La exdirectora del CNI, en la comisi¨®n de secretos sobre el Pegasus: ¡°Somos unos mandados¡±
El juez del Supremo motiva en su resoluci¨®n el espionaje legal al entorno de Puigdemont: ¡°Por atentar y poner los bienes m¨¢s preciados del Estado espa?ol, la integridad territorial, la supremac¨ªa de la Constituci¨®n y el imperio de la ley en juego¡±
La comparecencia de tres horas y media de la exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, el 5 de mayo ante la comisi¨®n de secretos oficiales del Congreso, dividi¨® por la mitad otra vez a los 10 diputados que escucharon su exposici¨®n y tomaron notas apresuradas. Esteban aport¨® las 18 resoluciones judiciales para justificar la legalidad del espionaje del llamado caso Pegasus. Los cuatro diputados del PSOE y la derecha (PP, Vox y Cs) salieron de la cita convencidos de los argumentos escuchados y m¨¢s tranquilizados al entender que todo se hab¨ªa hecho bien y legalmente. Los seis representantes de Unidas Podemos y las formaciones nacionalistas y separatistas (ERC, PNV, EH Bildu, Junts y la CUP) acabaron a¨²n m¨¢s preocupados de como entraron a la sesi¨®n tras escuchar de Esteban una afirmaci¨®n, hacia el final de la sesi¨®n, sobre el origen de las ¨®rdenes y el sentido de su trabajo en el CNI. ¡°Somos unos mandados¡±, respondi¨® Esteban, seg¨²n ha confirmado EL PA?S con representantes de partidos constitucionalistas, separatistas y nacionalistas presentes en esa sesi¨®n.
Gabriel Rufi¨¢n, el siempre ¨¢cido portavoz de ERC, fue uno de los primeros que abandon¨® la sala Mariana Pineda en la que se celebr¨® la esperada comparecencia de la a¨²n entonces directora del CNI. Lo hizo sin esperar a la r¨¦plica final, que seg¨²n varios de los presentes result¨® especialmente interesante y reveladora, porque ten¨ªa que entrar en directo en la televisi¨®n auton¨®mica catalana para exponer sus ¡°interpretaciones¡± de lo que all¨ª se hab¨ªa contado y expuesto y que no se puede comunicar. Antes, dej¨® uno de los momentos curiosos de la sesi¨®n cuando le coment¨® a Esteban que ten¨ªa ¡°una voz muy bonita y radiof¨®nica, como la de las locutoras de los programas nocturnos¡±. Esteban agradeci¨® el piropo: ¡°Pues mire, a lo mejor podr¨ªa encontrar ah¨ª otro empleo alternativo¡±. La broma distendi¨® el ambiente, que no fue tirante ni desagradable.
Paz Esteban, en realidad, se gan¨® el respeto de pr¨¢cticamente todos los portavoces presentes en esa simb¨®lica sala Mariana Pineda del Congreso, presidida por un cuadro de la joven liberal ejecutada el 26 de mayo de 1831 durante el reinado de Fernando VII, en la D¨¦cada Ominosa, porque anhelaba la libertad para su patria. Todos los que hablaron despu¨¦s alabaron su ¡°nivel y competencia profesional¡±. Nadie habl¨® mal de la posteriormente cesada como directora del CNI para ¡°dar un impulso¡± y modernizar el centro, como se expuso oficialmente, y que se convirti¨® en la ¨²nica cabeza cobrada por la brecha de seguridad constatada en la c¨²pula del Estado. Sucedi¨® tras conocerse que los m¨®viles del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y de los ministros de Defensa, Margarita Robles; Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares; e Interior, Fernando Grande-Marlaska, hab¨ªan sido infectados por el programa Pegasus.
Esteban habl¨® de Pegasus para admitir, seg¨²n varios de los presentes, que el CNI dispone de ese programa sin ratificar si lo hab¨ªa usado en este caso. Pero sobre todo, aport¨® a los 10 comisionados pol¨ªticos las 18 resoluciones judiciales firmadas por el juez del Tribunal Supremo Pablo Lucas para autorizar esas intromisiones. En varias de esas autorizaciones, sobre todo de las personas espiadas m¨¢s pr¨®ximas y del entorno del expresidente catal¨¢n Carles Puigdemont, fugado de la justicia, el juez explica sus razones: ¡°Por atentar y poner los bienes m¨¢s preciados del Estado espa?ol, la integridad territorial, la supremac¨ªa de la Constituci¨®n y el imperio de la ley en juego¡±.
Ese tipo de explicaci¨®n es la que se aporta en los autos del juez para conceder que se esp¨ªe a colaboradores muy cercanos de Puigdemont como Josep Llu¨ªs Alay, el jefe de su oficina. Y tambi¨¦n a su abogado, Gonzalo Boye; al empresario Joan Matamala, hermano del amigo del expresidente catal¨¢n que lo ayud¨® cuando se fug¨® de Espa?a; la vicepresidenta de JuntsXCat, Elsa Artadi; o Albert Batet, el presidente del mismo grupo parlamentario, entre otros. Algunas de esas resoluciones judiciales permitieron el espionaje legal durante mucho tiempo, al menos entre 2019 y 2020. Aunque al principio se conced¨ªan solo por los tres meses estipulados legalmente, luego se prorrogaron sucesivamente en algunos supuestos m¨¢s de una decena de veces.
Fue ah¨ª cuando varios diputados independentistas interrogaron a Paz Esteban sobre si se hab¨ªan registrado espionajes del CNI con Pegasus anteriores a 2019 o posteriores a 2020 y la directora no contest¨® a esa cuesti¨®n. No era una pregunta inocente. En sus anotaciones, tras releer y tomar notas a toda prisa durante poco m¨¢s de 10 minutos del contenido de esos autos judiciales que no pudieron fotografiar porque no les dejaron entrar ni con m¨®viles o tabletas, algunos de esos diputados escribieron: ¡°Para que no se escape¡±.
Los representantes de esas formaciones pretend¨ªan saber si el CNI hab¨ªa espiado al abogado Boye, o a Alay y Matamala, por ejemplo ¡ªdos de los amigos y colaboradores diarios m¨¢s cercanos a Puigdemont desde que se instal¨® en Bruselas para escapar del proceso judicial a los l¨ªderes independentistas¡ª, en fechas como marzo de 2018, cuando el expresidente catal¨¢n fue detenido justo en la frontera de Alemania y Dinamarca. Aquella operaci¨®n, que entonces se reconoci¨® conjunta entre las polic¨ªas y los servicios de inteligencia de esos pa¨ªses con Espa?a, se desarroll¨® tras la participaci¨®n de Puigdemont en una conferencia en Finlandia. Puigdemont tambi¨¦n fue retenido en Cerde?a el 23 de septiembre de 2021, cuando acudi¨® a la isla italiana para tomar parte en un evento festivo. En ninguno de esos supuestos se consigui¨® la extradici¨®n a Espa?a.
Los 10 diputados nominados para la comisi¨®n de secretos oficiales no sab¨ªan ni lo que la exdirectora del CNI iba a contar ni la documentaci¨®n que facilitar¨ªa. Al entrar en la sala, cinco se aposentaron en la alargada mesa a un lado de la presidenta de las Cortes, Meritxell Batet, y cinco al otro lado. Todos encontraron frente a su asiento una carpeta personalizada con alrededor de 120 folios. Esteban, al otro lado de la mesa, hizo una primera exposici¨®n general y ah¨ª argument¨® que acud¨ªa con las 18 resoluciones judiciales de los espiados por el CNI con Pegasus que coincid¨ªan con los nombres incluidos dentro de los 65 determinados por Citizen Lab, un instituto especializado en ese tipo de investigaciones de la Universidad canadiense de Toronto. Varios de los diputados presentes coinciden en se?alar que en los papeles entregados por la directora del CNI hab¨ªa m¨¢s nombres de espiados, pero que aparec¨ªan tachados, as¨ª como muchas conversaciones tambi¨¦n borradas, procedentes de pinchazos a otras personas. Tambi¨¦n creen que se pudieron producir errores en los objetivos del espionaje.
Entre los 18 espiados legalmente por el CNI se encuentra el caso del empresario Joan Matamala, presidente de la Fundaci¨®n Les Voltes, y presunto financiador de las actividades de Puigdemont durante estos a?os. Pero el gran objetivo de los servicios policiales y de inteligencia en este periodo de la familia Matamala hab¨ªa sido su hermano, Josep Maria, amigo y senador, que fue el que lo ayud¨® a salir de Espa?a e instalarse en Waterloo, a las afueras de Bruselas.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, cuestion¨® a la directora del CNI incisivamente y muy en particular por dos cuestiones. Si se hab¨ªa espiado en alg¨²n momento al lehendakari, ??igo Urkullu. La directora respondi¨® que no. El portavoz del PNV tambi¨¦n se interes¨® por si otros cuerpos de seguridad del Estado, como la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil, tambi¨¦n hab¨ªan usado sistemas como Pegasus. La directora del CNI no aclar¨® ese punto. El portavoz vasco no se qued¨® satisfecho con esas respuestas y este mismo mi¨¦rcoles, en la sesi¨®n de control al Gobierno del Congreso, aprovech¨® su turno y emplaz¨® sobre esa cuesti¨®n al presidente S¨¢nchez: ¡°?Disponen la Polic¨ªa y la Guardia Civil del programa Pegasus?¡±. El jefe del Ejecutivo replic¨® que no y bas¨® su intervenci¨®n en que esa negativa la hab¨ªa certificado el ministro del Interior, tambi¨¦n espiado por el software israel¨ª. El dirigente del PNV, que hab¨ªa escuchado sobre ese asunto hac¨ªa dos semanas a la directora del CNI, insisti¨® ante el presidente del Gobierno: ¡°Que lo diga usted es importante, yo tomo nota. Aseg¨²rese bien¡±. Y le alert¨® de que en el pasado hab¨ªa habido precedentes invasivos con ese tipo de instrumentos. Y acab¨®: ¡°Por el bien del Gobierno y de la democracia¡±.
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