Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero: ¡°Es racional pensar que la autonom¨ªa sea algo mejor para los saharauis¡±
El expresidente del Gobierno asegura que la decisi¨®n de S¨¢nchez de calificar la propuesta de Marruecos sobre el S¨¢hara como ¡°la m¨¢s cre¨ªble, seria y realista¡± no supone un giro en la pol¨ªtica espa?ola
¡°Han pasado 50 a?os y el problema no se resuelve. Esto obliga a buscar nuevos caminos¡±. El expresidente del Gobierno Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (Valladolid, 61 a?os) defiende con vehemencia la propuesta de autonom¨ªa para el S¨¢hara Occidental como punto de partida para resolver el conflicto. Apunta que ¨¦l mismo se?al¨® ese camino ya en 2008. Y frente a las narraciones esquem¨¢ticas que proliferan aqu¨ª y all¨¢, en esta entrevista desgrana uno a uno sus argumentos para concluir que la decisi¨®n del jefe del Ejecutivo, Pedro S¨¢nchez, de calificar por escrito la posici¨®n de aquel pa¨ªs como ¡°la m¨¢s cre¨ªble, seria y realista¡± no supone un giro en la pol¨ªtica espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Pregunta. ?Qu¨¦ opina del paso dado por Pedro S¨¢nchez en relaci¨®n con el S¨¢hara?
Respuesta. Es la confirmaci¨®n expl¨ªcita de la pol¨ªtica de Espa?a desde 2008 y, por tanto, me parece un acierto. Respald¨¦ esta propuesta en 2008, en 2009, en 2010 y en 2011. Luego fue un tema que convers¨¦ con Rajoy y no hay ning¨²n indicio de que el Partido Popular pusiera alg¨²n problema.
P. Usted respald¨® en 2008 los ¡°esfuerzos serios y cre¨ªbles¡± de Marruecos, habl¨® de una ¡°contribuci¨®n positiva¡±. Son t¨¦rminos similares a los utilizados por el Gobierno alem¨¢n en estos ¨²ltimos meses. Pero la carta de Pedro S¨¢nchez da un paso m¨¢s all¨¢ al afirmar que es la propuesta ¡°m¨¢s seria, cre¨ªble y realista¡±. Es decir, se dice que, de todas, es la mejor de las opciones.
R. La m¨¢s seria, la m¨¢s viable... Es una expresi¨®n que yo he utilizado muchas veces. Adem¨¢s, es algo que est¨¢ impl¨ªcito en las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde 2007. ?Qu¨¦ dicen esos textos? Que se acogen con benepl¨¢cito los esfuerzos serios y cre¨ªbles de Marruecos por hacer avanzar el proceso hacia una soluci¨®n. Sobre la propuesta presentada por el Frente Polisario en 2007 se dice que se toma nota. Es decir, no hay valoraci¨®n. A?o tras a?o se ha incluido ese p¨¢rrafo. Ese es el marco. Por lo tanto, considerar la propuesta marroqu¨ª como una soluci¨®n viable est¨¢ alineado con lo que han dicho las resoluciones de la ONU. Es un conflicto que data de hace 50 a?os, y nada se ha movido. Esto obliga a abrir nuevos caminos.
¡°Lo que no es ¡®realpolitik¡¯ no es pol¨ªtica, ser¨¢ otra cosa¡±
P. Entre ese p¨¢rrafo de la resoluci¨®n de la ONU y la carta de Pedro S¨¢nchez hay un matiz: la marroqu¨ª pasa de ser una opci¨®n a considerarse la mejor posible. El Gobierno espa?ol puede defenderlo como posici¨®n pol¨ªtica, ?pero no tiene que explicarlo?
R. Se ha explicado desde 2008. Yo creo en una soluci¨®n pactada. Para eso est¨¢ la pol¨ªtica: para negociar, para convencer, para persuadir. ?Es leg¨ªtimo pensar que una posible autonom¨ªa sea algo mejor para los ciudadanos del S¨¢hara? Parece bastante racional. Yo he tenido siempre la misma posici¨®n sobre la soluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos. En Latinoam¨¦rica, en los Balcanes, en el Magreb. Adem¨¢s, esta es una posici¨®n que interesa a Espa?a, a su seguridad, a su pol¨ªtica interior, a su estabilidad. Algunos dicen ¡°no, esto es realpolitik¡±. Bueno, es que lo que no es realpolitik no es pol¨ªtica. Ser¨¢ otra cosa. Ser¨¢ un manifiesto. Ser¨¢ un programa. Ser¨¢ lo que se quiera. Pero la pol¨ªtica o es real o no es pol¨ªtica. Uno puede decir ¡°no, yo no me muevo de mis posiciones morales, sentimentales, ideol¨®gicas¡±. Pero as¨ª no se solucionan los conflictos, como la historia demuestra. En todo caso, respetemos los hechos. El primero, que desde que en 2007 Marruecos lanz¨® esta iniciativa, el Consejo de Seguridad de la ONU la ha acogido favorablemente y, por lo tanto, apoyarla no queda fuera de ese marco. El segundo, que desde el a?o 2008 la posici¨®n de Espa?a es esta.
P. ?Usted no cree que haya ido un paso m¨¢s all¨¢ Pedro S¨¢nchez? As¨ª ha sido interpretado por el resto de los partidos en Espa?a, los medios de comunicaci¨®n, la prensa marroqu¨ª, Argelia¡
R. No, yo tengo declaraciones incluso m¨¢s enf¨¢ticas. Es cierto que se ha confirmado por escrito, y esto yo lo valoro positivamente porque es sincero y valiente. A partir de ah¨ª¡ llamarlo cambio, giro, giro hist¨®rico... no es cierto. Parece que no ha habido Gobierno en Espa?a desde 2008.
P. Usted reflexiona sobre la necesidad de avanzar en un conflicto de muy largo recorrido. Pero en este momento la decisi¨®n no parece fruto de una reflexi¨®n profunda de Espa?a sobre el S¨¢hara, sino una exigencia de Marruecos.
R. Cuando yo apoy¨¦ la propuesta de autonom¨ªa, nunca recib¨ª ning¨²n tipo de amenaza ni de chantaje. Es leg¨ªtimo pensar que esa f¨®rmula de acuerdo pueda ser buena para el pueblo saharaui, para su desarrollo econ¨®mico, para la identidad que tiene. Yo lo pens¨¦ libremente. Es evidente que esto no estaba ahora en la agenda medi¨¢tica y quiz¨¢ es lo que ha provocado que se haya convertido en una noticia de alto impacto. Pero hay una coherencia pol¨ªtica.
¡°No es cierto que haya un giro hist¨®rico con el S¨¢hara¡±
P. El programa electoral de 2019 del PSOE iba por otro camino. Hablaba de autodeterminaci¨®n del pueblo saharaui y nada de la propuesta de Marruecos.
R. En todos los programas m¨¢s o menos se ha reproducido lo mismo: que queremos una soluci¨®n pol¨ªtica justa, duradera y aceptable para todas las partes que prevea la libre determinaci¨®n del pueblo del S¨¢hara Occidental y que respete el principio de que el pueblo saharaui se autodetermine o se determine libremente. Pero es que esto ¨²ltimo forma parte tambi¨¦n del proyecto de autonom¨ªa, porque el final de ese proceso es que el pueblo saharaui vote. Si hay acuerdo pol¨ªtico, tendr¨¢ que ser ratificado. Ellos van a tener siempre la ¨²ltima palabra.
P. ?No cree que la actitud del Gobierno ha contribuido a que se est¨¦ hablando poco del fondo? A¨²n no ha explicado apenas nada sobre el S¨¢hara. Solo ha hablado de la relaci¨®n con Marruecos.
R. La calificaci¨®n de giro hist¨®rico lo ha marcado todo, y a partir de ah¨ª ha habido muchas reacciones. A m¨ª lo que me sorprende es que yo nunca tuve ni una pregunta, ni una interpelaci¨®n, ni una petici¨®n de comparecencia cuando me expres¨¦ a favor de la autonom¨ªa como el camino viable. Entiendan que me sorprenda.
¡°Conf¨ªo en que el m¨¦todo con Argelia fue el mejor o el ¨²nico posible¡±
P. Pero usted mismo ha valorado el hecho de que se haya formalizado y puesto por escrito. Eso ya es un cambio en s¨ª mismo.
R. No lo creo. Una vez que lo dices p¨²blicamente, lo dices. Es, en todo caso, un a?adido con valor positivo y clarificador.
P. Marruecos lo ha entendido como un paso importante, porque ha devuelto a Madrid a la embajadora, que llevaba 10 meses fuera.
R. Es evidente que el tema de Brahim Ghali provoc¨® en Marruecos la necesidad de una clarificaci¨®n en algunas posiciones. Y me parece que el Gobierno lo que ha hecho es clarificar, ratificar que la posici¨®n de Espa?a es una posici¨®n constructiva, de apoyo.
R. ?Cu¨¢ndo ha sido Espa?a mediadora? Aqu¨ª las partes son claras. Marruecos, el Frente Polisario, Argelia, y Mauritania. Son los cuatro que aparecen en todas las resoluciones del Consejo de Seguridad. La opini¨®n de Espa?a cuenta como la opini¨®n de Alemania, como la opini¨®n de Francia.
P. Incluso si solo se hubiera clarificado la posici¨®n de Espa?a, ?no cree que han faltado explicaciones? ?No habr¨ªa sido conveniente involucrar al Consejo de Ministros en su integridad, a los socios de Gobierno, al principal partido de la oposici¨®n?
R. Cuando yo me expres¨¦ como presidente del Gobierno, no convoqu¨¦ un Consejo de Ministros. La pol¨ªtica exterior y la pol¨ªtica interior corresponden al Gobierno, y el Gobierno lo dirige el presidente. Constitucionalmente es as¨ª. Por supuesto, el partido pol¨ªtico que forma parte de la coalici¨®n puede tener su posici¨®n y su decisi¨®n. Yo no voy a descalificar a nadie por estar en contra de la tesis que mantenemos.
P. ?Y no ha faltado una explicaci¨®n a la ciudadan¨ªa?
R. Creo que quienes tienen que explicar m¨¢s son aquellos que habiendo estado de acuerdo t¨¢citamente, ahora est¨¢n haciendo ciertos discursos. Pero, por supuesto, el Gobierno se va a explicar en el Parlamento, que es lo que tiene que hacer. La pol¨ªtica exterior la decide el Gobierno y luego responde ante el Parlamento. Es una posici¨®n pol¨ªtica. No estamos ante un convenio internacional, ni una ley.
P. Pero los ciudadanos se enteraron a trav¨¦s de Marruecos.
R. Creo que el Gobierno se enfrent¨® a una dificil¨ªsima crisis con Marruecos y que cualquiera que haya estado en el Gobierno, e incluso sin estar en el Gobierno, sabe lo importante que es. Para m¨ª es el tema de pol¨ªtica exterior m¨¢s importante que tiene Espa?a. El proyecto europeo es decisivo, Latinoam¨¦rica tambi¨¦n lo es, pero a lo que hay que dedicar una atenci¨®n m¨¢s especial en pol¨ªtica exterior es a todo el Magreb y Marruecos. Creo que en general este Gobierno ha tomado decisiones valientes y que en ellas es donde ha ganado m¨¢s enteros. Los gobiernos y la responsabilidad pol¨ªtica est¨¢n para buscar soluciones, no solamente para la compasi¨®n.
¡°Hay que ser muy cuidadoso con lo que representan Ceuta y Melilla¡±
P. ?Es un buen momento, en mitad de una guerra en Europa?
R. Creo que ha sido absolutamente circunstancial. El contexto, en mi opini¨®n, de la tr¨¢gica y deleznable guerra que estamos viviendo en Ucrania no tiene nada que ver. Es una cuesti¨®n mucho m¨¢s cercana, m¨¢s nuestra.
P. ?Es cre¨ªble una autonom¨ªa en un r¨¦gimen que no es plenamente democr¨¢tico?
R. El debate es el mismo, nuevamente: ?cu¨¢l es la soluci¨®n? No ha habido avances en 40 a?os. Esta lleva encima de la mesa desde 2007 y a¨²n no ha funcionado. Pero, en mi opini¨®n, es la que debe funcionar. La responsabilidad pol¨ªtica es no juzgar a los pa¨ªses y mucho menos a los que son vecinos, con los que tienes que tener una relaci¨®n positiva y favorable. No conduce a nada.
P. Marruecos rompi¨® en su d¨ªa la legalidad internacional con el S¨¢hara. Si ahora los hechos consumados nos llevan a aceptarlo y a buscar una soluci¨®n a trav¨¦s de la autonom¨ªa, ?no podr¨ªamos correr el riesgo de aceptar en un futuro la anexi¨®n de Ucrania o de parte de ella por Rusia?
R. Los conflictos tienen or¨ªgenes diversos. Esta, en el origen, es una situaci¨®n extra?a, porque lo normal en los procesos de descolonizaci¨®n era que se hac¨ªan desde la potencia colonial. Y aqu¨ª hicimos lo que hicimos. Pero, m¨¢s all¨¢ de las consideraciones legales, este conflicto necesita una soluci¨®n.
P. Argelia lo ha interpretado como un cambio hist¨®rico. ?Corremos el riesgo de arreglar las relaciones con Marruecos y estropearlas con Argelia?
R. Con Argelia hay que intentar tener las mejores relaciones. Es un equilibrio dif¨ªcil.
P. ?No habr¨ªa que haberles avisado de la decisi¨®n?
R. Quien sabe lo que representa una negociaci¨®n diplom¨¢tica sabe lo que tiene que hacer. Le puedo asegurar que el ministro Albares sabe de esto, de cu¨¢les son los pasos. Yo no entro en si se inform¨® o no, no lo s¨¦. Pero conf¨ªo en que el m¨¦todo utilizado o era el mejor o era el ¨²nico posible.
P. ?La integridad territorial de Espa?a ha estado en riesgo?
R. Cualquier ciudadano espa?ol sabe que Ceuta y Melilla son dos ciudades aut¨®nomas con las que el Gobierno de Espa?a debe tener una especial¨ªsima atenci¨®n. Y, por supuesto, me parece que la primera obligaci¨®n del Gobierno es ser muy sensible a lo que representan. F¨ªjense en el dato: solo una vez, con todos los gobiernos, el rey de Espa?a, el rey Juan Carlos, visit¨® Ceuta y Melilla.
P. Precisamente por ello, ?no es un poco ingenuo pensar que Marruecos va a renunciar a la reivindicaci¨®n de Ceuta y Melilla?
R. Lo que cuentan son los hechos. Ceuta y Melilla necesitan un apoyo y una atenci¨®n especial. Y no habr¨¢ problemas si se hace una pol¨ªtica inteligente. Estamos, obviamente, ante una cuesti¨®n de Estado. Hay veces que se utiliza este t¨¦rmino mayest¨¢ticamente, exageradamente. Pero esta lo es. Y en las cuestiones de Estado hay que entender m¨¢s que nunca al Ejecutivo. Durante la crisis de Perejil, yo comparec¨ª en el Parlamento para apoyar al Gobierno de Espa?a, m¨¢s all¨¢ de lo que pensara, porque los intereses eran mayores. Apoy¨¦ decididamente al Gobierno del se?or Aznar. Luego, cuando llegu¨¦ al Gobierno, trabaj¨¦ para que no volviera a haber un Perejil y el Rey pudiera visitar Ceuta y Melilla. Eso es pol¨ªtica. Eso es soluci¨®n pac¨ªfica a los conflictos.
P. El S¨¢hara tiene un componente sentimental importante.
R. Lo tiene, y lo entiendo. Muchas familias conviven con ni?os saharauis. Pero en la soluci¨®n pac¨ªfica a los conflictos tiene que primar la racionalidad y la b¨²squeda del acuerdo. Porque adem¨¢s suelen coincidir. Suele coincidir que, cuando llegas a un acuerdo pol¨ªtico, tambi¨¦n logras que la vida sea m¨¢s amable y mejor para las personas que est¨¢n sufriendo las consecuencias de ese conflicto. ?Es leg¨ªtimo reclamar en favor del Gobierno un cierto apoyo y consideraci¨®n en un tema de Estado? ?Tenemos autoridad algunos para hacerlo con el tema de Marruecos? Creo que s¨ª. Lo hacemos sin exigir nada a nadie. Por el bien del pa¨ªs. Cuando yo apoy¨¦ a Aznar en Perejil en aquella comparecencia famosa, ten¨ªa mis contradicciones, pero era Espa?a. Para nosotros, Espa?a es una palabra de verdad.
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