¨ªnea cl¨¢sica y minoritaria de demandar reformas la mantiene Unidas Podemos: por asuntos de siempre, como la Espa?a auton¨®mica, el papel de la Corona y la inexistencia de las mujeres en el texto del 78. No hay resquicio para el pacto, en sentido amplio, aunque ha habido excepciones, como la discutida y reciente elecci¨®n de miembros del Tribunal Constitucional. Batet pidi¨® este lunes voluntad para el acuerdo. Pedro S¨¢nchez, presidente del Gobierno, lo ve¨ªa imposible porque ¡°dos no bailan si uno no quiere¡±. El l¨ªder del PP, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas, acusan a S¨¢nchez de incumplir la Carta Magna. Las dimisiones del presidente del Gobierno y de la presidenta del Congreso las exigi¨® Macarena Olona como conclusi¨®n del d¨ªa. Todo expresado casi a pie de escalinata de la Puerta de los Leones, al minuto de terminar el discurso de Batet. Ni en el aniversario de la Constituci¨®n hubo tregua.
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