Exteriores pide extremar las garant¨ªas para la acogida de ni?os ucranios en Espa?a
Los servicios consulares advierten del riesgo de caer en las redes de tr¨¢fico de menores no acompa?ados
El Ministerio de Asuntos Exteriores alerta del riesgo de que familias espa?olas que quieren acoger de buena fe a ni?os ucranios que huyen de la guerra caigan en las redes de mafias que trafican con menores y puedan convertirse en c¨®mplices involuntarios de sus actividades. Fuentes de dicho departamento han advertido de la necesidad de ¡°velar por el inter¨¦s superior del menor y extremar el respeto a las normas jur¨ªdicas¡± de los pa¨ªses de origen, tr¨¢nsito y acogida. Desde que comenz¨® la invasi¨®n, m¨¢s de 1,2 millones de personas han huido de Ucrania buscando refugio en pa¨ªses vecinos. Se trata, en su inmensa mayor¨ªa, de mujeres, ni?os y hombres mayores, pues a los varones en edad militar no se les permite salir por si son movilizados. Muchos menores han huido con sus madres o tutores, pero otros lo han hecho solos y con documentos de dif¨ªcil verificaci¨®n, como la partida de nacimiento. Dado que tres pa¨ªses vecinos de Ucrania ¡ªPolonia, Hungr¨ªa y Eslovaquia¡ª pertenecen al espacio Schengen, se puede viajar desde la frontera ucrania a Espa?a sin pasar controles fronterizos, pero eso no exime de la obligaci¨®n de disponer de toda la documentaci¨®n en regla.
Exteriores recuerda que ¡°la guarda de los menores no acompa?ados corresponde a las autoridades de los pa¨ªses donde estos se encuentren¡±, seg¨²n la legislaci¨®n internacional. ¡°En los casos de acogida¡±, precisa, ¡°se debe velar por la protecci¨®n de los menores, el cumplimiento de las normas jur¨ªdicas de su pa¨ªs de origen y del lugar donde se encuentren¡± y disponer de ¡°un documento jur¨ªdico que permita una acogida temporal¡±. Se trata de evitar ¡°el tr¨¢fico de menores o el traslado de ni?os de manera indebida¡±.
En Espa?a hay tradici¨®n de acoger a ni?os ucranios pues, a ra¨ªz del accidente de Chern¨®bil, en 1986, se pusieron en marcha estancias de verano de los menores que resid¨ªan cerca de la central nuclear. En la d¨¦cada de los noventa estos programas acog¨ªan a miles de ni?os, aunque en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªan ido reduciendo a solo unos cientos.
Muchas de las familias que los recibieron se han mostrado dispuestas a acogerlos de nuevo con sus familias. No hay problema cuando se trata de adultos o padres con hijos, pero s¨ª en el caso de los menores no acompa?ados. Exteriores recomienda recurrir a las instituciones que organizan programas de acogida. El problema es que la guerra ha pillado por sorpresa y no hay programas en marcha.
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