Miles y miles de romanos toman las calles y la ciudad M¨¦rida: ¡°?Abran paso al emperador!¡±

¨DEgo sum Publio Carisio.

El lat¨ªn ha vuelto estos d¨ªas a las v¨ªas romanas de la imperial M¨¦rida extreme?a, si es que alguna vez se fue. ¡°Ego sum Publio Carisio [yo soy Publio Carisio]¡±, cuenta por tel¨¦fono Jaime Ruiz, emeritense de 57 a?os. Ruiz es uno de los encargados de la organizaci¨®n de Em¨¦rita L¨²dica, una de las semanas se?aladas en rojo en el calendario de la capital de Extremadura. Son d¨ªas de actividades l¨²dicas y festivas. La ciudad se vuelca de lleno en revivir su pasado m¨¢s glorioso. Desde hace 12 a?os, sus 60.000 vecinos cuentan con esta fiesta recreacionista que congrega a miles y miles de visitantes de todas partes. No se trata de disfrazarse de romano, sino de vestirse y sentirse un ciudadano romano. Es un aut¨¦ntico viaje en el tiempo de m¨¢s de 2.000 a?os. T¨²nicas, togas, lacernas, pallas, estolas. ¡°Cada uno de nosotros tiene que elegir un personaje romano de la antigua Em¨¦rita¡±, se?ala Ruiz. ¡°Yo, al principio, era Lucio Cornelio, uno de los constructores romanos de la ciudad, pero me di cuenta hace poco de que Publio Carisio no estaba escogido y me lo pill¨¦. Me ha venido muy bien porque el traje que he confeccionado me quita la tripa que tengo. Vamos, que me salen hasta abdominales¡±.

Centuriones, esclavos, c¨®nsules, patricios, gladiadores... todas las clases sociales de la antigua Em¨¦rita Augusta se est¨¢n juntando estos d¨ªas por las v¨ªas emeritenses. Hasta 16 asociaciones recreacionistas se han sumado a la cita. Han venido de Italia y de Gran Breta?a. Se leer¨¢n textos romanos por las calles, habr¨¢ bodas romanas, batallas de gladiadores en el foro, obras de teatro en el Teatro Romano, comercios romanos, funerales, cremaciones, rutas nocturnas para contar los fantasmas que aterrorizaban a la ciudad por aquel entonces, venta de esclavos, graduaciones escolares, desfiles militares. M¨¦rida viajar¨¢ hasta sus or¨ªgenes para volver a ser Em¨¦rita Augusta.

La ciudad est¨¢ tan entregada, que todos los ni?os de los 11 colegios de la capital extreme?a acudir¨¢n este viernes a la ceremonia del Nominatio, en el Templo de Diana, que desde 1993 est¨¢ declarado Patrimonio de la Humanidad como parte del conjunto arqueol¨®gico. Cerca de 400 escolares ir¨¢n vestidos de romanos. Ser¨¢n recibidos entre v¨ªtores por las calles. De fondo sonar¨¢: ¡°Abran paso al gobernador. Abran pasado al gobernador¡±. El gobernador, que es el emeritense Jaime Ruiz enfundado en Publio Carisio, les mirar¨¢ desde lo alto del Templo de Diana. Los escolares tienen ya menos de 48 horas para pensar en un nombre romano. Una vez en lo alto, se colocar¨¢n al lado del gobernador, que escuchar¨¢ de la voz de los ni?os su nuevo alias en lat¨ªn:

¨DEgo sum Claudia.

¨DEgo sum Julia.

¨DEgo sum Julio.

Ruiz, enfundado en el traje de Publio Carisio, se acercar¨¢ a ellos y les dir¨¢ tambi¨¦n una frase: ¡°Cuando teng¨¢is o pas¨¦is miedo, invocad vuestro nombre romano¡±. El objetivo es que usen el lat¨ªn. ¡°La ciudad, de verdad que est¨¢ a tope¡±, cuenta por tel¨¦fono el alcalde, Antonio Rodr¨ªguez Osuna (PSOE).

¨D?Tiene tambi¨¦n un nombre romano?

¨DMe lo tienen puesto, s¨ª. Antonius Ursa M¨¢ximo.

¡°Esto¡±, recuerda el alcalde, ¡°nos permite recrear c¨®mo era la vida de Em¨¦rita Augusta. La ciudad est¨¢ muy volcada. Se podr¨¢ vivir en otra ¨¦poca. Las asociaciones, el Museo Nacional de Arte Romano, los historiadores de la ciudad, todos intentamos que sea lo m¨¢s fiel posible a la realidad de aquel entonces¡±. El evento surgi¨® hace 12 a?os por iniciativa de un vecino. Al principio, la festividad se hizo en el Circo Romano de la ciudad. ¡°Pero la gente lo sinti¨® como algo propio¡±, recuerda el regidor. ¡°Aqu¨ª somos romanos y pecholatas. Romanos por la ciudad y pecholatas porque los romanos llevaban su pecho de lata¡±. Doce a?os despu¨¦s, la Junta de Extremadura estudia ya declarar la fiesta como evento de inter¨¦s tur¨ªstico regional.

La novedad de este a?o

Este jueves, la festividad cuenta con una parte inclusiva. El gobernador de la ciudad romana, Publio Carisio, caminar¨¢ por las calles de piedra de la ciudad con una antorcha en la mano derecha. A su paso, se ir¨¢n iluminando todos los monumentos. Al llegar al Templo de Diana encender¨¢ el pebetero. All¨ª le esperar¨¢ la sobrina de Carisio, Antonella, una joven emeritense de 15 a?os con s¨ªndrome de Down. En el escenario tambi¨¦n habr¨¢ una int¨¦rprete de signos. ¡°Queremos dar una visibilidad de la inclusi¨®n en positivo, que toda la ciudad se sume¡±. El ¨²ltimo acto necesitar¨¢ la ayuda de Antonella, que entregar¨¢ junto al gobernador el b¨¢culo romano, el bast¨®n como s¨ªmbolo de la vejez. Aquel o aquella que acuda al evento vestido de romano y sea el m¨¢s longevo se lo llevar¨¢ como recuerdo. ¡°Si no est¨¢ vestido, no ser¨¢ v¨¢lido¡±, avisa.

Minutos antes, eso s¨ª, Jos¨¦ Antonio Lagar en su silla de ruedas, periodista de profesi¨®n de 60 a?os y muy conocido en la ciudad, recibir¨¢ del gobernador la t¨²nica romana. All¨ª, entre v¨ªtores de sus paisanos, escuchar¨¢ su nuevo nombre en lat¨ªn:

¨DJos¨¦ Antonio, yo te nombro M¨¢ximo Bacus, ciudadano de Em¨¦rita.