Interior rebaja los requisitos para conceder permisos a los presos tras una sentencia del Supremo

La Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias ha remitido a las prisiones bajo su competencia ¡ªtodas menos las catalanas y las vascas¡ª una instrucci¨®n en la que rebaja los requisitos que se exigen a los presos para acceder a un permiso de salida, seg¨²n un documento interno al que ha tenido acceso EL PA?S. La decisi¨®n aplica una sentencia de marzo de 2019 del Tribunal Supremo que concluy¨® que para determinar la buena o mala conducta de un interno ¡ªuno de los criterios para decidir si se autorizan estas salidas¡ª, la existencia de sanciones firmes y sin cancelar por faltas graves o muy graves en el expediente del reo no es un elemento definitivo, sino que se deben valorar otras circunstancias. Desde ahora, los centros penitenciarios solo tendr¨¢n en cuenta como elementos objetivos para decidir si estudian la concesi¨®n del permiso que el reo haya cumplido una cuarta parte de la condena y que est¨¦ clasificado en segundo o tercer grado penitenciario. Para determinar la conducta del interno, adem¨¢s de las sanciones, se valorar¨¢n otros siete par¨¢metros.

Desde 2012, una instrucci¨®n interna impon¨ªa un filtro a la junta de tratamiento de la c¨¢rcel ¡ªformada por profesionales penitenciarios¡ª antes de estudiar la solicitud de permiso de un preso. El equipo t¨¦cnico deb¨ªa analizar si el interno cumpl¨ªa los requisitos objetivos para la salida, que inclu¨ªan el tiempo cumplido de la pena y la clasificaci¨®n penitenciaria, as¨ª como la buena conducta. Para esta ¨²ltima condici¨®n se analizaba el expediente del recluso. Si hab¨ªa una falta grave o muy grave sin cancelar (se eliminan a los tres y los seis meses respectivamente desde que se cumple la sanci¨®n), autom¨¢ticamente se denegaba el permiso.

As¨ª se hizo en el caso de un recluso de la c¨¢rcel de Aranjuez (Madrid) en octubre de 2017, quien, tras ver rechazada su petici¨®n de 12 d¨ªas de permiso por tener una sanci¨®n que no quedar¨ªa cancelada hasta tres meses despu¨¦s, recurri¨® ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria. El juez rechaz¨® en primera instancia la pretensi¨®n del recluso, que volvi¨® a recurrir ante la Audiencia Provincial de Madrid. Esta instancia finalmente concedi¨® en febrero de 2018 el permiso al interno al considerar que los antecedentes de la sanci¨®n estaban ya cancelados y, por tanto, no pod¨ªa tenerse en cuenta para negarle el permiso. La Fiscal¨ªa recurri¨® ante el Tribunal Supremo para que fijara jurisprudencia.

El 8 de marzo de 2019 el alto tribunal emiti¨® su sentencia. En ella recordaba que los permisos son uno de los instrumentos para reinsertar a los reclusos en la sociedad y que, por tanto, su aplicaci¨®n no debe ¡°asentarse en resortes autom¨¢ticos¡±. El fallo conclu¨ªa que la ausencia de mala conducta es ¡°una exigencia subjetiva o valorativa¡± que ¡°se nutre de m¨²ltiples vectores de ponderaci¨®n¡±. Por tanto, no se puede considerar sin m¨¢s ¡°que quienes tengan un expediente disciplinario activo est¨¦n privados de su disfrute¡±. Y recuerda que, si bien el concepto ¡°ausencia de mala conducta¡± tiene ¡°un contenido sem¨¢ntico¡± vinculado al comportamiento disciplinario, ¡°no es un equivalente¡±.

El tribunal establece que estas sanciones deben analizarse en un contexto m¨¢s amplio antes de conceder o denegar un permiso. El fallo se?alaba que el equipo t¨¦cnico de la prisi¨®n debe valorar otros par¨¢metros, entre ellos ¡°la naturaleza y circunstancias del delito perpetrado en su d¨ªa¡±, la evoluci¨®n y tiempo del tratamiento penitenciario del recluso, la incidencia de la sanci¨®n en la evoluci¨®n del interno, las ventajas o inconvenientes de la concesi¨®n o denegaci¨®n del permiso, el tiempo que resta de condena al preso y el perfil del mismo. El Supremo consideraba todos estos elementos como ¡°fundamentales¡± tambi¨¦n para evaluar la conveniencia de la salida. Tres a?os despu¨¦s, Interior lo ha recogido en una instrucci¨®n interna para su aplicaci¨®n.