El pen¨²ltimo adi¨®s de Traspinedo a Esther L¨®pez
El pueblo donde desapareci¨® la mujer el 12 de enero acompa?a a la familia en el entierro y pide resolver las dudas sobre su muerte
Son las 11.58 cuando las campanas de la iglesia de Traspinedo restallan por primera vez. No parar¨¢n de ta?er en toda la ma?ana. El sonido se cuela entre una multitud silenciosa que tan solo emite alg¨²n sollozo o palmadas en las espaldas entre personas desconsoladas que se abrazan. A las 12.04 una primera furgoneta trae flores. A las 12.21 llegan el coche f¨²nebre y los familiares. Los p¨¢rrocos rezan ante el ata¨²d de Esther L¨®pez, que entra a hombros en la iglesia de su pueblo. Pronto desfilan decenas de allegados y vecinos de la mujer, de 35 a?os, cuyo cuerpo fue hallado este s¨¢bado tras 25 d¨ªas de b¨²squeda. A las 13.30 la comitiva f¨²nebre empieza a abandonar el cementerio. Tras de s¨ª queda el ¨²ltimo enigma una vez hallado el cuerpo: qu¨¦ acab¨® con su vida.
Las derivas del caso han provocado m¨²ltiples teor¨ªas cuya falta de certezas desconciertan a la localidad. Las primeras pesquisas apuntaron a tres hombres, uno de los cuales estuvo arrestado durante seis d¨ªas y su casa y coche fueron analizados al mil¨ªmetro. Los otros dos, amigos de L¨®pez, han sido investigados sin que se aclare su posible implicaci¨®n en la desaparici¨®n de la mujer el pasado 12 de enero, una noche en la que ambos estuvieron con ella. Los rastreos de la Guardia Civil, peinando el r¨ªo Duero y los pinares con perros y drones, y las batidas populares no dieron resultado. Fue un paseante quien el pasado s¨¢bado se encontr¨® con un cuerpo en una cuneta junto a la carretera que conduce a Traspinedo, a unos 800 metros de donde fue vista por ¨²ltima vez por sus amigos.
Este lunes por la ma?ana un equipo de la Guardia Civil volvi¨® a cortar esa trazada y simularon el recorrido y las huellas que habr¨ªa podido dejar un veh¨ªculo en el supuesto de que L¨®pez hubiera sido atropellada. La hip¨®tesis de un posible atropello mortal ha cobrado fuerza tras el hallazgo del cuerpo, que fue localizado en un punto que no hab¨ªa sido trillado, pero por el que los vecinos aseguran que transitan a diario. De hecho, la investigaci¨®n sosten¨ªa que el cad¨¢ver, que seg¨²n las primeras conclusiones de la autopsia evidencia una muerte violenta, fue colocado all¨ª el s¨¢bado por la noche. Los hematomas internos apreciados en Esther L¨®pez, matizan fuentes del caso, no implican necesariamente homicidio u asesinato sino que pueden ser compatibles con un fuerte impacto como el de un atropello.
Las c¨¢balas de lo ocurrido, con el secreto de sumario decretado por el juez, llenan de dudas a los habitantes de Traspinedo, hundidos tras la muerte de su vecina. ¡°Ojal¨¢ se supiera pronto c¨®mo ha sido y el pueblo y la familia puedan descansar¡±, asegura una mujer que prefiere el anonimato y que no se cree que el cuerpo pudiera haber estado 25 d¨ªas en esa cuneta: ¡°Es una carretera usada por mucha gente, autobuses o tractores¡±. La pena que muestra su rostro se apreciaba en muchas otras de las personas que han acudido a la iglesia de San Mart¨ªn para intentar dar su calor a una familia helada, seg¨²n quienes los conocen, desde el suceso. Las escenas de m¨¢s emotividad han llegado dentro del templo, durante el funeral, cuando una prima con quien L¨®pez manten¨ªa una intensa amistad ha le¨ªdo una carta en la que explicaba las vivencias juntas y las que esperaba pasar con ella de no haberse truncado su futuro.
Todas las miradas de Traspinedo, mientras los an¨¢lisis siguen estudiando claves que resuelvan los hechos, se centran en la cuneta donde se hall¨® el cad¨¢ver. La zanja junto al asfalto ha sido desbrozada por los agentes y la hierba y juncos arrancados dejan libre el lugar, junto a una se?al de tr¨¢fico, donde se encontr¨® el cad¨¢ver. Unos ramos de flores en honor a L¨®pez reflejan el cari?o mostrado hacia ella, acompa?ado por un dibujo con un texto: ¡°Yo no soy tu cu?ada, soy la chica que te quiere¡±. Un participante de las batidas que ha acudido a la cuneta asegura que los tractores que abundan en la zona, elevados y con las ventanas abiertas, deber¨ªan haber visto un cuerpo que no estaba plenamente oculto por la vegetaci¨®n. ¡°Es una zona con muchos zorros, cuervos y picarazas, se hubiera visto a los animales sobre la chica¡±, afirma esta persona, que conoce a la familia por su relaci¨®n con el cercano municipio de Pe?afiel. En la cuneta solo quedan desbroces, una rosa blanca marchita y muchas dudas.
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