J¨®venes repobladores: comprar una casa en un pueblo de menos de 5.000 habitantes y recibir una ayuda del Gobierno
Extremadura y Castilla-La Mancha se adhieren al plan del Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana para financiar con hasta 11.000 euros la adquisici¨®n de la primera vivienda a menores de 35 a?os y luchar contra la despoblaci¨®n en zonas rurales
¡°No tengo canalizaci¨®n de aguas fecales, pero s¨ª ADSL. Las contradicciones del campo¡±. Monta?a Ferrer, 32 a?os, es una de esas j¨®venes que dej¨® la ciudad para irse a vivir a un pueblo peque?o. En su casa, una planta baja en medio de un terreno repleto de olivos de unos 4.500 metros cuadrados en Aldea del Cano (Extremadura), tiran de un pozo ciego ¡ªque un cami¨®n cisterna vac¨ªa cada dos a?os¡ª, pero tienen Netflix y Disney+. Ella y su pareja (37) decidieron que dejar¨ªan C¨¢ceres y se instalar¨ªan en un pueblo de menos de 5.000 habitantes y as¨ª, adem¨¢s de cumplir su idilio agreste, podr¨ªan pedir la ayuda del Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana cofinanciada por las autonom¨ªas: casi 11.000 euros por la compra de una vivienda de menos de 100.000. Llevan tres a?os instalados en un municipio de 620 habitantes con sus tres hijas de siete, cuatro y un a?o.
El investigador en despoblaci¨®n de la UNED Luis Camarero, coautor del estudio Reto demogr¨¢fico, migraci¨®n y arraigo de los j¨®venes rurales (2022), se?ala que los movimientos migratorios de la poblaci¨®n de 25 a 34 a?os de las grandes o medianas ciudades a pueblos peque?os son minoritarios. Si se analizan los datos de la Estad¨ªstica de Variaciones Residenciales que elabora el INE, se observa que desde comienzos de los 2000 la entrada de j¨®venes en esas zonas la han protagonizado los de origen migrante. ¡°Ahora son las ciudades intermedias las que est¨¢n perdiendo poblaci¨®n joven, que se dirige hacia las grandes urbes en busca de m¨¢s oportunidades laborales. Son muy pocos los que deciden asentarse en el campo¡±.
Pone un ejemplo. En el a?o 2018 la poblaci¨®n joven migrante empadronada en zonas rurales creci¨® un 9%, mientras que la de nacidos en Espa?a decreci¨® un 0,5%. ¡°En la ¨²ltima d¨¦cada, solo ha habido un momento en el que los j¨®venes de nacionalidad espa?ola se mudaron en mayor n¨²mero a la Espa?a rural, fue en 2020 como consecuencia de la pandemia, pero en 2022 ya se observa de nuevo que se marchan¡±, se?ala Camarero. El 53% de los residentes en municipios de menos 5.000 habitantes hab¨ªan nacido en pueblos del mismo tama?o, seg¨²n datos del INE de 2021.
?Qu¨¦ mueve a un joven a mudarse al campo? Tres motivos principales: el deseo de alejarse de la gran ciudad, percibida como un ¡°foco de estr¨¦s¡± y ¡°deshumanizaci¨®n de las relaciones personales¡±, en busca de un nuevo estilo de vida en contacto con la naturaleza; las ofertas de trabajo vinculadas al medioambiente; y el menor coste de vida, incluida la posibilidad de cultivar un huerto propio. As¨ª lo reflejan las entrevistas incluidas en el estudio de Camarero y su colega Mar¨ªa Jes¨²s Rivera, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, a nuevos residentes entre 25 y 39 a?os de 15 municipios del entorno del parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia (en Salamanca y lim¨ªtrofe con Extremadura) ¡ªuna zona en claro proceso de despoblaci¨®n con 6.140 habitantes en el a?o 2000 y 4.375 en 2020¡ª.
La visi¨®n rom¨¢ntica de la vida en la naturaleza es la de Monta?a Ferrer. Graduada en Veterinaria, dej¨® su trabajo en una cl¨ªnica de C¨¢ceres porque no era su vida so?ada. Ahora tiene su propio corral con 14 gallinas, un huerto en el que cultiva ocho variedades de frutas y verduras y su propia cosecha de aceitunas y aceite de oliva. El precio es cuidar de sus tres hijas de lunes a viernes, su pareja trabaja en Badajoz de t¨¦cnico de sonido y solo acude a la casa los fines de semana. ¡°La gasolina se ha puesto en un pico, es inasumible dos horas de coche al d¨ªa... A ver si vuelve a bajar¡±, explica ella. Ahora su fuente de ingresos son unas figuras de fantas¨ªa del universo de las hadas que hace manualmente con arcilla polim¨¦rica y vende en la web Underthecnoc. ¡°Antes recorr¨ªa mercadillos frikis, pero ahora no me da¡±. ?Qu¨¦ tal llevas la crianza? ¡°Sobrevivo. No me gusta endulzar la maternidad, es muy duro y muy solitario. Un solo cerebro para cuatro cuerpos, pero de aqu¨ª no me mueve nadie¡±, dice.
A su casa se llega por un camino de tierra que el cartero se niega a recorrer. Por eso ha instalado un buz¨®n junto a la carretera de asfalto que hay a escasos dos minutos caminando. No se queja de eso, pero s¨ª le sorprende la falta de encaje con otros de los j¨®venes que viven en el pueblo. ¡°Tienen una visi¨®n negativa, creen que aqu¨ª no se puede hacer nada y son m¨¢s r¨ªgidos, nosotros llegamos con otra energ¨ªa¡±. Esa es otra de las conclusiones del estudio de Camarero: ¡°Sorprendentemente, los j¨®venes reci¨¦n llegados a las zonas rurales manifiestan dificultades para relacionarse con los de su edad, en un contexto de falta de j¨®venes no se da una fraternidad o sororidad generacional¡±. La distinci¨®n entre los que llegan y los que ya est¨¢n ¡°marca a la juventud rural¡±. Hay perspectivas vitales y visiones sobre el entorno diferentes, se?ala el informe, que achaca a los locales una actitud de inmovilismo y de cierto fatalismo.
Monta?a sale a hacer la compra y va mostrando c¨®mo todo le queda al lado. La escuela infantil de la peque?a ¡ªdel Ayuntamiento y por la que paga 50 euros al mes¡ª, a cuatro minutos andando. Pegado est¨¢ el colegio p¨²blico de sus otras dos hijas. Hay unos cinco peque?os supermercados en el pueblo y ella siempre acude a La Cesta, un negocio que ha montado una de las madres de la escuela. ¡°Dej¨¦ mi trabajo en supermercados D¨ªa en un pueblo cercano porque quer¨ªa estar aqu¨ª. Es duro emprender, pero no me est¨¢ yendo mal¡±, cuenta Nuria Caldera, de 32 a?os. Es el ¨²nico establecimiento que trae pescado por encargo una vez a la semana. Ese es otro de los puntos que trata el informe, los j¨®venes que llegan creen que, ante la falta de oportunidades laborales, est¨¢n abocados a una ¡°inserci¨®n precaria como aut¨®nomos ¡°, convertirse en emprendedor es la alternativa principal.
?Qu¨¦ es lo peor de vivir en el pueblo? ¡°El transporte p¨²blico¡±, coinciden las tres personas que compran en ese momento en el local. ¡°Solo hay un bus que va una vez al d¨ªa a C¨¢ceres, pero el Ayuntamiento es muy activo y organiza talleres de teatro, ingl¨¦s, guitarra o bailes regionales. Hay que ver lo bueno¡±, dice Monta?a.
El regreso de un joven aut¨®ctono
Castilla La-Mancha es otra de las autonom¨ªas que se han adherido al plan de compra de vivienda para menores de 35 del ministerio. ¡°Es el primer paso para animarles a que desarrollen su vida en el medio rural y se asienten¡±, se?ala Nacho Hernando, consejero de Fomento de la comunidad. Su objetivo ha sido llegar al 100% de los solicitantes de la ayuda en pueblos de hasta 5.000 residentes, que se concede a los que tienen ingresos por debajo de 24.318 euros al a?o. Han invertido 4,2 millones desde 2019 y en 2023 planean llegar tambi¨¦n a los municipios de hasta 10.000 habitantes. Adem¨¢s, se benefician de una rebaja fiscal en el tramo auton¨®mico del IRPF del 15%. Hernando reconoce que el principal impedimento para que los j¨®venes quieran instalarse en esas zonas es el empleo, con escasas posibilidades m¨¢s all¨¢ del trabajo en el campo, cada vez m¨¢s mecanizado.
Luis Ortega, de 29 a?os, se acaba de comprar una vivienda de dos plantas y dos patios (unos 520 metros cuadrados) en Casas de Fernando Alonso, de 1.200 habitantes y cerca de Albacete. Le ha costado 75.000 euros y ha recibido una ayuda de 10.800. Su caso es el del chico que con 18 a?os sali¨® del pueblo, estudi¨® la carrera en una ciudad grande (Alicante), no encontr¨® su sitio y regres¨® al origen. ¡°Mi gente est¨¢ aqu¨ª¡±, dice mientras ense?a la vivienda, con m¨¢s de nueve habitaciones y en plena reforma que va haciendo ¨¦l mismo con la ayuda de su padre. Es terapeuta ocupacional y trabaja en centros de mayores en ocho pueblos de la zona.
Las calles del pueblo est¨¢n desiertas, y sobre las cuatro de la tarde y a 37 grados propone ir a uno de los pubs, el Silver¡¯s ¡ªhay seis bares¡ª. En el patio del local no hay nadie, est¨¢n todos dentro, en la oscuridad, con Extremoduro sonando alto. ¡°Mejor nos quedamos fuera¡±, dice Luis. Cuenta que el ocio se centra en las fiestas que organizan desde la asociaci¨®n juvenil, cuyo nexo com¨²n es el alcohol: vinos que les ceden cooperativas aleda?as, botell¨®n que llevan los propios chavales... Actividades culturales, hay pocas. ¡°La ciudad me agobiaba, aqu¨ª no hace falta quedar con nadie, vienes al bar y sabes que siempre va a haber alguien, da igual que tenga 18 o 40, todos nos conocemos¡±. ?No os aburr¨ªs de hacer siempre lo mismo? ¡°No, estamos en familia¡±, contesta.
Sin asomarse dentro del local, ya sabe qui¨¦n puede estar dentro: el estanquero, el militar de permiso y la ¡°chiquilla¡± que trabaja en el campo con su hermano. ?ngel, de 24, es el propietario del negocio, que tiene alquilado, y Hugo (23) le ayuda. Los dos estudiaron fuera y volvieron. ¡°Yo me quiero ir, quiero probar otras cosas¡±, dice ?ngel, que est¨¢ harto del ¡°vacineo¡±, el cotilleo que corre por el pueblo, y las ¡°maldades de la gente¡±. Hace unos meses entraron a robar en el bar y le dejaron escrito en la pared: ¡°Rojo de mierda¡±. Todos est¨¢n convencidos de qui¨¦nes pudieron ser, otros j¨®venes del pueblo, pero no tienen pruebas.
¡°Aqu¨ª siempre hay trabajo en los campos de ajo o en la vi?a y ,si no, de camarero, lo malo es que es todo en negro¡±, cuenta su socio Hugo mientras se fuma un cigarro. No le preocupa el horizonte laboral ni la falta de est¨ªmulos de ocio. Est¨¢ bien.
Gemma, de 17 a?os, la ¡°chiquilla¡± a la que se refer¨ªa Luis, sale al patio del bar. Ella tiene una visi¨®n diferente. ¡°Aqu¨ª no hay nada, no veo oportunidades, pero s¨¦ que en la ciudad sin estudios no puedes hacer nada¡±. Ella los dej¨® a los 16 a?os y hace unos meses su hermano la llev¨® con ¨¦l a trabajar a los olivos. ¡°Ahora estamos con la poda de las ramas que salen en la parte de abajo, son los chupones y quitan los nutrientes... No me veo fuera de aqu¨ª porque no quiero estar lejos de mi madre y mi hermano¡±. Le pagan 50 euros por d¨ªa trabajado, pero le dan de alta solo unos cinco d¨ªas al mes. Las mujeres j¨®venes en el mundo rural se ven m¨¢s obligadas que ellos a buscar salidas laborales en la gran ciudad, seg¨²n un reciente estudio de Caixabank (Coste de oportunidad de la brecha de g¨¦nero en el medio rural), que se?ala que la tasa de temporalidad de las mujeres agr¨ªcolas es del 60,9% frente al 52% de los hombres. El informe indica que mientras el 22,8% de las mujeres tiene estudios superiores, solo el 15,6% de ellos los tienen. Ellas desempe?an en mayor medida trabajos m¨¢s b¨¢sicos y ocupan, en menor cantidad, puestos de direcci¨®n.
El reto del empleo
Desde la secretar¨ªa general para el Reto Demogr¨¢fico, dependiente del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica, el m¨¢ximo responsable, Paco Boya, se?ala que el plan de ayuda a la compra de vivienda es un pilar esencial para que los j¨®venes se asienten en esas zonas, pero reconoce que el empleo va a la par y por ello se est¨¢n dise?ando pol¨ªticas para ¡°generar pistas de aterrizaje y permitir que los j¨®venes puedan entrar¡±. ¡°Tenemos un problema con la calidad de nuestras vidas, las grandes ciudades no son del todo saludables y es el momento de explicar un nuevo relato del medio rural, de seducir con la digitalizaci¨®n¡±, indica Boya.
En esa l¨ªnea hay dos grandes proyectos en marcha: ayudas al emprendimiento (21 millones de euros dirigidos a innovar en pueblos de menos de 5.000 habitantes, la primera convocatoria se cerr¨® el pasado junio y se han presentado 1.200 solicitudes), y la creaci¨®n de centros de innovaci¨®n para generar ecosistemas para el emprendimiento (hay siete activos y se abrir¨¢n otros 16 este a?o).
Uno de esos centros pilotos est¨¢ en los Pirineos, en el Valle de Ar¨¢n. Involucrar a j¨®venes es estrat¨¦gico y Jorge Lafuente, de 24, es uno de los t¨¦cnicos que han contratado en la localidad de Viella. ¡°Nos encargamos de comunicar a los que quieren emprender de qu¨¦ ayudas disponen, de planes de formaci¨®n... aqu¨ª hicieron una encuesta a los vecinos para conocer qu¨¦ tipo de ciudad quer¨ªan y sali¨® por goleada que hab¨ªa que diversificar el tejido econ¨®mico, no quieren seguir dependiendo del turismo¡±. Jorge, que ha vivido en Barcelona, Madrid y Toulouse, cree que el motivo por el que muchos j¨®venes de la zona con estudios universitarios no quieren volver al territorio es porque se les ha mandado el mensaje de que quedarse en la gran ciudad es triunfar. Por el contacto con j¨®venes que se plantean trasladarse a la zona, sabe que otro de los frenos es el miedo a aburrirse del trabajo y no tener m¨¢s opciones dentro de su sector.
Arantech, una empresa innovadora del valle que se dedica a la monitorizaci¨®n de fen¨®menos meteorol¨®gicos, lleva meses intentando captar ingenieros j¨®venes. ¡°Pagamos sueldos de mercado equiparables a los de Barcelona o Madrid, pero les echa para atr¨¢s venir a lo rural porque no quieren perder la oportunidad de hacer contactos en grandes ciudades, dan mucha importancia a la red profesional¡±, cuenta el socio fundador Eisharc Jaquet. La actividad les atrae, la compa?¨ªa mide con sensores el riesgo de aludes o de inundaciones, pero la vida tranquila no es lo que todo joven busca.
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