Pr¨¢cticas laborales para salvar pueblos en riesgo de extinci¨®n
Navarra env¨ªa a universitarios a iniciar su vida profesional en zonas despobladas. La falta de alojamiento es el principal atranco y hay quien reside en una furgoneta camperizada
John Jim¨¦nez Ruiz tiene 22 a?os y, tras estudiar Trabajo Social en Pamplona, realiza sus pr¨¢cticas formativas remuneradas en la granja-escuela de Ultzama, a unos 24 kil¨®metros de la capital navarra. Su vivienda es una furgoneta camperizada. Este joven natural de La Rioja es uno de los participantes en la segunda edici¨®n del programa Ra¨ªces/Sustraiak, denominado tambi¨¦n Erasmus Rural, financiado por el Gobierno foral y gestionado por la Universidad P¨²blica de Navarra. A diferencia ...
John Jim¨¦nez Ruiz tiene 22 a?os y, tras estudiar Trabajo Social en Pamplona, realiza sus pr¨¢cticas formativas remuneradas en la granja-escuela de Ultzama, a unos 24 kil¨®metros de la capital navarra. Su vivienda es una furgoneta camperizada. Este joven natural de La Rioja es uno de los participantes en la segunda edici¨®n del programa Ra¨ªces/Sustraiak, denominado tambi¨¦n Erasmus Rural, financiado por el Gobierno foral y gestionado por la Universidad P¨²blica de Navarra. A diferencia de otras iniciativas similares, como las impulsadas por otras comunidades como Arag¨®n o por el Gobierno de Espa?a bajo el nombre de Campus Rural, las pr¨¢cticas navarras deben desarrollarse en municipios en riesgo de despoblaci¨®n.
El abanico es amplio. El 64% de los municipios de Navarra sufren alg¨²n riesgo de despoblaci¨®n y en uno de cada 4 municipios este riesgo es extremo. ¡°El medio rural navarro se est¨¢ olvidando, pero es un problema no solo de La Rioja o de Navarra sino de toda Espa?a¡±, reflexiona Jim¨¦nez Ruiz. Seg¨²n explica el director general de Administraci¨®n Local y Despoblaci¨®n del Gobierno foral, Jes¨²s Mari Rodr¨ªguez, ¡°interesa que el alumnado pueda hacer un proceso de inmersi¨®n en las zonas rurales, bien a trav¨¦s del trabajo en una entidad local o bien en una pyme¡±. ¡°Es una buena manera de conocer el territorio y de aportar valor y talento¡±, aduce.
J¨®venes como John Jim¨¦nez tienen la oportunidad de vivir una experiencia laboral fuera de casa y sin marcharse al extranjero o a una gran ciudad. Sin embargo, esta opci¨®n no est¨¢ exenta de dificultades, empezando por la vivienda. Jim¨¦nez tiene que vivir en una furgoneta camperizada en Ultzama ante la imposibilidad de encontrar un alquiler razonable que pueda costearse con los cerca de 1.000 euros mensuales que percibe con esta beca. Similar situaci¨®n atraviesa David Crespo, estudiante de Sociolog¨ªa Aplicada de 22 a?os y natural de Tudela. Vive en Pamplona y desde hace mes y medio trabaja en el pueblo de Ochagav¨ªa, a unos 85 kil¨®metros de la capital, sacando adelante la casa cultural Casa Koleto.
Crespo tampoco ha podido encontrar una vivienda asequible en el pueblo porque, detalla, los alojamientos disponibles son sobre todo casas rurales. ¡°Si hubiese vivienda barata, s¨ª que me habr¨ªa venido a vivir aqu¨ª, pero en vez de eso, me compr¨¦ un coche. Voy y vengo, aunque algunos d¨ªas teletrabajo¡±, expone. El suyo no es el ¨²nico caso. Recuerda el de otros trabajadores del pueblo que han tenido que buscar alojamiento en localidades cercanas, como una profesora del colegio que estuvo tres meses viviendo en un camping pr¨®ximo porque no pod¨ªa costearse una habitaci¨®n.
Desde la Direcci¨®n General de Despoblaci¨®n reconocen que la vivienda y las comunicaciones son dos graves problemas con los que se enfrentan las ¨¢reas rurales. Su m¨¢ximo responsable apuesta por habilitar ayudas a la rehabilitaci¨®n, pero reconoce que ¡°son medidas que llegar¨¢n poco a poco¡±.
M¨¢s all¨¢ de las dificultades, este programa rural permite a los j¨®venes participar en iniciativas para dinamizar el turismo, fomentar la participaci¨®n de la ciudadan¨ªa en la vida p¨²blica o elaborar vino. Crespo trabaja para poner en marcha el futuro centro etnogr¨¢fico-cultural Casa Koleto de Ochagav¨ªa. ¡°Es una casa antigua, de una familia adinerada del siglo XVIII, que quiere utilizarse como atractivo tur¨ªstico para que los visitantes puedan ver c¨®mo era la vida en el valle de Salazar hace a?os¡±, explica. Entre los objetos que van a exponerse destacan, por ejemplo, ¨²tiles antiguos de ganader¨ªa, cuyo funcionamiento ha podido descubrir gracias a la colaboraci¨®n de los mayores del pueblo: ¡°Me he servido de documentos que tienen algunas personas del pueblo, me he entrevistado con ellas para que me expliquen c¨®mo funcionaban los objetos y me cuenten aspectos de la cultura porque en internet no hab¨ªa informaci¨®n sobre esto. Es lo m¨¢s interesante, aprender hablando con la gente¡±.
Crespo se encuentra en su salsa porque su objetivo es enfocar su carrera a aplicar la sociolog¨ªa al desarrollo territorial, con iniciativas que fomenten, entre otras cosas, el turismo sostenible y cultural: ¡°Me gustar¨ªa dedicarme a mejorar la experiencia de los pueblos porque creo que es la unidad m¨¢s interesante para lanzar proyectos que faciliten la democracia y el acercamiento de las personas a la pol¨ªtica¡±.
Jim¨¦nez tambi¨¦n comparte la inquietud de Crespo por desarrollar su vida y carrera en el mundo rural: ¡°Si las pr¨¢cticas no hubieran sido en el medio rural, nunca las habr¨ªa cogido. Siempre he sido de pueblo, siempre he vivido en uno y nunca me he acostumbrado a la ciudad. La verdad es que estoy encantado¡±. En su caso, su proyecto se enmarca en la labor de la granja-escuela de Ultzama, en concreto en la empresa de inserci¨®n que busca la inclusi¨®n sociolaboral de personas en exclusi¨®n social o en riesgo de estarlo.
Entre las principales ense?anzas que se lleva de sus pr¨¢cticas laborales, John Jim¨¦nez subraya la necesidad de dinamizar la vida en los pueblos con actividades juveniles, fiestas, deporte, ¡°que se mueva a la juventud, pero tambi¨¦n a la infancia y a las personas mayores¡±.
En esta segunda edici¨®n de Ra¨ªces/Sustraiak se han ofertado 28 plazas que pueden ser solicitadas por j¨®venes graduados o estudiantes de cualquier grado, m¨¢ster o programa de intercambio de la Universidad P¨²blica de Navarra (UPNA), entidad encargada de gestionarlo. La vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Emprendimiento, Cristina Bayona, detalla que son las entidades locales o empresas las que ofrecen proyectos formativos, el estudiantado elige entre ellos los que m¨¢s le interesan y posteriormente se les adjudica una plaza. En este programa, incide, se prioriza a los municipios en riesgo de despoblaci¨®n y se fomenta que entidades como peque?os ayuntamientos o mancomunidades puedan acoger a estudiantes en pr¨¢cticas remuneradas, que son financiadas en su totalidad por el Gobierno navarro. En la misma l¨ªnea, Navarra colabora con el proyecto europeo Kinesis, que permite que alumnado procedente de Italia, Alemania o Estonia realice pr¨¢cticas en localidades navarras.