El yihadista autoadiestrado que ¡°buscaba blanco¡± para atentar: la Torre Eiffel o la catedral de Salamanca
La Audiencia Nacional condena a dos a?os y seis meses de c¨¢rcel a un islamista, detenido en Madrid en 2020, tras un acuerdo con la Fiscal¨ªa
Cuando los agentes de la Guardia Civil irrumpieron por sorpresa en el domicilio de Abdelgahan i Bentouati, se toparon con todas las pruebas que confirmaban sus sospechas. Este argelino nacido en 1989, que se hab¨ªa asentado en Madrid, ya acopiaba material, como celulosa y polietileno, que le ¡°permit¨ªa empezar a fabricar¡± explosivo; guardaba manuales para la elaboraci¨®n de bombas y sobre c¨®mo ejecutar ¡°apu?alamientos para asegurar la muerte¡±; e, incluso, hab¨ªa buscado en internet un chaleco ¡°que pudiera ser utilizado para ejecutar un atentado suicida¡±. En palabras de la Audiencia Nacional, que lo ha condenado a dos a?os y seis meses de c¨¢rcel tras alcanzar un acuerdo con la Fiscal¨ªa, se encontraba ¡°decidido a pasar a la acci¨®n¡± y ¡°estaba buscando un blanco¡±.
Es m¨¢s: entre los posibles objetivos de Bentouati, seg¨²n el fallo del 23 de febrero que lo condena por autoadoctrinamiento yihadista, se encontraban la Torre Eiffel o la catedral de Notre Dame de Par¨ªs. Tambi¨¦n, el aeropuerto de Barajas (Madrid) o la catedral del Salamanca. ¡°Consta en un v¨ªdeo su voluntad de recuperar ¡®el castillo grande de Salamanca¡±, explica la sentencia, que incide en que se le intervinieron fotograf¨ªas de estos ¡°lugares¡±, en las que ¨¦l aparece ¡°se?al¨¢ndolos con el sello del Daesh [acr¨®nimo en ¨¢rabe del Estado Isl¨¢mico]¡±. Un anillo con ese troquelado que luego se encontr¨® en su casa: ¡°Que reproduce el sello del profeta, utilizado por Daesh tanto de forma individual como para la composici¨®n de su bandera identificativa. Dentro se lee ¡®Mahoma, Mensajero, Allah¡±.
Pero, m¨¢s all¨¢ de sus deseos, ?el treinta?ero ten¨ªa capacidad de pasar a la acci¨®n? El tribunal est¨¢ convencido de que estaba ¡°dispuesto¡± a ello. Bentouati se hab¨ªa instruido por su cuenta, gracias a los contactos tejidos en las redes sociales: sobre todo, en grupos de WhatsApp. ¡°A trav¨¦s de la constante b¨²squeda, visionado y escucha [de propaganda yihadista], el acusado llev¨® a cabo su proceso de adoctrinamiento y ten¨ªa la decisi¨®n de cometer acciones violentas de forma inminente¡±, resume la sentencia, que le atribuye un delito de autoadoctrinamiento y autoadiestramiento, y por falsificar documentos. ¡°Lleg¨® a mostrar una gran identificaci¨®n con la organizaci¨®n terrorista Daesh, as¨ª como mucho inter¨¦s por armas y t¨¦cnicas de lucha¡±, a?adi¨® la Guardia Civil cuando lo arrest¨® en septiembre de 2020.
Las alarmas saltaron primero por Europol, que alert¨® de que el sospechoso usaba un n¨²mero de tel¨¦fono activo en dos grupos de WhatsApp de corte yihadista. Un aviso que se qued¨® corto. Los investigadores descubrieron que participaba en cerca de medio centenar y que, a su vez, administraba tres perfiles de Facebook, dos de Twitter y uno de Instagram para la redifusi¨®n del material radical que lograba. Adem¨¢s, a trav¨¦s del grupo Yihad y ciencias militares, hab¨ªa recibido un ¡°manual de apu?alamiento¡±: ¡°Un documento ilustrado [en pdf], de 30 p¨¢ginas, en el que se explica paso a paso t¨¦cnicas en el manejo y uso de un arma blanca tipo cuchillo-machete para atacar a una persona¡±.
Documentaci¨®n falsificada
El condenado guardaba v¨ªdeos donde se explica c¨®mo fabricar artefactos incendiarios ¡°con materiales sencillos¡±. Y accedi¨® a ¡°manuales de confecci¨®n de aparatos explosivos compuestos por gasolina y poliespam¡±, explican los jueces en la sentencia, cuya ponencia ha corrido a cargo de Juan Carlos Campo, exministro de Justicia. El tribunal tambi¨¦n a?ade que el acusado adquiri¨® ¡°elementos¡± que le permit¨ªan ¡°empezar a fabricar¡± explosivos; lanz¨® proclamas en las redes para animar a ¡°llevar a cabo la yihad violenta y recuperar Al-?ndalus¡±; y busc¨® por internet un chaleco de ejercicio deportivo, que las organizaciones terroristas yihadistas suelen usar ¡°para la confecci¨®n de chalecos explosivos y posterior comisi¨®n de atentados¡±. Adem¨¢s, ¡°se dedicaba a la confecci¨®n de documentaci¨®n falsa partiendo de documentos aut¨¦nticos robados, extraviados o sustra¨ªdos, seg¨²n se desprende de los pasaportes encontrados en su domicilio¡±.
Cuando fue arrestado, fuentes de la investigaci¨®n a?adieron que no se encontraron pruebas de que ya hubiera puesto en marcha un plan concreto para ejecutar un atentado, seg¨²n public¨® la agencia Europa Press. Seg¨²n estas mismas fuentes, Bentouati llevaba menos de un a?o viviendo de forma irregular en Espa?a despu¨¦s de haber pasado por diferentes pa¨ªses en los que le siguieron la pista varios servicios de informaci¨®n. Tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscal¨ªa, el tribunal lo ha condenado a dos a?os y seis meses de c¨¢rcel ¡ªllevaba en prisi¨®n desde su arresto¡ª, y a otros dos a?os de libertad vigilada.
La propaganda como arma
La propaganda yihadista y su difusión en internet constituye una de las principales preocupaciones de las fuerzas antiterroristas. La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 destaca este fenómeno y hace especial hincapié en la “amenaza” que suponen los actores solitarios que “han nacido o crecido en países occidentales” y que, tras radicalizarse, “atacan en su área de residencia”. “La estrategia de activación de potenciales terroristas autónomos se ha mantenido como una prioridad. Los llamamientos a la acción buscado ataques simples de gran impacto mediático y con la probabilidad de ser imitados por otros seguidores”, subraya también la Fiscalía.
La pandemia, además, no ha ayudado: “El aislamiento producido, no solo en nuestro país sino en todo nuestro entorno geográfico, como consecuencia de la crisis sanitaria, ha aumentado el número de jóvenes que utilizan internet durante un gran número de horas al día, lo que ofrece a este tipo de organizaciones terroristas la oportunidad de acceder a un público más amplio a los que trasladan su ideario, favoreciendo la culminación de un proceso de radicalización violenta susceptible de derivar en alguna de las formas de terrorismo”, apostilla el ministerio público en una de sus últimas memorias.
La Audiencia Nacional incide en la misma idea en sus sentencias: “Daesh ha revolucionado el empleo de la propaganda, aprovechando los avances digitales, el desarrollo de internet y las redes sociales [...] Esta propaganda facilita la inspiración entre sus seguidores en Occidente para la comisión de atentados sin necesidad de la existencia de un planeamiento o dirección desde su aparato de operaciones exteriores”.
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