Hacia una pol¨ªtica migratoria m¨¢s pragm¨¢tica
La reforma del reglamento de Extranjer¨ªa que prepara el Gobierno podr¨ªa ser un avance significativo para adecuar la legislaci¨®n a las necesidades econ¨®micas de Espa?a, pero las medidas anunciadas no son suficientes
El Gobierno est¨¢ preparando una reforma del reglamento de la Ley de Extranjer¨ªa con el fin de facilitar la contrataci¨®n de trabajadores extranjeros en sectores y ocupaciones en los que existe escasez de mano de obra. A la espera de los detalles, la medida podr¨ªa ser un avance significativo en la direcci¨®n de adecuar nuestra pol¨ªtica migratoria a las necesidades econ¨®micas del pa¨ªs, algo muy necesario a la luz del r¨¢pido proceso de envejecimiento en el que est¨¢ inmersa la poblaci¨®n espa?ola. Ante la previsible reducci¨®n de la poblaci¨®n nativa en edad de trabajar y el r¨¢pido aumento de la poblaci¨®n jubilada, durante las pr¨®ximas d¨¦cadas necesitaremos recibir importantes flujos migratorios, tanto para cubrir nuestras necesidades de mano de obra como para asegurar la sostenibilidad de las pensiones p¨²blicas y de otros componentes de nuestro sistema de protecci¨®n social.
Seg¨²n adelanta EL PA?S, el Gobierno estar¨ªa contemplando tres medidas principales. La primera ser¨ªa facilitar la contrataci¨®n en su pa¨ªs de origen de trabajadores extranjeros para cubrir necesidades estacionales de mano de obra, generalmente poco cualificada, en sectores como el agrario, la construcci¨®n y el transporte. Con este fin, se extender¨ªa a otros sectores el sistema que ahora se utiliza con los temporeros marroqu¨ªes de la fresa, introduciendo adem¨¢s permisos multianuales que podr¨ªan dar paso en el futuro a un permiso de residencia para hacer estos contratos m¨¢s atractivos para los trabajadores extranjeros. La segunda ser¨ªa facilitar la regularizaci¨®n de inmigrantes ilegales siempre que estos adquieran formaci¨®n en competencias u oficios en los que existe un d¨¦ficit de trabajadores cualificados. Y la tercera ser¨ªa permitir que los estudiantes extranjeros trabajen mientras se forman y puedan despu¨¦s quedarse en Espa?a tras completar sus estudios. A estas tres medidas habr¨ªa que a?adir otra potencialmente muy importante, pero que no parece estar todav¨ªa muy definida: una relajaci¨®n de los criterios utilizados para elaborar el Cat¨¢logo de Ocupaciones de Dif¨ªcil Cobertura, que en principio limita las posibilidades de contrataci¨®n de extranjeros.
Aunque las medidas anunciadas van en la direcci¨®n correcta, mi impresi¨®n es que no ser¨¢n suficientes para garantizar que el influjo migratorio alcance en los pr¨®ximos a?os la cantidad y calidad necesarias. Para ello, ser¨ªa bueno aprovechar la ocasi¨®n para poner en marcha una reforma m¨¢s ambiciosa de nuestra pol¨ªtica migratoria, que deber¨ªa ir acompa?ada de una actitud mucho m¨¢s proactiva en la captaci¨®n de los inmigrantes que necesitamos. Deber¨ªa estudiarse la introducci¨®n de un cupo anual de permisos de residencia y trabajo no condicionados a la existencia previa de un contrato que se asignar¨ªa de acuerdo con un sistema de puntos que refleje las necesidades a medio y largo plazo de nuestro sistema productivo, la formaci¨®n y experiencia de los solicitantes, y su cercan¨ªa cultural como condici¨®n importante para facilitar su integraci¨®n laboral y social. Tal sistema deber¨ªa ir acompa?ado de una campa?a permanente de captaci¨®n de inmigrantes con la formaci¨®n y capacidades que necesitamos entre los pa¨ªses y colectivos culturalmente m¨¢s cercanos a nosotros (Latinoam¨¦rica, las comunidades sefard¨ªes, ciertas zonas de Marruecos, los pa¨ªses de Europa del Este ¡ªespecialmente Ruman¨ªa¡ª, Filipinas, etc¨¦tera).
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