La resurrecci¨®n de Notre Dame, un sue?o a¨²n lejano
Dos a?os despu¨¦s del devastador incendio de la catedral g¨®tica, la reconstrucci¨®n del templo parisino avanza lentamente, aunque sus responsables conf¨ªan en poder reabrir en 2024
No habr¨¢ grandes ceremonias este 15 de abril en Notre Dame. A dos a?os del incendio que casi destruye la catedral g¨®tica de Par¨ªs, lo principal es acelerar los trabajos para recuperar lo antes posible el emblem¨¢tico templo en el coraz¨®n de la capital francesa, una tarea retrasada primero por la contaminaci¨®n por plomo que provoc¨® el fuego que casi acaba con ocho siglos de historia y por la pandemia despu¨¦s. Aun as¨ª, el presidente, Emmanuel Macron, har¨¢ una visita r¨¢pida a Notre Dame este jueves, para ¡°dar las gracias a todos los que permitieron salvar la catedral¡±. Y para verificar que el ritmo de las obras permitir¨¢ mantener la fecha de reapertura que fij¨® la misma noche del fat¨ªdico incendio: 2024.
¡°Reabrir en 2024 sigue siendo el objetivo. Tenemos que conseguirlo y el secreto, pese al plomo y el coronavirus, es avanzar con una planificaci¨®n rigurosa¡±, dijo el responsable de la reconstrucci¨®n, el general Jean-Louis Georgelin, durante una presentaci¨®n virtual del interior de la catedral el s¨¢bado. Pero el camino a¨²n es largo.
La fase de consolidaci¨®n no concluir¨¢ hasta este verano, si bien los responsables ya no tiemblan tanto cada vez que alzan la vista hacia la estructura fuertemente afectada por el fuego, que se llev¨® consigo todo el tejado y la espectacular aguja erigida en el siglo XIX por Eug¨¨ne Viollet-le-Duc.
En noviembre se logr¨® un hito al concluir el complicado desmontaje de las 200 toneladas de andamio erigido poco antes del incendio para reparar la aguja y que las llamas redujeron a un amasijo de 40.000 tubos de metal ennegrecido y fundido que, de haberse derrumbado, se habr¨ªa llevado por delante la catedral. Con ¨¦l desapareci¨® una de las cicatrices m¨¢s feas del incendio, aunque los andamios nuevos que siguen rodeando buena parte del templo son un recordatorio constante, al igual que la gigantesca gr¨²a a uno de sus costados, de la ingente tarea pendiente.
La impresi¨®n se confirma en el interior de la catedral, convertido tambi¨¦n en un laberinto de andamios. Contin¨²a la limpieza tanto del gigantesco ¨®rgano ¡ªque el incendio no da?¨®, pero que hubo que desmontar y revisar tubo por tubo (y son unos 8.000)¡ª, como del interior del templo, que qued¨® recubierto de part¨ªculas de plomo al derretir las llamas el tejado. Un desastre que tambi¨¦n contamin¨® los alrededores de la catedral, con efectos seg¨²n algunos no del todo claros: una ONG acaba de presentar una demanda para que se abra una ¡°investigaci¨®n sobre las consecuencias sanitarias y medioambientales del incendio¡±.
Hasta el verano se tendr¨¢n que consolidar adem¨¢s las b¨®vedas con armazones de madera ¡ªcomo ya se ha hecho con los arbotantes en el exterior¡ª y extender totalmente, por fin, el denominado ¡°paraguas¡± para proteger de la lluvia la catedral hasta que concluyan las obras, seg¨²n el calendario de la instituci¨®n p¨²blica encargada de la recuperaci¨®n de Notre Dame. Solo entonces se podr¨¢ empezar a hablar propiamente de reconstrucci¨®n, aunque ya se han dado algunos pasos importantes. El principal: la decisi¨®n de rehacer de forma id¨¦ntica la catedral, incluida la aguja.
¡°Estoy decepcionado por todo ese trabajo y dinero gastado para obtener una mala copia nueva de lo que fue destruido¡±Alexandre Gady, profesor de Historia del Arte de la Sorbona
Las declaraciones de Macron tras el incendio de que abrir¨ªa el debate sobre c¨®mo reconstruir Notre Dame hicieron volar la imaginaci¨®n de algunos arquitectos y dise?adores, que llegaron a proponer un tejado de cristal o hasta sustituirlo por una piscina. Al final todo volver¨¢ a quedar como estaba, seg¨²n una decisi¨®n un¨¢nime de los organismos de consulta como la Comisi¨®n Nacional de Patrimonio y Arquitectura (CNPA). Aunque hay algunas voces cr¨ªticas en su seno, como la del profesor de Historia del Arte de la Sorbona Alexandre Gady. ¡°Estoy un poco decepcionado por todo ese trabajo y dinero gastado para obtener una mala copia nueva de lo que fue destruido, porque eso ser¨¢ al final, una mala copia nueva¡±, lamenta en conversaci¨®n telef¨®nica.
No es que apoyara la idea de una aguja contempor¨¢nea, dice pensando en c¨®mo la pir¨¢mide de Ieoh Ming Pei ha eclipsado la arquitectura cl¨¢sica del Museo del Louvre. Pero el autor de Notre Dame de Par¨ªs. La fabricaci¨®n de una obra maestra, un libro que repasa ¡°la riqueza del pensamiento que llev¨® a la construcci¨®n¡± de la catedral, habr¨ªa apostado por materiales nuevos ¡ªe ign¨ªfugos¡ª en partes que de todos modos estar¨¢n cerradas al p¨²blico, como la cubierta, en vez de volver a utilizar, como se ha decidido en Notre Dame, el roble original. Ya se hizo en la reconstrucci¨®n de la catedral de Reims tras la Segunda Guerra Mundial, que us¨® hormig¨®n, un material en el que, subraya Gady, Francia es pionera. ¡°Y fue un gran ¨¦xito que hoy todo el mundo admira¡±.
Tras el incendio, ¡°Macron sinti¨® que la restauraci¨®n, con algo de audacia y modernidad razonable, equilibrada, pod¨ªa ayudar a mostrar que Francia es un pa¨ªs seductor¡±, reflexiona Gady. Pero ese instante pas¨®. ¡°Quiz¨¢s muestre el estado de Francia, puede que revele nuestra incapacidad de hacer algo nuevo, audaz, que no somos capaces de dejar de dar vueltas en redondo sobre nuestro pasado¡±.
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